miércoles, 13 de junio de 2018

Guerra en color: Gran jefe orco en carro de jabalíes (conversión)

¡Zaludoz, pielezverde! En efecto, hoy vuelvo para mostraros otra miniatura de mi ejército de Orcos. Esta vez quiero enseñaros una pequeña conversión que he realizado sobre un carro de jabalíes y que utilizaré tanto de montura para personaje como de carro individual hasta que me de por pintar alguno más.


Para empezar y como siempre, os contaré la historia de la miniatura. Siempre es divertido, pero más en esta ocasión. Sobre el propio carro no hay demasiado que contar. A principios de año compré un par de bloques de miniaturas de orcos con los que iniciar mi ejército y en ellos obtuve piezas suficientes para montar varios carros con diversas dotaciones. Así que me puse a montar y a pintar el que mejor aspecto tenía para empezar a dar algo de movilidad a mi ejército. Pero el héroe que va montado tiene otra historia...





Este simpático orco se vino conmigo en mis maletines como recuerdo de unas jornadas Arkadia hace ya varios años junto con otros modelos -¿Lo veis? !Ya os lo dije!-. Como digo fue un regalo que me hicieron junto con otras miniaturas de marcas que desconocía hasta aquel entonces y os juro que he pasado todos estos años ignorando su origen hasta hace bien poco. Me refiero claro está al juego al que pertenece, porque también está bastante claro que no se trata de un orco de Citadel. Ni se parecía a modelos de orco de otras marcas que ya conocíeramos mis amigos y yo. No es que la miniatura no fuese resultona en cierto sentido, pero parecía hecha de un material extraño, gomoso y de un color turquesa un tanto inusual. Los acabados de ciertos detalles resultan algo bastos, poco definidos. Y meterle la cuchilla para quitar material sobrante y líneas de molde se volvía muy peligroso porque literalmente arrancas material de más como si fuera corcho a la que te despistas. Para terminar de rematar la faena, su pose hacía que resultara imposible encajarlo dentro de un regimiento cerrado con comodidad.



Durante todos estos años, cada vez que movía cajas para sacar miniaturas y acababa en mis manos nos preguntábamos "¿pero de dónde será este orco, de dónde...?" hasta que Yibrael lo descubrió hace poco tiempo y de casualidad. Así es. Yo, precisamente yo soy poseedor de un orco del HeroQuest 25º. Podéis imaginar el careto que se me quedó cuando me enteré. Es decir, sin pretenderlo ni desearlo ya formaba parte de una de las mayores injusticias (por no llamarlo de otra forma hasta que un tribunal dicte sentencia firme) del mundo friki en nuestros días. Si ya es injusta la situación de los centenares de sufridos mecenas del HeroQuest 25º que no han visto recompensado su apoyo al proyecto, el hecho de que yo tenga una miniatura del juego cuando otros puede que ni la lleguen a tener lo hace todavía más injusto. Por ello decidí hacer algo especial con este orco, el cual ha recibido de buena gana y por consenso el nombre de "Dionizzio el Zakeador".


Si quería subirlo al carro para darle presencia necesitaba darle antes algo de altura para que su pose interfiriera con la estructura lo menos posible. Yibrael me dejó tomar unos barriles y una bolsa de la caja de restos, y aprovechando unas medallas de estandartes enanos pintadas de oro logré darle el aspecto de botín saqueado a la vez que ganaba altura suficiente, para así colocarlo encima con comodidad. Por último tomé masilla verde, la extendí como masa para galletas y con el capuchón de un bolígrafo realicé las monedas que están cayendo del carro para realzar más el efecto de ir perdiendo el dinero a medida que avanza.



Por último quería dedicarle unas palabras a los afectados y afectadas por el HeroQuest 25º que estén leyendo estas líneas. Espero de corazón que se os recompense todo el esfuerzo que estáis poniendo por conseguir lo que se os ha prometido o por recuperar aquello que habéis aportado. También espero equivocarme... y que no pase mucho tiempo en que podáis disfrutar con vuestros amigos y seres queridos de unas partidas a la reedición de aquel juego que marcó vuestra infancia. Incluso deseo que las miniaturas que os lleguen tengan una calidad final mejor que la que yo tengo. Pero por ahora cuanto espero es que este pequeño homenaje trasfondístico haya logrado arrancaros unas risas. Y de no ser así, me conformo con que no me odiéis ni me escupáis al cruzaros conmigo por la calle.

lunes, 11 de junio de 2018

Guerra en color: Kaudillo Orco Negro (MOM)

¡Ké contento eztoy de veroz, pekeñajoz! ¡Venid a miz brazoz para ke oz machake loz jetoz, me quede con vueztroz piñoz y...! Disculpadme, en lo que va de año llevo muchas partidas con mi ejército de Orcos y estoy muy contento y furioso. Las posibilidades del ejército me desbordan en cierto sentido porque estoy demasiado acostumbrado a jugar sin representar, pero el tamaño de mi Waaagh! está creciendo a pasos agigantados y me sorprende la variedad de listas distintas que ya puedo jugar. Todo ello para que al final mis unidades empiecen a lanzarse piedras las unas a las otras pero si no te gusta la Animosidad es que no fluye sangre verde por tus venas. Así que va siendo hora de que os muestre algunos progresos en lo que a la pintura se refiere y para empezar quiero enseñaros el primer orco que cayó en mis manos.


Pues sí, con este Caudillo Orco de una -por aquel entonces- joven empresa llamada MOM empezó todo. Este simpático orco se vino conmigo en mis maletines como recuerdo de unas jornadas Arkadia hace ya varios años junto con otros modelos (recordad estas palabras porque volveréis a verlas muy pronto). Y allí se quedó esperando desde entonces a que "ze le unieran unoz compaz para hacer peña y divertirze". Es por ello que se merecía ser el primer orco de mi ejército en pasar por el taller de pintura y en tener un nombre que infunda temor en sus enemigos y respeto entre sus huestes... Brak'aldog me parece apropiado por alguna razón.





Además me he tomado la libertad de experimentar un poco con los colores (para no variar). El arma, el escudo y parte del casco están pintados con un azul metalizado muy oscuro pero aclarado con un plateado que le da un tono de acero machacado, algo distinto al del resto de la armadura. Los bordes del escudo y otros detalles en latón con tinta morada ayudan a hacer contraste y le hacen más vistoso. Al tratarse de un personaje que usaré para representar un Kaudillo o Gran Jefe Orco Negro indistintamente debía pintar la piel bastante oscura, y temía que si me quedaba a caballo entre el verde y el negro la miniatura no resaltara nada.

Y luego está el tema de las ristras de cabezas de enano. Sí, un detalle muy vistoso y todo eso pero es un pequeño fastidio tener que ir pintando casi pelo a pelo y de colores distintos para que se diferencien unas con otras. Por fortuna el resultado final ha sido satisfactorio.
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