lunes, 31 de octubre de 2016
viernes, 28 de octubre de 2016
jueves, 27 de octubre de 2016
9th Age no es Warhammer
Tras mucho, mucho tiempo sin escribir un artículo de opinión (tened en cuenta esta palabra antes de seguir leyendo: OPINIÓN), ha llegado la hora de mojarse. Pensaba no hacerlo, pensaba no opinar al respecto, porque mi opinión sobre juegos basados en Warhammer puede estar viciada (ya sabéis que formo parte del Proyecto Reforged). Pero tarde o temprano tenía que hacerlo. Durante cinco años y medio (un poco más en realidad) he estado opinando sobre GW, sobre Warhammer, y nunca me he cortado al escribir lo que pienso, y esta vez no debe ser diferente.
Tras el cierre de la línea de Warhammer por parte de la malvada multinacional británica, los fans se han organizado (nos hemos organizado) y han hecho varias versiones fan-made de Warhammer. Hay varias: por citar sólo un par de ejemplos, tenemos MDNR (de Namarie, del blog ¡Cargad!), que básicamente es la 6ª edición con adaptación de las unidades y personajes de las otras ediciones "Cavattore style"; y tenemos **CENSORED**, que se ha dedicado desvergonzadamente a copiar sin permiso el material de este blog, modificarlo cutremente y presentarlo como propio.
Como sabéis, durante el último año he estado embarcado, junto a Ragnor y Endakil, en Warhammer Reforged, nuestra propia versión fan de Warhammer. No voy a ahondar en ello: tenéis toda la información en el blog de Reforged. Por supuesto, crear una versión de Warhammer implica posicionarse ideológicamente sobre Warhammer. ¿Qué es Warhammer?
Para iniciar, voy a tratar de clarificar qué es Warhammer. ¿Y qué es? ¿Es acaso un concepto abstracto, como "amor" o "justicia"? Desde luego que no. Warhammer es algo tangible, identificable. No se trata de un concepto inefable: es algo que se puede definir perfectamente (pese a lo que muchos quieran pensar): me recuerda una anécdota que me sucedió trabajando hace unos años: eran las 3 de la tarde, y una señora entró en la tienda y dijo "Buenos días", a lo que yo contesté "buenas tardes". La señora me dijo que ella aún no había comido, y yo contesté que el mediodía era el momento en el que el sol estaba en su cénit, no el momento en el que ella terminaba de comer.
Vemos una miniatura de maestro de la espada de Hoeth, una novela de Gotrek y Félix, un cómic de Inferno, un fimir de Forgeworld, el manual "Castle Drachenfels" de WFRPG1ed, el Shadow of the Horned Rat (el videojuego) o los pins que regalaban con los kráneoz, y sabemos, claramente y a ciencia cierta, que es Warhammer, que es una parte de Warhammer (aquí no voy a entrar en los conflictos de canon, y me remito al ya famoso "todo es canon, pero no todo es cierto"). Todo eso es claramente Warhammer.
¿Es Warhammer un juego? Sí, y no. Igual que tus riñones o tu páncreas son una parte (importante) de ti, no son tu ser al completo. Warhammer Fantasy Battles, en sus 8 ediciones, es sólo una parte de Warhammer. Una parte muy importante (¿su corazón? ¿su cerebro?), pero una parte al fin y al cabo. Todo lo demás (el juego de rol en sus dos ediciones, las novelas, los comics, los videojuegos, los juegos de mesa, Mordheim, los juegos de cartas...) también son parte de Warhammer.
Entonces, Warhammer no es sólo un juego: es una ambientación de fantasía (setting) que ha ido cambiando y evolucionando a lo largo de los años (desde 1984 hasta el Fin de los Tiempos). ¡Si hasta lo dice claramente en la wikipedia! : Warhammer Fantasy is a low-fantasy setting, created by Games Workshop, which is used by many games, including the table top wargame Warhammer Fantasy Battle, the Warhammer Fantasy Roleplay (WFRP) pen-and-paper role-playing game, and the MMORPG Warhammer Online: Age of Reckoning.
Entonces, si Warhammer es una ambientación, se puede afirmar que las versiones fan de su material, desde iniciativas como Warhammer Reforged o MDNR, versiones de Mordheim, módulos hechos por fans para el juego de rol o incluso mods para sus diversos videojuegos, también son Warhammer. No son oficiales, desde luego, pero transcurren en la ambientación de Warhammer.
Eso es algo que no pasa con Age of Sigmar (AoS): aunque toma algunas referencias de Warhammer, tiene el sello de oficialidad de GW y supone una especie de continuidad de la historia en otro mundo, no es Warhammer. La ambientación es diferente (es algo así como "Las nuevas aventuras de He-Man" con respecto a "Masters del Universo"... si pillas esta referencia, eres tan viejuno como yo, o más XD).
Y vamos al asunto que inició la entrada: ¿Se puede considerar que 9th Age es Warhammer? Claramente no, aunque tenga algunas similitudes con las reglas de una de las 8 ediciones del juego de batallas fantásticas de Warhammer.
Y ahora, a desbarrar :P
La iniciativa 9th Age, basada en las reglas de la octava edición de Warhammer Fantasy Battles y modificada por un amplio grupo de jugadores, es bastante popular a día de hoy entre muchos jugadores de Warhammer. En particular, los mismos jugadores que durante la octava edición plagaban los torneos. Sí, de ellos estoy hablando: los jugadores competitivos.
¡Que a nadie le pille de sorpresa! Llevo más de cinco años criticando duramente ese estilo de juego en el blog, y pienso seguir haciéndolo. Como juego en el que se gana y se pierde, es normal que aparezcan jugadores competitivos en el mundillo de Warhammer: a todo el mundo le gusta ganar, pero al final lo que te llena es el proceso. Una victoria dura unos segundos, pero una partida es mucho más que eso: implica elegir un ejército, comprarlo, montarlo, pintarlo y pensar una estrategia. Implica dos, tres o incluso más horas de juego con otra persona. Y eso es mucho más tiempo que lo que dura una simple victoria o derrota. Un ejército es la expresión de la persona que lo ha montado, pintado y jugado. Un ejército pintado, construido en torno a una temática y con su propia historia siempre, siempre, SIEMPRE será mejor que el ejército híper-competitivo de turno (¿Qué se lleva ahora? ¿Muchos brujos druchii a caballo? ¿7 girocópteros? ¿2 fénix y un dragón?).
El tipo que se presenta a jugar una partida de torneo con uno de esos ejércitos afiladísimos, híper-competitivos y CLÓNICOS (internet se lo pone muy fácil a esa gente) sólo piensa en sí mismo cuando juega. Sólo le preocupa ganar, probablemente por un problema de autoestima (y eso en un torneo, imaginad lo repugnante que puede ser la gente que se presenta con uno de esos ejércitos a una pachanga con los amigos). Está faltando al respeto a su adversario, ya que cualquier idiota* puede copiar una lista de internet (listas que tratan de aprovecharse del sistema de juego para obtener una ventaja injusta) y comportarse como un abogado sin escrúpulos en la interpretación de las reglas en cada situación.
Pero estamos hablando de un juego en el que ya sólo echar una única partida lleva dos o más horas (y si contamos el tiempo invertido en preparar y pintar un ejército...), y es parte de nuestra responsabilidad que el adversario disfrute de la batalla tanto como nosotros. ¿Ganar? ¿Perder? Lo que cuenta es haberlo pasado bien durante la batalla.
En parte me alegro de que 9th Age haya agrupado a todos esos jugadores en torno a su logo y su circuito de torneos. Que compitan entre ellos, que discutan por la interpretación de las reglas y que se machaquen unos a otros con sus combos y sus cebadas.
Siempre me sale una sonrisa al recordar la firma de alguien que posteaba en un foro de Warhammer: "El juego competitivo es como el turismo de botellón: da más dinero, pero lo deja todo hecho una mierda".
Lamento que algunos se vean arrastrados a 9th Age porque en el lugar donde juegan sea la única opción, porque tengo claro que no es para todo el mundo. A toda la gente que piense como yo, que crea que el juego competitivo mató Warhammer y está matando sus rescoldos, que añore las historias de Gotrek y Félix, de Karl Franz, de Teclis y de Nagash, que sepáis que no estáis solos. Que existen muchas opciones más allá de 9th Age, opciones que sí que son Warhammer, y están ambientadas en el mundo de Warhammer (nada de "Equitania" ni cosas raras de esas XD).
¿Warhammer ha muerto? ¡Larga vida a Warhammer!
*Si te has ofendido por haber leído la palabra idiota asociándose con comportamientos descritos que se asemejan a los tuyos, probablemente no sabes lo que significa "idiota" (La palabra idiota proviene del griego ιδιωτης (idiotes) para referirse a aquel que no se ocupaba de los asuntos públicos, sino sólo de sus intereses privados). ¿Ves? No significa "tonto". Significa exactamente eso, que define perfectamente a los jugadores competitivos.
miércoles, 26 de octubre de 2016
lunes, 24 de octubre de 2016
Warhammer 40K: "Tácticas Obvias", cómic en castellano
Hoy vengo para dar un obsequio a los y las fans de Warhammer 40K. Se trata nada menos que la recopilación del cómic "Tácticas Obvias" que da ambientación a las aventuras de dos marines Ángeles Sangrientos; Antenor y el bibliotecario Troilus. Este cómic apareció originalmente en la revista de cómics y relatos "Inferno!", durante sus primeros números. Posteriormente llegaría traducido a nuestras tierras a través de la revista "White Dwarf", dando así promoción a la existencia de la revista entre finales de 1999 y principios del 2000. También fue recopilado en un solo volumen por la Black Library en inglés, pero por lo que he investigado no llegó a aparecer del mismo modo en castellano. Así que tras tomar la estupenda colección de revistas de La Cueva del Friki Solitario (mil gracias por todo, fiera) lo he recopilado y maquetado para vuestro disfrute.
Ahora os voy a ser totalmente sincero; no tendría ni por qué decir esto, y podéis pensar de mí lo que queráis. No pretendo desanimar a quienes quisieran imprimirlo para tenerlo en formato físico, pero la calidad de los textos no es de las mejores. Éste es un trabajo que he realizado de puro rebote y sin buscarlo directamente, mientras me encuentro enfrascado en la revisión de dichas revistas a consecuencia de otros proyectos que tengo en mente. Lo hice porque se puso frente a mis ojos, y tampoco me he matado en exceso. Me explicaré.
Por un lado tenía el cómic en español en las "White Dwarf", pero con una calidad bastante regulera. Y por otro, el mismo cómic en las revistas "Inferno!", en una calidad más que aceptable para su impresión pero en anglosajón actual. Pude haber editado con el Paint la edición inglesa dado que no tenía que ponerme a traducirlo y hubiera quedado genial. Sin embargo, me limité a mejorar la calidad de la edición española original con un par de pasadas por Photoshop, respetando que los textos fuesen legibles y mejorando su calidad en algunos casos. Ahora bien, ¿podía haberlo hecho del otro modo para obtener así un mejor resultado, de manera que quienes quisieran imprimirlo hubiesen obtenido una calidad casi profesional? Sí. Así que una de tres; o bien os conformáis con lo que hay, u os organizáis y protestáis para que lo haga, o lo hacéis por vosotr@s mism@s.
Ahora os voy a ser totalmente sincero; no tendría ni por qué decir esto, y podéis pensar de mí lo que queráis. No pretendo desanimar a quienes quisieran imprimirlo para tenerlo en formato físico, pero la calidad de los textos no es de las mejores. Éste es un trabajo que he realizado de puro rebote y sin buscarlo directamente, mientras me encuentro enfrascado en la revisión de dichas revistas a consecuencia de otros proyectos que tengo en mente. Lo hice porque se puso frente a mis ojos, y tampoco me he matado en exceso. Me explicaré.
Por un lado tenía el cómic en español en las "White Dwarf", pero con una calidad bastante regulera. Y por otro, el mismo cómic en las revistas "Inferno!", en una calidad más que aceptable para su impresión pero en anglosajón actual. Pude haber editado con el Paint la edición inglesa dado que no tenía que ponerme a traducirlo y hubiera quedado genial. Sin embargo, me limité a mejorar la calidad de la edición española original con un par de pasadas por Photoshop, respetando que los textos fuesen legibles y mejorando su calidad en algunos casos. Ahora bien, ¿podía haberlo hecho del otro modo para obtener así un mejor resultado, de manera que quienes quisieran imprimirlo hubiesen obtenido una calidad casi profesional? Sí. Así que una de tres; o bien os conformáis con lo que hay, u os organizáis y protestáis para que lo haga, o lo hacéis por vosotr@s mism@s.
viernes, 21 de octubre de 2016
jueves, 20 de octubre de 2016
La sombra de la muerte (relato clásico)
Apoyándose
en su bastón, Heinrich Kemmler salió con decisión de la caverna,
hacia la mortecina luz del ocaso. Su apenas contenida furia hacia los
ejércitos del Imperio se había convertido en una suave irritación.
Tras años de vagar por las Montañas Grises había llegado a la
conclusión de que la ira sólo enturbiaba su mente. Con una mente
clara siempre podía evitarse cometer un error. Hoy no habría
fallos.
Los
ignorantes hombres bestia que plagaban el bosque de Reikland habían
obligado al Emperador y elector de Reikland a organizar un ejército
en un intento de acabar con esas viles criaturas. Aunque sólo
lograban pequeños éxitos, la simple presencia de tropas imperiales
en la zona le había obligado a detener su trabajo. El tiempo era
irrelevante, Heinrich estaba más allá del concepto de tiempo. Era
el posible descubrimiento de su proyecto secreto lo que más le
preocupaba y le obligaba a dedicarle una atención especial. Cada
vez, el Imperio se acercaba un poco más: todos sus siervos habían
tenido que retirarse para no ser descubiertos. No hacía mucho, las
fuerzas del Imperio se habían acercado tanto que no había tenido
otra opción que renunciar a algunos de sus siervos. Unos cuantos
huesos dispersos alrededor del bosque no habían despertado sospechas
entre los ineptos soldados humanos. Tendrían que buscar con mucha
más determinación.
Para poder
completar su trabajo era necesario que las tropas imperiales
abandonasen el área. Atacarles sería estúpido,pues tan pronto como
sus siervos fueran avistados, el Imperio organizaría un gigantesco
ejército para destruirlo. La única solución era la de eliminar la
razón de la presencia de las tropas imperiales: Heinrich debía
expulsar del bosque a los hombres bestia. Desde hacía ya varias
noches, Kemmler enviaba algunos de sus esqueletos a espiar las
actividades de los hijos del Caos. Las ignorantes criaturas ni
siquiera se habían dado cuenta, ya que la ausencia de carne de sus
siervos hacía inútil el agudo sentido del olfato de los hombres
bestia. Las criaturas parecían congregarse en torno a una gran
estructura megalítica para alimentarse y combatir entre ellos.
Heinrich sabía que el mejor momento para atacar sería una vez que
estos se hubieran alimentado, cuando estuviesen lentos y pesados. Él
y sus siervos atacarían y expulsarían a las viles criaturas del
área. Sólo entonces podría completar su obra.
***
Con un
entrechocar de huesos y un hedor a muerte, Heinrich Kemmler y su
aprendiz, Rilth, dirigieron su legión de no muertos hacia el
interior del bosque, hacia los hijos del Caos. Ya no ocultaban su
presencia, ramas y vegetación eran destrozadas bajo los pies de los
no muertos en su infatigable avance hacia los hombres bestia y su
piedra de la manada.
***
Los cuernos
de guerra de los hombres bestia resonaron por todo el bosque.
Alarmados por la llegada de los no muertos, las hordas de hombres
bestia se reunieron alrededor de sus señores de la guerra.
Gigantescas hordas de gors y ungors se dispusieron en una tosca línea
de batalla. Los bestigors afilaron sus largos cuernos a la espera de
la batalla que se avecinaba. Desde sus nidos en las ramas más altas
de los árboles llegaron las quejumbrosas arpías, trazando círculos
sobre el campo de batalla, listas para arrojarse en picado sobre los
intrusos.
De repente,
el suelo empezó a temblar debido a las fuertes pisadas, y el aire se
llenó con fuertes bramidos de bestias salvajes. Del templete que se
erguía junto a la piedra de la manada surgieron los descomunales
minotauros, enfurecidos por la presencia de los no muertos en los
lugares sagrados del Caos. Babeando sangre y espumarajos por sus
enormes fauces repletas de colmillos, las gigantescas bestias
blandieron amenazadoramente sus hachas hacia los no muertos.
Balbuceando, los deformes engendros del Caos fueron sacados de sus
pozos y azuzados hacia el enemigo, y los lerdos trolls del Caos
despertaron de su letargo. Los hombres bestia estaban preparados para
la guerra.
***
Los
carruajes de hueso y la caballería esquelética fueron los primeros
en encontrar la piedra de la manada y a sus temidos guardianes. Las
musculosas formas de los trolls del Caos y demás horrores demasiado
terribles para ser descritos surgieron de la oscuridad. Sin titubear,
los guerreros esqueleto espolearon a sus descarnadas monturas hacia
el enemigo. También los carruajes de hueso se abalanzaron sobre las
criaturas del Caos a gran velocidad. Las sacrílegas lanzas de
caballería y las antiguas cuchillas de los carruajes atravesaron las
viles criaturas del Caos con facilidad. Sin embargo, gracias al
sobrenatural poder del Caos, las heridas de sus monstruosas criaturas
fueron sanadas, y mantuvieron su posición. Gritando y aullando, las
fuerzas del caos devolvieron el golpe, rompiendo huesos y cráneos
con cada impacto.
***
Khorgor, el
caudillo de los hombres bestia, miró a su alrededor. El campo de
batalla estaba repleto de cadáveres, mientras los dos ejércitos,
uno gritando y bramando, el otro en sepulcral silencio, combatían
por la victoria. A su alrededor, sus guerreros estaban trabados en
feroz combate con las fuerzas del terrible nigromante. El odio se
abrió paso en el interior de Khorgor al descubrir al nigromante
cerca del combate. ¡Ése era el débil humano que osaba desafiar a
los dioses del Caos! Khorgor gruñó una orden, y su hueste de
hombres bestia se lanzó hacia adelante. Por fin comenzaba la
verdadera batalla.
***
Aullando
triunfantes, los victoriosos hombres bestia esparcieron los huesos
rotos que yacían en el campo de batalla. Aferrando su enorme hacha
con sus retorcidas garras, Khorgor corrió hacia la piedra de la
manada y alzó su terrible voz hacia los cielos, ordenando a los
ungors que comenzaran la búsqueda de supervivientes por el bosque.
De repente
se desencadenó una pelea entre un grupo de gors. Las criaturas
mordían y gruñían, luchando por el botín hallado entre los
huesos. Athon-gar, el gran chamán, los hizo retroceder y se inclinó
para observar el objeto que había desencadenado la pelea. Gritando
con una excitación animal, el chamán arrastró el cadáver
decapitado y su cabeza cercenada y lo llevó hasta la piedra de la
manada. Cuando el chamán llegó al enorme monolito, los hombres
bestia a su alrededor comenzaron a cantar y bramaron con placer
cuando el cuerpo fue arrojado a los pies de su ídolo. Subiendo a la
cima de la piedra de la manada con grandes saltos, el chamán colocó
la cabeza con sorprendente cuidado sobre su pináculo. El descomunal
bramido procedente de los hombres bestia de abajo vibró por todo el
bosque.
Una vez
aplacada la conmoción, los gors caminaron hacia el bosque, en busca
de leña para el festín del día siguiente.
***
Cuando
Rilth se retiró del oscuro campo de batalla, sus servidores
esqueleto permanecieron para combatir contra los viles hombres bestia
y permitirle escapar. Aullando y gruñendo, los hombres bestia
acabaron lentamente con los no muertos hasta que no quedó nada
contra lo que combatir. Mientras Rilth huía entre las sombras del
bosque, oyó al caudillo de los hombres bestia aullando en la noche.
Un coro terrible de llamadas animales se unió a su señor para
señalar el fin de la caza.
***
Más tarde
esa misma noche, antes de que los hombres bestia se alzaran para
devorar el cuerpo de su derrotado enemigo, abrió lentamente sus ojos
resplandecientes y miró hacia abajo desde lo alto de la piedra de la
manada, hacia su cuerpo destrozado. El montón de huesos que habían
hecho los hombres bestia empezó a moverse y un esqueleto solitario
se alzó sobre sus pies, de nuevo no muerto. La tambaleante criatura
comenzó a moverse torpemente hacia el cuerpo de Kemmler y tiró de
sus retorcidos miembros. ¡El Viejo Mundo volvería a oír hablar del
Señor de Nigromantes!
Etiquetas:
Hombres bestia,
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Warhammer
miércoles, 19 de octubre de 2016
lunes, 17 de octubre de 2016
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