Para empezar y como siempre, os contaré la historia de la miniatura. Siempre es divertido, pero más en esta ocasión. Sobre el propio carro no hay demasiado que contar. A principios de año compré un par de bloques de miniaturas de orcos con los que iniciar mi ejército y en ellos obtuve piezas suficientes para montar varios carros con diversas dotaciones. Así que me puse a montar y a pintar el que mejor aspecto tenía para empezar a dar algo de movilidad a mi ejército. Pero el héroe que va montado tiene otra historia...
Este simpático orco se vino conmigo en mis maletines como recuerdo de unas jornadas Arkadia hace ya varios años junto con otros modelos -¿Lo veis? !Ya os lo dije!-. Como digo fue un regalo que me hicieron junto con otras miniaturas de marcas que desconocía hasta aquel entonces y os juro que he pasado todos estos años ignorando su origen hasta hace bien poco. Me refiero claro está al juego al que pertenece, porque también está bastante claro que no se trata de un orco de Citadel. Ni se parecía a modelos de orco de otras marcas que ya conocíeramos mis amigos y yo. No es que la miniatura no fuese resultona en cierto sentido, pero parecía hecha de un material extraño, gomoso y de un color turquesa un tanto inusual. Los acabados de ciertos detalles resultan algo bastos, poco definidos. Y meterle la cuchilla para quitar material sobrante y líneas de molde se volvía muy peligroso porque literalmente arrancas material de más como si fuera corcho a la que te despistas. Para terminar de rematar la faena, su pose hacía que resultara imposible encajarlo dentro de un regimiento cerrado con comodidad.
Durante todos estos años, cada vez que movía cajas para sacar miniaturas y acababa en mis manos nos preguntábamos "¿pero de dónde será este orco, de dónde...?" hasta que Yibrael lo descubrió hace poco tiempo y de casualidad. Así es. Yo, precisamente yo soy poseedor de un orco del HeroQuest 25º. Podéis imaginar el careto que se me quedó cuando me enteré. Es decir, sin pretenderlo ni desearlo ya formaba parte de una de las mayores injusticias (por no llamarlo de otra forma hasta que un tribunal dicte sentencia firme) del mundo friki en nuestros días. Si ya es injusta la situación de los centenares de sufridos mecenas del HeroQuest 25º que no han visto recompensado su apoyo al proyecto, el hecho de que yo tenga una miniatura del juego cuando otros puede que ni la lleguen a tener lo hace todavía más injusto. Por ello decidí hacer algo especial con este orco, el cual ha recibido de buena gana y por consenso el nombre de "Dionizzio el Zakeador".
Si quería subirlo al carro para darle presencia necesitaba darle antes algo de altura para que su pose interfiriera con la estructura lo menos posible. Yibrael me dejó tomar unos barriles y una bolsa de la caja de restos, y aprovechando unas medallas de estandartes enanos pintadas de oro logré darle el aspecto de botín saqueado a la vez que ganaba altura suficiente, para así colocarlo encima con comodidad. Por último tomé masilla verde, la extendí como masa para galletas y con el capuchón de un bolígrafo realicé las monedas que están cayendo del carro para realzar más el efecto de ir perdiendo el dinero a medida que avanza.
Por último quería dedicarle unas palabras a los afectados y afectadas por el HeroQuest 25º que estén leyendo estas líneas. Espero de corazón que se os recompense todo el esfuerzo que estáis poniendo por conseguir lo que se os ha prometido o por recuperar aquello que habéis aportado. También espero equivocarme... y que no pase mucho tiempo en que podáis disfrutar con vuestros amigos y seres queridos de unas partidas a la reedición de aquel juego que marcó vuestra infancia. Incluso deseo que las miniaturas que os lleguen tengan una calidad final mejor que la que yo tengo. Pero por ahora cuanto espero es que este pequeño homenaje trasfondístico haya logrado arrancaros unas risas. Y de no ser así, me conformo con que no me odiéis ni me escupáis al cruzaros conmigo por la calle.