viernes, 31 de diciembre de 2021

¡Adiós, 2021! ¡Hola, 2022!

Nos encontramos a las puertas de fin de año y es momento de echar la vista atrás una vez más. Esta es pues una entrada muy personal, y aunque también trataré temas relacionados con el hobby también hablaré también de otros temas que poco o nada le importarán a nadie. Avisado quedas.

 


Este año ha estado un tanto marcado por las pérdidas. “¿Qué se ha perdido?” te preguntarás. Bueno a nivel informático se perdieron cositas. No es algo personal, pero me viene a la mente la tragedia sufrida por los compañeros de ¡Cargad! cuando se incendiaron los centros de datos en los que se almacenaba su web (la suya y la de decenas de miles de usuarios) cuando la “nube” ardió. Afortunadamente para todos, Pater Zeo hizo uso de la nigromancia informática para hacerla resurgir de sus cenizas.



En lo que a mí se refiere, el año ya empezó con la pérdida de mi antiguo disco duro. La típica caída tonta, el mítico resbalón de dedos propició la pérdida de un año de trabajo personal y de más de una década de archivos bajados de la red. Sí, casi todo mi material de archivo se desvaneció, o casi todo aquello de lo que no tenía una copia de seguridad y por no hablar de todos los proyectos iniciados (o que no publiqué en su día tras acabarlos por alguna u otra razón). Sé que es una tontería cuando lo comparas a la pérdida que sufrieron Nama y los suyos, lo sé. Pero aunque sea a pequeña escala no pude evitar empatizar con su situación. Afortunadamente en ambos casos acabamos tocados pero no hundidos, y aunque habrá cosas que se hayan perdido para siempre el poder de las copias digitales pudo restaurar parte de toda esa labor. Hay cosas que volvieron a estar como siempre, otras que han “regresado” a un estado pre-alfa, y algunas que habrá que reconstruir desde cero.

Pero la pérdida que más me ha marcado en los últimos meses ha sido la de mi querida furgoneta. Sí, esa furgoneta que os mencionaba en tantos artículos cada vez que nos íbamos a tal o cual torneo vio el fin de sus días en un accidente múltiple en autovía; durante 17 años y cientos de miles de kilómetros me llevó por senderos inimaginables. ¡Cuántos viajes disfruté con mis amigos gracias ella! ¡A cuántos torneos nos llevó! ¡Cuántos transportes y mudanzas se comió con el fin de sacarme un dinerillo con el que subsistir cuando no tenía trabajo! ¡Cuántos trayectos hacia tal o cual acto! ¡En cuántas fiestas nos dio cobijo, en aquellos montes dejados de la mano de dios! Y por qué no decirlo, ¡cuántos polvos eché en ella! Bueno, tampoco es que fueran demasiados pero unos cuantos sí que hubo. Su último acto de generosidad fue dar su vida por la mía para que yo no sufriera ni un rasguño y que pudiera seguir adelante.


 

Hasta siempre, compañera.


Si he empezado por cuánto se ha perdido ha sido precisamente para dejarlo marchar lo antes posible y centrarme en todo lo que se ha ganado. Para terminar con la ristra de temas personales, volví a recuperar mi antiguo empleo en -leer con total desdén y falta de pasión por la vida- la fábrica de cajas. Ante las dudas que te puedan asaltar ahora; no, no ensamblamos las cajas, tampoco contendrán golosinas nunca, sí hay líneas amarillas que puedes seguir para volver a la puerta de entrada y el proceso se realiza a una velocidad cuatrocientas veces superior de lo que tu cerebro cree. Después de varios años saltando de curso en curso del paro estando en la ruina económica, sobreviviendo a base de ñapas informáticas, mudanzas, chapuzas y los sobres de mi abuela por fin estoy empezando a volver a ganarme la vida (al punto de haber conseguido un contrato indefinido, algo que mis ojos no habían visto nunca).

Pasando ya a temas que puede que te interesen más si has llegado hasta aquí, toca hablar del tema recurrente: Warhammer Reforged. Este colosal hobby me ha absorbido bastante. Osea, más, quiero decir. Desde finales de agosto hasta hace un mes estuve totalmente enfrascado en el proceso de desarrollo de los libros de ejército alternativos, el cual os aseguro no ha sido un parto fácil. Decidí ser previsor y repasar con buena calma aquellos libros de ejército de los cuales he sido responsable directo, y menos mal que empecé a finales de verano porque el tiempo se fue esfumando como por arte de magia. Para rematar la faena, a falta de 3-4 semanas para sacar los libros la Ley de Murphy se cebó con el ordenador de Yibrael y su sistema operativo se fue al carajo con el resto de los libros dentro. Así que no solo tuve que buscar la manera de acceder a los datos (virtualizando un Ubuntu sobre el suyo para acceder a la estructura de archivos), sino que me comí esta vez en solitario la revisión de formato y corrección de erratas. Para pegarse un tiro al terminar. Es por todo esto que considero una pena no hablar de ciertas cosas... así que lo voy a hacer.



Sobre La Asamblea: ¿Qué decir de estos pequeñajos que no haya dicho ya? Han sido una de mis pasiones en los últimos años. Comprendí finalmente que el ejército no funcionaba mal en su versión beta, pero que necesitaban un empujón para llegar a poder hacerle frente a su gran rival: los ejércitos con tropas de Resistencia 4. No quería caer en el error de barrer para casa, pero había cambios importantes a realizar. Por lo demás tengo pendiente seguir avanzando en la pintura y enseñaros algunas de mis últimas adquisiciones así como hablaros de algunas miniaturas a las que les he echado el ojo.

Sobre Tierras del Sur: Nunca fui un fanático de los lagartos, aunque sí de los trasfondos rebuscados, fragmentados y anacrónicos. “No hay mucha información” es la frase que más repiten aquellos que se atreven a tocar el tema. Y es cierto, hay que mirar en mil sitios solo para encontrar en ocasiones unas vagas descripciones pero aquello suponía un desafío. Una vez reunida toda la información fue base suficiente para rellenar todo lo demás con alguna que otra licencia histórica prestada del mundo real (era lo que hacían los diseñadores de Fantasy desde siempre, y si no, preguntadle a Mazdamundi). Os juro que le he puesto el mayor de los cariños y he dado lo mejor de mí por plasmar un libro único en su especie y lleno de personalidad, en el que los Eslizones fuesen los auténticos protagonistas y que sea digno para todos aquellos interesados en esta parte del mundo de Warhammer Fantasy.

Sobre los Hobgoblins y Machotez de Grimgor: De estos libros hay que decir que me subí a los proyectos ya iniciados por Yibrael para realizar los testeos y terminar de darles un poco de personalidad. Cualquiera que se haya embarcado en la tarea de realizar un libro de ejército propio por diversión para jugarlo a la edición que sea sabe que los no es una tarea que se realice de una sola tacada; hay ideas que madurar, puede que meses más tarde de darlo por cerrado te des cuenta de algo que cambia tus perspectivas... y agota. Tarde o temprano llega un punto en que se te acaban las ideas o te falta inspiración para enfocar los problemas que surgen. Así que como con todo me alegro de haber podido aportar lo que ha estado en mi mano para reforzar la jugabilidad de unos ejércitos muy particulares a la par que competentes. Espero de verdad que disfrutéis de la particular visión que os ofrecemos sobre estos singulares pielesverdes.

Sobre los libros alternativos en general: Pese a que en ocasiones haya sido un poco agobiante, ha sido en parte un placer y un privilegio haber tenido la oportunidad de echarles el guante a los documentos para pegarles un repaso personalmente al estilo del formato y eliminar las erratas de escritura. Y además haber trabajado de forma más estrecha con los autores de los mismos (mis buenos ratos me tiré hablando con Jolrael y Luffy sobre Middenland y Eshin, respectivamente), que al final cuatro ojos ven más que dos. Aunque como todo en esta vida, no podía salir todo a la perfección...

Sobre el Culto de Matadores en concreto: Creo que debo decirles algo a los jugadores Enanos de Reforged algo sobre este libro de ejército. Lo siento, os pido disculpas. Para quienes no lo sepan, el estado en el que salió el libro no es aceptable y asumo la responsabilidad. Como dije más arriba he sido yo quien maquetó a contrarreloj los 20 libros de ejército, pasaron varios días sin poder dedicarles ni un rato y cometí un gran descuido al dar el libro por acabado. Mariano, autor del libro, me tuvo que pedir que le echara un cable pues tampoco tenía apenas tiempo libre en esas fechas y tampoco pudo estar pendiente de lo que hacía. Para cuando quise darme cuenta yo me vi con varios documentos rescatados del ordenador de Yibrael y varias notas sueltas del Telegram. La falta de tiempo y de comunicación hizo el resto. Así que en esta ocasión podéis ir diciendo que un Skaven tuvo la culpa. Os prometemos que en cuanto nos tomemos un pequeño descanso en la vida diaria y podamos atender nuestras obligaciones corregiremos el libro como es debido para que quien quiera lo pueda imprimir sin problemas. A fin de cuentas, Reforged es nuestro hobby y le dedicamos el tiempo que nos es posible.

Y sobre lo que está por venir: es de sobra conocido que la sarna con gusto no pica, y que pese a tener la cabeza como un bombo refleja una tendencia sadomasoquista en mí el haber maquetado 20 libros para continuar maquetando en mis ratos libres. Ojo, pero lo que a mí me apetece y no lo que me marque el calendario.

Sabéis que en el Reforged Team no somos de hacer spoilers, pero puedo deciros un par de cosas. La primera, que como va siendo habitual encontraremos un rato a lo largo del año para actualizar algunas de las listas alternativas a la categoría de libro de ejército en fase beta. Y la otra es que yo al menos tengo en la lista de tareas para este año dos nuevas listas alternativas; una es la tercera en discordia de algo que me pidieron hace mucho y, bueno... más bien son tres, porque la segunda me estaba dando un dolor de cabeza bárbaro y la tuve que dividir en dos o me iba a salir la barba haciéndola. Y es que más bien son cuatro, aunque la cuarta ni la cuento porque es como muy... ¡blarg! Además, varios de mis compañeros también están haciendo sus deberes (algunos de ellos los llevabais años pidiendo, truhanes), y entre todos procuraremos seguir haciendo que este hobby crezca tanto que el próximo Annual tenga que venir en varios tomos.

Para terminar quisiera mencionar también a mi querida Asociación Cultural Sigil. Porque siendo tan hogareña como es, creo que ha salido ganando mucho durante el último año. No es que el número de socios haya crecido de manera vertiginosa, pero a mi juicio siguen estando los mejores. Me siento afortunado de tener un espacio que poder compartir con gente afín a mis gustos (o más diversos). Porque poder dedicarme a mi hobby en la forma que me plazca y con la gente a la que aprecio es algo que, para mí, no tiene precio.



Lo creáis o no hay muchos otros temas de los que me gustaría hablar, pero lo dejaré para otra ocasión porque ya os he dado la tabarra bastante. Se despide de todos vosotros el vil y deleznable Niño Borracho. Y por supuesto, ¡OS DESEO FELIZ AÑO NUEVO!
 



jueves, 19 de agosto de 2021

Tras el torneo de Warhammer Reforged en "El Orco Rojo", Valladolid

Han pasado casi dos semanas desde el torneo a 2000 puntos de Warhammer Reforged que tuvo lugar en la tienda "El Orco Rojo" de Valladolid, al cual tuve la fortuna de poder asistir junto con uno de mis amigos de la Asociación Cultural Sigil. Hablaré por supuesto de los detalles del encuentro pero también ha sido una experiencia muy intensa, por lo que la contaré desde mi propia perspectiva como jugador en lugar de ser una simple reseña publicitaria.

 

Tras pegarnos el madrugón, mi copiloto el mejor copiloto del mundo y yo partimos hacia la tierra de los Celtas Cortos -de lo mejor que ha salido de Valladolid, en ese y otros aspectos- escuchando por supuesto "Salida de emergencia". Nada más llegar frente a la tienda nos encontramos de bruces con el resto de jugadores, comenzaron las presentaciones y aprovechamos para tomarnos un café mientras abría la tienda. Fue un placer conocer en persona a Jolrael, otro miembro del Reforged Team. Por supuesto me salí del personaje y me presenté por mi propio nombre -no, no pone "Niño Borracho" en mi DNI- y cuál fue mi sorpresa cuando uno de los jugadores acabó atando cabos y dijo "¡hostia, si tú eres de los jefazos!"; ante lo cuál no sabía dónde meterme pero admito que fue gracioso experimentar esa situación en vivo.

La tienda abrió y Lucas -el dueño de la tienda- supo ponernos en orden rápidamente y organizó las batallas. Se determinaron al azar los dos primeros escenarios, Romper la línea y Sangre y gloria, siendo Batalla campal el último escenario que se jugaría. Si mencioné al chico sorprendido antes ha sido también porque me tocó jugar contra sus Hombres lagarto, defendiendo el escenario con mis Halflings. Esta primera batalla estuvo muy marcada por la suerte. Si bien los ejércitos cuyas tropas tienen un valor de Resistencia de 4 son un hueso duro de roer para los Halflings, he de decir que el haval hasta acababa por pedir perdón cada vez que salvaba una de las heridas que lograba cauusar sobre sus tropas. Sin embargo también logré sorprenderlo con mis Pequeños espaderos y aprendió a tenerlos en cuenta. Resultado: masacrado.

 

La segunda batalla tuvo lugar contra un ejército de Condes Vampiro enfocado a las Lahmia, en el escenario Sangre y gloria. En principio el escenario pudo haber sido mío, porque mi oponente tenía tan solo cuatro puntos de gloria y yo ocho y el objetivo era reducir ese número a dos; desafortunadamente para mí, mi personaje con Francotirador no hizo bien su labor, de lo contrario podía haber ganado el escenario de haber acabado con su general. Además tuve que hacer frente a tres unidades Etéreas y sin tener apenas Ataques mágicos en mi ejército -solo algunos personajes los tenían-. Y sin embargo logré acabar con su unidad de Lobos espectrales por resolución del combate. Hicimos la pausa para comer, algo que mis miniaturas estaban deseando. Ya para rematar la faena, tras capturar varios de mis estandartes me hizo la "gallegada" de pegarme al Portaestandarte de batalla sin desafiarme, y la batalla fue suya. Sé que no puedo enfadarme por ello porque a fin de cuentas es una táctica legítima que impide hacer inmortales a los personajes, pero !hacerle eso a un Halfling, cómo se puede ser así! ¡Vergüenza sobre ti, vergüenza sobre tu vaca! Resultado: masacrado.

 

En la última batalla me enfrenté a los Altos Elfos en el escenario Batalla campal. Se trataba de un ejército que podía haber sido muy duro en otras circunstancias, pues contaba con dos unidades de Yelmos plateados, una de Dragoneros y otra de Maestros de la espada con un Señor del conocimiento que podían Flotar. En esta ocasión tuve más suerte, según se mire; mi Cocinero logró hacer Tozudas a mis unidades en el núcleo del ejército -¡Viva el vino!- aunque a costa de desatar una Fuerza irresistible. Murió a consecuencia de la disfunción, pero toda la fuerza del ataque de mi contrincante se estrelló contra mis Halflings. Llegado mi turno, logré apoyar con mis ogros haciendo cargas por el flanco e hice huir su caballería, por lo que solo era una cuestión de tiempo hacer huir al resto y decidimos que el resultado fuese una Victoria decisiva a mi favor.

 

En la clasificación final, mis Halflings no se llevaro nada. Por no llevarse, no se llevaron ni la "cuchara de palo" pues quede undécimo y no último. En el podio quedaron medalla de bronce los Demonios del Caos, los Bretonianos se llevaron la medalla de plata y el oro fue para los Dragón Sangriento. Que ahora que lo pienso fue la leche, porque ya en la primera partida quería conceder por "lo mal que le estaban saliendo las cosas"... cosas que pasan. Al final de todo se sortearon los premios en vales de la tienda entre los participantes y lo aproveché de inmediato para llevarme para casa unas cuantas miniaturas para mí y para algunos de los amigos que no pudieron asistir. Yo incluso había llevado copias de algunos marcadores de Warhammer Reforged impresos para repartir entre los jugadores, y quien fue el ganador del torneo tuvo el detallazo de regalarnos a cada uno una miniatura impresa y temática de nuestros ejércitos.

A lo largo del día no había nadie de los presentes con quien no hubiera podido tener la ocasión de mantener unas palabras (incluso con dos tipos que se acercaron por la tienda a preguntarme a mí precisamente qué me parecían otras iniciativas... fue muy curioso). Me encantaría poder relatar todas las vivencias y sensaciones que me proporcionó charlar con toda la gente, pero me sería imposible. Prefiero quedarme con lo último que he comentado antes sobre los regalos: aquel día fue un regalo en sí mismo, de todos y para todos. Por ser el único de los miembros iniciales de la iniciativa que había podido acercarse hasta allí me llevé el cariño y agradecimiento que le correspondía a todos los miembros del Team y en gran parte al resto de la comunidad. Si hay algo de lo que quizás tenga más mérito es por el hecho de haber hecho flipar a mis oponentes con el ejército que llevé. Eso, y el haberlo compartido con una de las personas a las que más aprecio he ganado en los últimos años. Es algo que no tiene precio.

Y ahora, metralleta de fotos de lo que ha sido uno de los días más estupendos que he tenido en el último año y medio largo:




































































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