Los bonitos recuerdos del Gran Nigromante: Las burradas de la cuarta edición

La última vez que hablé de mis primeros pasos en este mundillo os hablaba de lo sorprendido que me quedé al ingresar en el "club de rol local", allá por el año 94 ó 95. Y me quedé muy sorprendido por el modo de jugar de aquella gente que conocí.

Me he puesto a rememorar aquellos tiempos, y, sobre todo, aquellos ejércitos tan extraños que se hacía la gente en la cuarta edición; todo esto ha sido a raíz de la entrada "Degeneración en generación" que escribí hace unos días, y de los comentarios de otros veteranos como Endakil, Agramar o Bairrin. Vi que aquella edición se vivió de una forma más o menos parecida en todas partes, pero también me di cuenta de que, por suerte o por desgracia, en aquella época coincidí con algunos de los jugadores de Warhammer más cabrones y retorcidos que hayan existido jamás, gente que podría matar a Nigel Stillman sólo con su presencia.

En resumen: que quería comentar algunas de esas burradas que se hacían en aquella época, por el simple placer de echarme unas risas recordando aquellos extraños ejércitos y alguna de las batallas más estrambóticas que he jugado en mi vida. Eso sí: llamaré a las personas por seudónimos, para no herir sensibilidades en el caso de que llegasen a leerlo xD

Voy a comenzar hablando de cierto personajillo, que fue el que lo inició todo en nuestro club de rol. Llamémosle, por ejemplo, Sr. Pussy (xD). Este tipo era un jugador de enanos, y los llevaba porque le gustaban los enanos, pero siempre hacía acompañar a sus enanos por un mago alto elfo de nivel 5 ó 6. Sus personajes enanos eran famosos por llevar tres runas del Hierro (tirada de salvación "especial" de 4+... que, según él, le daba cada una de las tres runas, así que tiraba tres especiales de 4+ seguidas para cada herida sufrida). Este tipo, además, tenía una "camarilla" de aduladores en torno a él que justificaban cada uno de sus despropósitos y lo idolatraban por lo que llamaban, ingenuamente, su "visión táctica". Este tipo fue el que ganó el primer torneo, con un ejército de no muertos y unas tácticas muy poco ortodoxas (ya hablé de él al final de esta entrada), y la cosa fue a más.

Primero llegó la época de los personajes montados en monstruos, que duró muy poco. La estrella, en aquellos tiempos, era un Señor de los Vampiros con la Espada Hidra, el Anillo de los Carstein, el Libro de Ashur y el Amuleto negro (el Báculo Prohibido aún no había aparecido), y montado en una mantícora. Otro clásico era el mismo Vampiro, pero sólo con una Espada de Destrucción. También se veían elfos en dragones emperadores, y señores del Caos de Khorne en dragones del Caos, pero el Vampiro era un clásico (hasta el punto de que mucha gente que jugaba con "malvados" lo metía en el porcentaje de aliados). Esa época no duró mucho cuando los cañones de los enanos y los Imperiales empezaron a escupir plomo caliente, y comprobamos que un cañonazo mataba igual a un Vampiro que a un esqueleto.

Esta miniatura se usó muchísimo en aquella época

Entonces proliferó la artillería. Cañones, cañones órgano, Hellblasters... fue el momento de la pólvora. La artillería era barata, y podía acabar con lo que fuese. Entonces comenzó una escalada armamentística terrible, y ante tanto cañón, se tomaron cuatro salidas diferentes:

-Unos probaron a meter artillería para hacer frente a la artillería. Cualquier ejército con acceso a aliados enanos y/o imperiales metía cañones y cañones de aliados, hasta llegar al máximo del 25% permitido para estos. Otros, que no tenían acceso a este tipo de artillería, aprovechaban e incluían lanzavirotes elfos oscuros, Cañones estremecedores de los enanos del Caos y similares. Esta táctica estuvo, desde el principio, condenada al fracaso: nadie gana a los humanos y a los enanos en el intercambio de proyectiles.

-Otros probaron a meter muchas criaturas voladoras, capaces de evitar la artillería. Esto llevó, poco a poco, a la creación del infame "Ejército volador". Se trataba de un ejército que usaba como "base" los Elfos Oscuros, que tenían tropa voladora (las arpías). Se metía el 25% mínimo de unidades en Arpías, el 50% de Personajes en personajes montados en monstruos voladores, y el 25% de aliados... en aliados voladores (era muy típico ver a Arkhan el Negro en su carro volador en estos ejércitos). El Ejército volador dejó de combatir; no porque dejase de usarse, sino porque los que lo llevaban se dedicaban a Volar alto toda la partida (retirarse del campo de batalla para volver a bajar en otro turno), y bajaban en el último turno, ganando la batalla por Cuadrantes, sin haber tirado un sólo dado (bueno, sí, el de "a ver quién empieza").

-También empezó a verse el "ejército etéreo", que constaba de un 25% de los puntos en espíritus (los antecesores de la hueste espectral, de infantería) junto con un 50% de personajes de no muertos y un 25% de personajes de otro ejército malvado (Caos, normalmente). Una sola unidad, inmune a cualquier cosa que no sea mágica, y llena de protecciones mágicas (¡Ah, el Escudo Antihechizos!). La mayoría de la artillería no podía con ella, y en cuerpo a cuerpo te trituraba. Usaba la sucia táctica de un espectro paladín con una Espada de destrucción para anularte a tu personaje más poderoso la Espada de destrucción anulaba los objetos mágicos).

-Por último, el ya mencionado "Sr. Pussy" diseñó un ejército pensando en sorprender, y lo hizo: una única unidad de caballeros del Caos de Khorne, plagada de personajes, y con Heinrich Kemmler en ella (¡¡¿¿Kemmler en una unidad de siervos de Khorne??!! Según él, era mejor coger el mago del % de aliados, y Kemmler, por una errata, valía 60 puntos menos que un Nigromante de nivel 4). Se basaba en la peregrina idea de que si sus personajes de Khorne tenía Furia Asesina (que doblaba sus ataques) y ponía el Pabellón de la Ira en la unidad (que volvía a dar Furia Asesina), los personajes TRIPLICABAN sus ataques. Por suerte, al final los jugadores de Caos conseguimos argumentar que eso era absurdo, y el Sr. Pussy desistió y volvió a sus enanos con Cañones órgano y magos altos elfos.

Como podéis ver, el ambiente era infernal. Ejércitos que no jugaban, directamente (como el volador), combos insostenibles por la lógica y, ante todo, la manía de demostrar quién "la tiene más grande".

Por suerte, todo terminó como tenía que terminar: un día me pasaron una lista de ejército Halfling no oficial que un  colega había encontrado en Internet. Y reté a Mr. Pussy a una batalla contra sus enanos. Contra todo pronóstico, los débiles halflings de HA2, F2 y R2 aplastaron a los enanos en una batalla memorable y muy, muy divertida, con enjambres de pollos de granja picoteando a los matadores enanos hasta la muerte (¡heroico destino morir a manos de pollos!), una estampida de vacas abriéndose paso (y desmoralizando) a los Rompehierros, y el general Halfling acabando en desafío con el Señor de los enanos (bueno, he de decir que el general Halfling llevaba la Espada Matademonios, el Amuleto Negro y la Armadura del defensor, y montaba un Dragón Emperador... ¡pero lo hizo! xD).

Después de aquello, se le vio poco por los campos de batalla. Aquella partida marcó un antes y un después en el club: se puede decir que "el mito" tocó el fango, y casi todos allí nos empezamos a plantear que era más importante pasarlo bien que ganar. Lo principal es divertirse, incluso en un torneo: divertirte tú y que se divierta el oponente. Si no consigues eso... ¿qué estás haciendo en este hobby? ¿Pudrirlo?