Poco a poco van saliendo las opiniones sobre "Warhammer: Age of Sigmar", y en esta ocasión los jugadores han presionado a Toumas Pirinen (quien formó parte del estudio de GW entre 1996 y 2000, allá por la quinta edición) para que muestre sus opiniones al respecto. Personalmente no es que concuerde al completo con sus opiniones, pero sí en gran medida, y me pareció interesante compartirlo con vosotros.
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Warhammer: Era de Sigmar - Deconstrucción de producto
Renuncia: los siguientes son pensamientos y opiniones propios, y no reflejan la línea oficial de Games Workshop en ningún modo, figura o forma. No he trabajado para GW hará una década. Me reservo el derecho de estar completamente equivocado sobre esto.
Bien, no hay modo en que pueda dejar pasar esto, estoy enterrado en peticiones sobre escribir lo que pienso sobre las reglas del nuevo Warhammer: Era de Sigmar. Será mejor que me ponga con ello.
Visión general y estrategia de producto
He empleado una justa cantidad de tiempo leyendo las reglas de Warhammer: Era de Sigmar, y los asociados Pergaminos de Guerra, y he terminado por la gama de miniaturas y el trasfondo.
Los puntos clave: Gratuito, reglas más fluidas y modelos (a lo 40K) visualmente impresionantes y muy caros me habla de estrategia: con esas reglas, puede hacer que mucha más gente pruebe el juego y agarre las reglas rápidamente. A algunos de ellos les gustará el juego, y podrán permitirse el coste asociado a él, y sin un límite de puntos en los ejércitos, se pueden gastar en el juego tanto como quieran.
Veo que la nueva gama de miniaturas atraerá a muchos coleccionistas, y tal vez unos pocos jugadores - un posible enfoque de negocios válido.
Considerando todo esto, hace objetivo a una clase muy particular de consumidor: alto poder adquisitivo, social y centrado en el coleccionismo de objetos de alta calidad de diseño - muy parecida a la táctica Apple. Se trata de una apuesta tremenda el ver si esta nueva dirección funciona. También puede suponer un nuevo mundo para GW de enganchar una nueva casta de jugadores que no hayan estado expuestos a Warhammer antes.
Para entender el cambio en el juego es importante ver que aquí hay muchas cosas que están en marcha de las que el aficionado medio no tiene necesidad de preocuparse: el espacio ofrecido en tiendas (Warhammer requiere una enorme cantidad de espacio), la espiral de costes asociado con realizar un producto físico, la intensa competición entre los juegos digitales y físicos y el aumento de la impresión en 3D en el futuro.
Miniaturas
Cuando se va a esculpir una miniatura, la rígida jerarquía del clásico Warhammer los limita, algo que siempre fue un problema con las comparaciones a 40K. De modo que no estoy sorprendido de ver las peanas redondas y miniaturas mucho más grandes y más articuladas. También son muy complejas para evitar el inmediato peligro de la impresión en 3D al menos por un tiempo.
Después de todo, muchas de las miniaturas están sensacionalmente bien realizadas, y dudo de que otra compañía logre los púramente intrincados detalles de las mismas en poco tiempo. Que a la gente le guste el diseño en si mismo es otro problema, pero le dan la sensación de diseño occidental moderno. Como siempre, un problema de gustos.
Las reglas
Las reglas en si mismas tienen unas ideas muy elegantes, y estoy contento de que parte del espectáculo sea auténtica creatividad y oportunidades para situaciones interesantes durante la partida. Me gustan algunos de los elementos de riesgo/recompensa, como las reglas de cargas. Algunas no las entiendo, como obtener un bonificador mayor si ganaste tu anterior partida, da igual cuando tuviera lugar. Esto hace encaminarse al juego en una dirección.
En general, las reglas son fluidas, breves, fáciles de absorver y darán lugar a partidas muy simples. Sin maniobra táctica ni bonificadores de flanco/retaguardia, las partidas se convertirán en inmensas masacres en el centro, con uno de los bandos destrozado, con un resultado que tenga mucho que ver con la suerte. También observo algunas oportunidades preocupantes a la hora de hacer trampas, especialmente a la hora de personalizar los modelos para obtener una ventaja extra. Pero también veo que puede dar lugar a momentos divertidos y tensos, viéndolo como juego casual.
Y esas temidas reglas de baile... personalmente no soy el tipo de diseñador al que le guste obligar a los jugadores a bailar, cantar o gritar durante la partida: muchos jugadores son introvertidos, o tienen discapacidades o condiciones de salud que les impidan realizar movimientos del cha-cha-cha en mitad de la partida. Veo el deseo de hacer de Warhammer más social, pero no hubiera ido por ese camino por mi mismo; más bien, hubiese dado a los jugadores otras recompensas que bonos en el juego por tener un comportamiento embarazoso.
Con todo, las reglas se han simplificado, racionalizado y dirigido claramente a conseguir que prueben las reglas mayor número de nuevas personas posibles.
El mundo de Warhammer
Estoy por supuesto triste de ver marchar el mundo de Warhammer, ya que fue un trabajo de amor de mucha gente y muchos años, incluido yo. Es uno de los más icónicos y duraderos mundos de fantasía jamás creados. Pero veo en ello cierta lógica: el mundo de Warhammer estaba completo, y era un mundo de baja fantasía. A fin de traer más criaturas fantásticas y nuevos ejércitos (sin hacer imposible hacer encajar todos los nuevos modelos en las tiendas de Warhammer), una pizarra limpia era el camino más fácil para seguir adelante. Es personalmente difícil para mi de ver, pero si la apuesta les sale bien podría merecer la pena para GW.
También me atrevería a pensar que habrá un conjunto de reglas más avanzadas para los jugadores más tácticos y estratégicos a los que se les quede pequeño el reglamento de cuatro páginas. Pienso que veremos especialmente suplementos para magia. Sin un desarrollo posterior de las reglas, no estoy seguro sobre la longevidad del juego. Fácil de comprender y difícil de dominar es el Santo Grial del diseño de juego, y no estoy muy convencido de que estas reglas lo sean. Para lograr que el cliente vuelva, el juego necesita un compromiso a largo plazo y eso requiere profundizar más en ello. Creo que veremos esto en los próximos meses.
Pensamientos finales.
Como siempre, deseo a GW y su equipo el mayor de los éxitos - el sustento de muchas familias dependen de ello. Mucha gente con un talento fantástico trabaja en el Estudio y más allá a quienes respeto más que palabras puedo decir. Veo el Era de Sigmar como una enorme apuesta. También siento que puede haber sido una apuesta que iban a tener que hacer de una manera u otra. Tal vez observemos un grupo más reducido de jugadores, pero uno muy lucrativo que emerja de estas reglas y miniaturas.
Por último, quiero decir esto. Si te gustan las nuevas reglas y miniaturas, mantén la cabeza bien alta: todo jugador tiene el derecho a gustarle lo que le venga en la maldita gana. Pero respeta a la vieja guardia, ellos construyeron el hobby en lo que es hoy.
Si no te gustan las reglas, lo entiendo absolutamente. Por favor no se desquite con la gente a la que si le gustan. Como jugadores no hemos tenido tanta variedad y calidad entre la que escoger cuando esto le sucede a nuestro juego.
Las críticas argumentadas y el debate ganan sobre la amargura todas las veces.