¡Sangre para el Dios de la sangre!

El viernes por la noche, ocasión que normalmente reservamos en mi grupo de colegas para nuestra partida de rol (llevo varios meses dirigiendo una sangrienta partida de D&D con 8 jugadores), confluyeron una serie de catastróficas desdichas y no se pudo jugar, de modo que desafié a un amigo que lleva skavens a una batalla a 4000 puntos. Y aceptó.

Me puse a hacer la lista de ejército (con Caos, que me sentía guerrero esa noche xD) y pensé en probar a Arbaal el Invencible, que llevaba varios meses guardado en una caja. Entonces pensé en cómo debía ser la horda que acompañase a Arbaal en su cruzada por obtener cráneos. En mi mente se formó una abigarrada multitud de guerreros con armadura carmesí, acompañados por grupos de bárbaros de la tribu del mastín y monstruosidades sedientas de sangre. Imaginé cargando a un grupo de furiosos elegidos de Khorne, y la imagen me cautivó. Decidí hacer un ejército digno del Dios de la Sangre, y gasté los 4000 puntos íntegros en miniaturas con la marca de Khorne.

Sabía que la magia de los skaven me podía causar problemas, pero no imaginaba un hechicero de ningún tipo acompañando a mis guerreros, así que me presenté a la batalla sin mago. Más o menos, mi lista fue la siguiente:

-Arbaal el Invencible

-Príncipe demonio de Khorne (Manto del Caos)

-Señor del Caos de Khorne (Hacha de Khorne, Collar de Khorne, 5+ especial) con 20 guerreros de Khorne (alabarda, escudo)

-Portaestandarte de batalla de Khorne (4+ especial) con 18 guerreros de Khorne (alabarda, escudo)

-Paladín de Khorne (Furia del dios de la sangre)con 40 bárbaros de Khorne (Mayal)

-30 bárbaros de Khorne (arma adicional)

-10 elegidos de Khorne (alabarda, escudo, favor de los dioses, estandarte +1 movimiento)

-6 ogros de Khorne (armadura del caos, arma a dos manos)

-Carruaje de Khorne

-Gigante de Khorne

-3 Engendros de Khorne

-Scyla Anfingrimm

¡Y presenté batalla! ¡Vaya si la presenté! Me empecé a emocionar ya mientras desplegaba, y gritaba ¡Sangre para el Dios de la Sangre! todos los turnos xD. Un par de colegas que estaban viendo la partida me miraban raro cada vez que gritaba, e incluso uno llegó a decirme "Oye, tío, que el Dios de la Sangre se va a ahogar con tanta sangre". ¡Ah, los profanos que no entienden la belleza del derramamiento de sangre! xDDD

Soporté los disparos y la magia de los skavens como pude, y llegué al cuerpo a cuerpo en mi primer turno (empezaron las ratas). Declaré una carga con Arbaal sobre la Rata Topo desnuda Abominación del Pozo Infernal, pese a la enorme distancia que los separaba. Tiré los dados mientras gritaba ¡Sangre para el Dios de la Sangre! y Khorne respondió a mi plegaria otorgándome un doble seis y permitiéndome cargar. Y en la fase de cuerpo a cuerpo, Arbaal atizó a la Rata topo Abominación... ¡Y obtuvo un Golpe Letal Heroico! Se entremezclaron las expresiones de sorpresa de los espectadores con los siseos frustrados de mi oponente y mis gritos de plegaria a Khorne: ¡Sangre para el Dios de la Sangre!

La batalla fue una masacre. Las hordas de Khorne barrieron a los skavens del campo de batalla, y tan sólo los monjes de plaga de Lord Skrolk (que iba en un pebetero... Regla de la casa) aguantaron la marea roja que se cernió sobre ellos.

Fue una partida memorable, y me lo pasé realmente bien comandando este atípico ejército. Sé que no tendría muchas posibilidades contra la mayoría de ejércitos, e hice la lista pensando en que iba a ser derrotado vilmente por la magia y los disparos de las ratas. Pero Khorne estuvo conmigo, y recompensó mi fe y mis plegarias con abundante sangre de skaven.

¿Y todo esto por qué viene? Llevaba tiempo puliendo una lista del Caos para un torneo (al que al final no he ido...) y estaba cansado de optimizar los recursos para obtener una lista "perfecta". Estaba harto de tener que prescindir de mis Elegidos porque valen muchos puntos y mueren rápido. Estaba (¡vaya, eso también!) harto de tener que incluir SIEMPRE los ogros dragón. Y me hice una lista diferente, sin optimizar en absoluto, y jugué la partida sin ningún tipo de presión. Y me divertí como nunca.

Sencillamente me imaginé el ejército de Arbaal, y lo plasmé en la lista de ejército. Y Khorne me recompensó con una gran batalla y abundantes cráneos. No fue una COMPETICIÓN, sino una RECREACIÓN. Fue genial. ¡Esto hay que repetirlo!

¡SANGRE PARA EL DIOS DE LA SANGRE!