Bienvenidos al decimoséptimo (y anteúltimo) de una serie de artículos de trasfondo sobre Planescape: se trata de la traducción del capítulo 3 del entorno de campaña de Planescape para D&D 3.5 realizado por la gente de Planewalker.es (página ya desaparecida). Comenzamos a analizar cada facción en detalle. Hoy, la Sociedad de los Sentidos.
Turim se retorció de agonía, con los ojos muy abiertos por el miedo, el dolor emanando de sus nervios como si fuesen ardientes relámpagos blancos. La baatezu miró maliciosamente su forma crispada y retorcida mientras lentamente y de forma burlona el sirviente imp arrancaba otra capa de la piel de Turim, con una sonrisa retorcida extendiéndose a través de su monstruosa cara.
“¡Basta!” ordenó la paeliryon con su empalagosa voz, una voz que casi podía haber parecido atractiva al shad si no fuese por la obesa y hundida forma que era su torturadora. Acercándose y poniendo su cara chillonamente pintada a escasas pulgadas del rostro de Turim, la diablesa sonrió, clavando suavemente las garras sobre su pecho desollado, mandando nuevas sacudidas de agonía por todo su cuerpo. El shad trató de tomar aliento, pero el aire a su alrededor estaba saturado con la espesa e intoxicante aura que seguía a su torturadora como una pegajosa nube de moscas.
“Quizá ahora quieras hablar, mi pequeño shad, mi hermoso y pequeño shad” susurró persuasivamente “pronto todo esto habrá acabado si me dices lo que quiero saber. Ya sabes cuánto quiero saberlo, y también sabes que quieres decírmelo”. Pasó su lengua delicadamente sobre sus colmillos finos como agujas, y se acercó aún más. “No trates de negarlo. En lo más profundo de tu ser sabes que quieres decírmelo. Sabes que todo puede terminar en un instante. Todo lo que tienes que hacer es contarme ese pequeño y trivial secreto, y tu sufrimiento acabará”.
Turim la devolvió la mirada, con sus ojos llenos de un odio abrumador por esa obscenidad, el mismo concepto del mal encarnado en una forma física. Lo miró de forma calculadora durante unos pocos segundos, y entonces apartó su cara con una burlona expresión de disgusto en su repugnante rostro pintado. Dando súbitamente una voltereta hacia atrás con una velocidad que contrastaba con su tamaño, la paeliryon agarró la esbelta garganta de Turim con una mano, arrancándolo de la mesa a la que estaba atado, y con una mirada maliciosa clavó las garras en sus tripas, como si fuese un muñeco de paja. Gritando de dolor, Turim se retorció mientras sentía su cuerpo arder y su carne perdía la forma lentamente.
Súbitamente el shad sintió una sacudida mientras su mente era lanzada a un oscuro vacío sin forma. Entonces sintió su cuerpo impactando contra el suelo. Abrió lentamente sus ojos, acostumbrándose a la luz, y vio el liso y perfectamente esférico grabador sensorial de piedra en lo alto del pedestal en el que estaba guardado. Jadeando y con chorros de sudor que le recorrían la espalda, se levantó del suelo mientras varios otros Sensibles miraban en su dirección, y uno o dos de los más viejos sonreían satisfechos, conocedores de lo que sucedía.
Su respiración se tranquilizó, y Turim miró el grabador sensorial cautelosamente, con un nuevo nivel de respeto adquirido. Quizá la próxima vez se lo pensase dos veces antes de hacer apuestas borracho con sus compañeros en el Portal Roto; no importaba la cara de respeto con la que le había mirado la anciana githzerai cuando solicitó el uso de ese grabador sensorial específico...
La Sociedad de los Sentidos sigue la filosofía básica de que para poder entender verdaderamente algo, primero tienes que experimentarlo. Con esta idea como su brújula, los Sensibles viajan a través de los planos para encontrar nuevas experiencias, en un proceso para entender nuevos conceptos. Aunque algunos dicen que son simples hedonistas, la verdad es que hay mucho más en esta senda. Un verdadero Sensible aceptará cualquier experiencia por debajo de la muerte, no importa lo desagradable que sea, ya que creen que lo que un Sensible disfrute de la experiencia no tiene nada que ver con lo que pueda aprender de ella. Como resultado de esto, un Sensible puede estar degustando carísimos vinos importados de algún oscuro plano material primario, mientras que otro puede estar probando su resistencia en el Plano Elemental del Fuego, pero ambos lo hacen siguiendo la misma e incansable búsqueda del conocimiento.
Filosofía: Sólo puedes entender el Multiverso si experimentas todo lo que tiene para ofrecerte.
Apodos: Sensibles.
Cuartel general: El Salón Dorado, en Arbórea
Principales razas: Aasimar, bariaurs, caósidos, elfos, semi-elfos, halflings, humanos.
Principales clases: Bardos, guerreros, psiónicos, magos
Fáctol: Cuatha Da’nanin (LN macho semi-elfo Explorador15/Ojo de Da’nanin5)
Miembros prominentes: Annali Webspinner (CN hembra bariaur Guerrera7), Quleine (NM hembra demonio-alu Hechicera 5).
Alineamiento: Cualquiera.
Símbolo: Un disco azul marino sobre un fondo de color azul metalizado más claro. Grabada en la parte superior hay una cara blanca y andrógina, en la que se ven de forma prominente la nariz, los ojos y la boca. Bajo el rostro puede verse una mano y una oreja.
FILOSOFÍA
Los
Sensibles están completamente basados en torno a la experimentación.
Tus sentidos son lo único que te permite saber que algo
verdaderamente existe. Parea saber que un objeto existe, primero
tienes que verlo o tocarlo. Para poder comprobar el sabor de una
comida primero tienes que comerte esa comida. Para entender el
significado de una nueva pieza musical, primero tienes que
escucharla. Esto hace de la experimentación el maestro definitivo, y
todo el conocimiento deriva de ella. Un Sensible puede aplicar esta
explicación para todo lo que se te pueda ocurrir, desde las cosas
físicas que requieren de los sentidos para ser experimentadas hasta
todos los conceptos mentales, que necesitan una conexión con lo
físico, ya que sin inspiración exterior, la mente no puede
funcionar.
Debido
a sus ideales, los Sensibles sienten que para obtener conocimiento
personal, tiene mucho más sentido salir a buscar activamente las
experiencias en lugar de sentarse a esperar que lleguen a ti. En el
tiempo de su vida, un Sensible deberá experimentar incontables
olores, sonidos y situaciones, pero aún así esto sólo es una
minúscula fracción de lo que los planos tiene para ofrecer. Y
aunque cada miembro es alentado a viajar por los planos en busca de
nuevas experiencias, también tienen completo acceso al Sensórium de
Sigil.
El
Sensórium abarca incontables habitaciones en el Salón de Fiestas
Cívicas, la base de operaciones de los Sensibles en Sigil, y cada
una de ellas contiene miles de grabadores sensoriales: pequeñas
piedras redondas que son utilizadas para almacenar ocurrencias o
situaciones específicas que algún Sensible ha experimentado.
Gracias a esto, los jóvenes Sensibles pueden obtener sabiduría de
varias experiencias sin tener que someterse a sí mismos a los
peligros y dificultades de tener que experimentar personalmente. Los
grabadores sensoriales no pueden sacarse fuera del portal de entrada
del Salón de Fiestas Cívicas sin perder los recuerdos y
experiencias almacenados mágicamente en ellos. Esta característica
fue diseñada originalmente como medida de seguridad, pero está
causando muchos problemas a la facción ahora que se está
trasladando al Salón Dorado en Arbórea.
Dado
el tren de vida de la Sociedad de los Sentidos, la vida de un
Sensible puede ser bastante cara. Esto significa que la facción
suele atraer a gente de las clases pudientes, que pueden disponer
fácilmente del dinero necesario para hacer viajes exóticos a otros
planos cuando les apetezca. Esto es a la vez una carga y una
bendición para la facción: por el lado bueno, hay un montón de
pasta disponible para los Sensibles, haciendo de la Sociedad de los
Sentidos una de las facciones más ricas. Son capaces de no escatimar
gastos en las fantásticas producciones de sus bien conocidas obras,
contratando poderosos ilusionistas para que realicen los efectos
especiales y los mejores actores de todos los planos. Pero, por el
otro lado, muchos falsos Sensibles son capaces de medrar en la
facción, creyendo que todo esto va de placer decadente, o al menos
usando los medios de la facción para ese fin. Aunque a muchos
Sensibles les gustaría que se expulsase a esos miembros como los
fraudes que son, algunos de ellos son los principales mecenas de la
facción: sin su apoyo financiero, la calidad de las producciones de
los Sensibles caería en picado.
BREVE
HISTORIA
La
Sociedad de los Sentidos se formó originalmente antes de la Gran
Convulsión, simplemente uno entre la multitud de grupos y facciones
que llenaban la Jaula hasta el borde. Comenzaron como un mero grupo
de asociados que se reunían ocasionalmente por puro entretenimiento,
para hacer más soportable el aburrimiento y monotonía de su día a
día. Realizaban pequeños viajes a través de los planos, o
simplemente conversaban o intercambiaban historias, lo que más les
interesase en cada momento. A medida que fueron pasando los años, la
peña comenzó a oír hablar del grupo, y despertó su curiosidad.
Cualquiera que no estuviese satisfecho con su vida podía unirse al
grupo por las sensaciones y las ocasionales aventuras que pudieran
vivir. La Sociedad comenzó a disfrutar de un creciente flujo de
nuevos miembros, y mientras la facción crecía, los miembros
comenzaron a mirar más allá de las implicaciones inmediatas de sus
experiencias.
Poco
después la Sociedad de lo Sentidos se estableció, y comenzó la
construcción del Salón de Fiestas Cívicas. Se gastó una pequeña
fortuna en levantar el edificio, con sus enormes auditorios,
bibliotecas, teatros y alones de entrenamiento. Pese a la enorme suma
de dinero que costó la construcción del Salón, aquellos que
invirtieron en ello se dieron cuenta del potencial de negocio que
tendría entretener a las masas. Desde su inauguración, el Salón de
Fiestas Cívicas ha estado lleno cada noche con entretenimiento de
todos los estilos y posibles descripciones. Una noche el público
puede quedar cautivado por alguno de los actores más prestigiosos de
Sigil protagonizando una bien conocida tragedia, y la noche siguiente
puede disfrutar de un espectáculo de gimnasia aérea llevada a cabo
por un grupo de acróbatas genasí de aire.
Mientras
las cosas mejoraban constantemente para los Sensibles, gustosamente
permitieron a todos los que quisieran ser miembros unirse,
independientemente de su raza o antecedentes. Los sin pistas que
necesitaban algo a lo que agarrarse tras dejar su Plano Material
Primario encontraron a los Sensibles acogedores, y la facción, como
un todo, comenzó a florecer. Desafortunadamente, los Sensibles se
volvieron demasiado abiertos a la hora de aceptar nuevos miembros.
Muchos de los que se decían afiliados a los Sensibles tan sólo
estaban ahí por los placeres que el Salón de Fiestas Cívicas podía
proporcionar, ignorando el verdadero significado de las creencias de
la facción. Otros pedían los mismos entretenimientos una y otra
vez, sin llegar a apreciar nunca la singularidad de cada experiencia.
Estos falsos Sensibles dieron a la facción la etiqueta de
“hedonistas”, y aunque se han dedicado muchos esfuerzos para que
la facción se libre de esos fraudes, esto sigue siendo un problema
para los Sensibles a día de hoy.
Mientras
tanto, otros grupos y creencias habían estado creciendo, igual que
los Sensibles. De hecho, el número de facciones había empezado a
crecer hasta pasarse: en cualquier dirección en la que mirase un
matasietes, una nueva filosofía había surgido de cualquier parte.
La Dama finalmente intervino en el creciente caos, exigiendo que sólo
hubiese quince facciones en Sigil. Muchas facciones se fusionaron,
otras murieron o se repartieron entre varias facciones más grandes,
pero los Sensibles perseveraron. Fue elegido un fáctol para
organizar la facción, y los Sensibles continuaron creciendo.
Pese
a no ser grandes partidarios en la Guerra de las Facciones, los
Sensibles hicieron lo que pudieron para mantener la paz. En un
intento de detener la creciente anarquía, los Sensibles se unieron a
los Hijos de la Misericordia y el Harmónium, colaborando en el
asalto a la Armería,el cuartel general de la Guardia del Destino.
Finalmente, cuando el polvo terminó de posarse, fueron expulsados de
Sigil junto al resto de facciones. Los Sensibles se dividieron, con
la mitad siguiendo a Da'danin y dejando Sigil, y la otra mitad
quedándose en la ciudad para ayudarla a recuperarse de los efectos
de la guerra. Los seguidores de Da'danin viajaron con él a Arbórea,
y ahora residen allí, en el Salón Dorado. La mayoría de los que
permanecieron en Sigil siguen colaborando en la reconstrucción de la
ciudad y dirigiendo el Salón de Fiestas Cívicas, como siempre
habían hecho.
Aunque
oficialmente el Salón de Fiestas Cívicas ya no está bajo el
control de los Sensibles, estos siguen dirigiéndolo bajo la fachada
del Gremio del Entretenimiento. Annali Webspinner, una bariarur de
gran reputación en la Jaula, es la encargada de dirigir el Salón de
Fiestas Cívicas, llevando diariamente su administración. Insiste en
que el Salón debe continuar siguiendo su objetivo original, y aún
provee algunos de los mejores espectáculos de todos los planos. El
Salón Dorado, aunque actualmente está habitado por menos Sensibles
que el Salón de Fiestas Cívicas, es el centro de poder de la
facción. Desde aquí, el fáctol Da'danin decide las maniobras
políticas de toda la facción, apoyado por un grupo de consejeros.
Aunque Da'danin es técnicamente el líder de toda la facción,
Annali dirige el Salón de Fiestas Cívicas independientemente del
resto de la facción, pafra no incurrir en la ira de la Dama.
Aunque
la mayoría de los miembros permanecen fieles al núcleo de creencias
original, los Sensibles como facción parece que están
experimentando un viraje perturbador en sus ideales. El problema se
debe, principalmente, a su actual fáctol. Da'danin fue el consorte
de la anterior fáctol, Erin Montgomery, una sacerdotisa de
Diancetch, una diosa de la curación. La pérdida de su amada afectó
severamente a Da'danin, y se ha convertido en un individuo más
sombrío e introvertido desde entonces, habiéndose retirado a
meditar durante largos periodos de tiempo. Su desagrado por Sigil y
por su gobernante son bien conocidos en la facción, aunque de
momento no ha tomado ninguna acción al respecto. Esta actitud está
empezando a afectar a los más cercanos a él, y cada vez más y más
Sensibles están empezando a considerar a la Dama como una tirana
hipócrita. Esto ha empezado a preocupar a algunos de los altos
mandos de la facción, y muchos temen que el fáctol deba ser
depuesto si la facción quiere permanecer a salvo.
OBJETIVOS
El
principal objetivo de la Sociedad de los Sentidos, igual que siempre,
es tratar de enseñar a los demás las maravillas de los planos, y
cómo sólo a través de los sentidos puede el verdadero conocimiento
ser hallado. Aunque se hayan mudado a Arbórea, la presencia de
Sensibles en Sigil es todavía una fuera a tener en cuenta. La Dama
puede haber prohibido que las facciones desempeñen funciones
políticas en Sigil, pero el Salón de Fiestas Cívicas continúa
siendo el principal centro de reclutamiento de los Sensibles. Todavía
se realizan las funciones nocturnas que le dieron su nombre original,
y muchos dicen que, bajo la dirección de Annali Webspinner, el Salón
no sólo ha crecido en poder, si no también en la diversidad de los
espectáculos que ofrece.
Una
de las principales preocupaciones de la facción es el estado de su
fáctol. Da'danin ha cambiado drásticamente desde la desaparición
de Erin Montgomery. Aunque originalmente era un tío amable y
abierto, su pasión por las historias acerca de lejanas tierras
parece haberse apagado, reemplazada por una determinación sombría.
Se ha sumido en largos periodos de silencio, se ha vuelto
progresivamente más duro en el trato con aquellos que se enfrentan a
los Sensibles, y el anteriormente abierto Salón Dorado ahora no
permite la entrada a peña que no sea de la facción, bajo pena de
muerte. Parece haber desarrollado un aire apático que puede sentirse
a su alrededor, y hace que quienes están en su presencia se sientan
inquietos. Varios Sensibles acusan a Quleine, una demonio-alu y la
más cercana confidente de Da'danin, de estar envenenando los
pensamientos del fáctol, aunque dada su cercanía con D'danin, pocos
se atreven a cuestionarla abiertamente.
Individualmente,
los Sensibles se dedican a lo que más les hace disfrutar, buscando
nuevas experiencias por todo el Multiverso y regresando de vez en
cuando para contar las historias vividas o grabar sus experiencias.
Esto ayuda a los nuevos miembros a abrazar este estilo de vida,
mediante debates amistosos y viviendo como ejemplo.
ALIADOS
Los
Sensibles siempre han sido muy populares entre las gentes de Sigil.
Su anterior fáctol era, probablemente, la más querida e influyente
ciudadana de la Jaula antes de ser enlaberintada, y el apoyo a la
facción continúa, pese la pérdida de su líder. Debido a esto,
los Sensibles tienen bastante apoyo en Sigil, y aunque se hayan
desplazado a Arbórea, las posibilidades de encontrar simpatizantes
de esta facción entre las gentes de Sigil es más alta que la de
ninguna otra.
Entre
las otras facciones, los aliados más antiguos de la Sociedad de los
Sentidos son la Liga de la Libertad y la Fraternidad del Orden. La
Liga de la Libertad es vista por la mayoría de los Sensibles como
poco más que una fuente de reclutas, aunque los matasietes más
listos se dan cuenta de lo útiles que son como mercenarios al no
estar alineados con ninguna otra facción. En el caso de los Jefes,
los Sensibles encuentran sus ideales intrigantes y fascinantes,
aunque un poco pintorescos; y están dispuestos a colaborar con ellos
si eso beneficia a ambas partes.
La
más novedosa alianza de los Sensibles es el Harmónium, una facción
en la que antes tenían muy poco interés. Durante la Guerra de las
Facciones, ambos grupos funcionaron conjuntamente en un intento de
mantener la estabilidad en Sigil. Tras el final de la Guerra parecía
obvio continuar con esas conexiones, y ambas facciones se han
convertido en aliadas en varias ocasiones, pese a la disparidad de
sus ideales.
ENEMIGOS
Pese
a lo populares que puedan parecer, los Sensibles se han ganado unos
cuantos enemigos a lo largo y ancho de los planos. Han tenido
enfrentamientos con los Mataplastas en los últimos años; y aunque
siguen despreciando la visión pesimista de la vida de los Hombres de
la Ceniza, sus mayores y más peligrosos enemigos son la Guardia del
Destino. Las ideas que ostenta la Guardia del Destino se oponen
diametralmente a las creencias de los Sensibles, ya que implica que
los planos son sólo objetos en descomposición de los que nada puede
aprenderse. Lo que es aún peor, la Guardia del Destino no tiene
ningún intención de detener esa descomposición, abrazando la
entropía que ellos creen que es el propósito del Multiverso. La
falta de deseo por preservar los planos es posiblemente lo que más
repele a los Sensibles, ya que con la pérdida de cualquier parte de
los planos se pierden experiencias únicas que no podrán volver a
repetirse. Aunque no parece que actualmente la Guardia del Destino
tenga intenciones de entrometerse en los planes de la Sociedad de los
Sentidos, la mayoría de los Sensibles los consideran una compañía
desagradable y de mal gusto.