Octava y última parte de mi crónica de la historia del Sistema Solar en el universo de Mutant Chronicles/Warzone.
GUERRA
Tras el Milenio de Apatía, en el Sistema Solar las cosas habían cambiado rápidamente. El poder absoluto de la Hermandad sobre las Megacorporaciones se había resquebrajado, y una quinta corporación, Cybertronic, había aparecido en escena, desafiando abiertamente al Cardenal. Las tensiones acumuladas durante diez siglos llegaron a un punto culminante, y finalmente estallaron.
Imperial invadió la ciudad de Fukido, en Mercurio, vendida por Mishima a Cybertronic. Esto provocó una serie de represalias por parte de las dos corporaciones contra territorio e intereses comerciales de Imperial. En Venus, Capitol usó sus Fuerzas Armadas para invadir el archipiélago Graveton, en poder de Bauhaus, famoso por sus riquezas minerales. La Hermandad utilizó sus fuerzas militares para atacar complejos de Cybertronic y de Mishima.
Megacorporación contra Megacorporación, facción contra facción, humano contra humano. Las Segundas Guerras Corporativas habían estallado, y esta vez la Hermandad no podía ayudar, porque estaba inmersa en esas mismas guerras.
Entonces, la Legión Oscura regresó, en cuerpo y alma. De nuevo comenzaron a aparecer Ciudadelas por todo el Sistema Solar, y los herejes surgieron como hongos tras una lluvia. Los ejércitos de la humanidad, atrapados en mitad de una guerra fratricida, se vieron sorprendidos. Ilian, la Dama del Vacío; Semai el Señor del Odio; Demnogonis, Portador de Plagas; Muhawije, el Demente y Algeroth, el renacido; los Cinco Apóstoles del Alma Oscura regresaron para azotar a la humanidad con sus maldiciones.
El Cardenal, Alexander Durand XVI, murió en extrañas circunstancias en la Catedral de Luna, en la hora más oscura de la humanidad. Dominic, conocido como el Sheriff de Luna, ocupó el puesto de Cardenal. Se trata de un hombre cruel y despiadado, pero quizá es lo que la Hermandad necesita en estos días terribles, alguien capaz de unificar a las Megacorporaciones para hacer frente la amenaza de la Legión Oscura.
¿Piensas que puedes imaginar la infame negrura del Alma Oscura? ¿Crees que tu pequeña mente mortal puede comprender algo que ha consumido mundos, que ha devorado las almas de los hombres desde el inicio de los tiempos?
¡No puedes!
No se trata de una diferencia de opinión, una iglesia o un credo distinto. No se designa a sí misma como buena, porque sabe qué es: Maldad, pura y sin límites, sin ataduras ni remordimientos. Deleitándose en sí misma y en su capacidad para causar el mal.
No esperes compasión, pues carece de ella.
No supliques piedad, pues no la muestra.
No esperes remordimientos, pues no los conoce.
No reces por tu salvación... ¡Ya que no la habrá!
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