(Traducido de aquí)
Se cree que el primer Skaven que llegó a Catai fue vomitado de las gigantescas fauces del Gran Dragón Negro que vive oculto en las profundidades del mundo, y que era del clan Eshin. Este clan había sido conducido hacia las tierras del este por Lord Visktrin, que murió en torno al -1450/-1400 A.S. tras luchar contra un dragón en las montañas de Mourn, y que le encargó a su sucesor el establecer una fortaleza más hacia el este, y fue esí que llegó más allá del conocimiento del resto del Bajo Imperio y llegó a Catai.
Se cree que el primer Skaven que llegó a Catai fue vomitado de las gigantescas fauces del Gran Dragón Negro que vive oculto en las profundidades del mundo, y que era del clan Eshin. Este clan había sido conducido hacia las tierras del este por Lord Visktrin, que murió en torno al -1450/-1400 A.S. tras luchar contra un dragón en las montañas de Mourn, y que le encargó a su sucesor el establecer una fortaleza más hacia el este, y fue esí que llegó más allá del conocimiento del resto del Bajo Imperio y llegó a Catai.
Cuando sus miembros regresaron a
Plagaskaven, habían cambiado. Durante ese largo periodo con las
misteriosas culturas humanas de Ind, Catai y Nippon, los Skaven
habían aprendido muchas cosas, especialmente en las artes del robo y
el asesinato.
En torno al 500 D.S., los adeptos
asesinos del Clan Eshin regresaron de Catai durante la Primera Guerra
Civil Skaven. Durante unos 400 años los Skaven habían permanecido
divididos: la facción del norte liderada por el Consejo de los
Trece, y la del sur, de los señores de la Plaga del Clan Pestilens.
Muchos clanes se hicieron a un lado, uniéndose al bando que tuviera
la ventaja. Plagas, hechicería y las traiciones eran la moneda
corriente, pero el avance de la guerra permanecía estancado. Ese
punto muerto se rompió cuando los asesinos de capuchas negras del
Clan Eshin se plegaron a una alianza con el Consejo de los Trece, y
los cabecillas de la rebelión, caudillos y señores de la guerra
rebeldes comenzaron a desaparecer con regularidad. Los apoyos del
Clan Pestilens comenzaron a menguar. Al comprender que su situación
era insistenible, los Señores de la Plaga pidieron parlamento, y el
Señor Nurglich se ganó una plaza en el consejo, tras acabar la
guerra.
Las relaciones de los Eshin con Catai y
el resto de las naciones del este no están claras. En el 1247 D.S.
Un explorador tileano, Marco Polare, llegó a Catai y escribió sobre
el espionaje de los Skaven bajo la gran ciudad de Wei-jin, pero en
2377, el Rey Mono amplió su poder, instauró al Señor de la Guerra
Kishkik del Clan Eshin como consejero, y comenzó a realizar acuerdos
con el Imperio Skaven. Es poco probable que esta situación se
prolongue hasta nuestros días, desde que aparentemente Catai se
encuentra de nuevo gobernada por los Emperadores Dragón, aunque
tampoco hay una clara evidencia de lo contrario.
Los Asesinos Eshin son rigurosamente
temidos por aquellos que los conocen. Son entrenados desde su
nacimiento, asesinos luchadores y expertos en el uso de armas
exóticas. Muchas de las armas del Clan Eshin son forjadas en Piedra
Bruja para que segreguen constantemente un potenete veneno corrosivo.
Gran parte de su formación consiste en afilar los ya rápidos
reflejos de los Skaven, lo que les permite realizar hazañas
increíbles como saltar varias veces su propia altura, correr tan
rápido como un caballo a galope o subir por superficies escarpadas.
Dado el gran laberinto de túneles que conectan todo el Bajo-Imperio
se extiende por todo el mundo, sus agentes pueden ir desde Nippon al
Viejo Mundo en menos de seis meses.
Los Skaven del Clan Eshin actúan como
una policía secreta y ejecutores del Consejo de los Trece. Si los
Señores de la Descomposición deciden que un Señor de la Guerra o
que un Vidente Gris ya no es leal, se pone bajo su rastro a los
asesinos del Clan Eshin, que mantienen el control del Consejo
mediante la muerte y el terror. Los asesinos también son utilizados
para acabar con los líderes y campeones de los ejércitos enemigos,
sabotear las defensas de los pueblos y ciudades, envenenar
suministros de agua, provocar incendios, asesinar a las autoridades
civiles o liberar hordas de ratas para que expandan las enfermedades.
En las batallas, los asesinos se disfrazan y se esconden entre las
filas de Skavens ordinarios hasta que tienen la oportunidad de atacar
a los líderes y héroes enemigos en la confusión del combate.
Los principales guerreros de apoyo del
Clan Eshin son los Corredores de las Sombras. Lo que diferencia a
estos soldados de infantería de otros Guerreros de Clan es que
reciben un rudimentario entrenamiento en los estilos de lucha
aprendidos en la distante Catai. Más rápidos que los Guerreros de
Clan, matan a sus adversarios con presteza para poder eliminar a los
siguientes. Aquellos Corredores de las Sombras que demuestran su brío
pueden llegar a convertirse en Acechantes Nocturnos. Sólo los
Corredores de las Sombras que destacan en sus labores pueden tener la
esperanza de ser adoctrinados en las más secretas artes de lucha
Catayanas. Aún todavía lastrados por la típica perspectiva Skaven,
los Maestros Asesinos son más pacientes, centrados y despiadados que
sus hermanos. Pueden matar de un sólo golpe, son expertos en el uso
de numerosas armas y pueden adentrarse en algunas de las fortalezas
más protegidas jamás vistas.
El misterioso y clandestino Clan Eshin
tiene algunos utensilios de guerra que sus agentes portan a la
batalla: afiladas estrellas arrojadizas de Piedra de Disformidad
impregnadas con un mortífero veneno disforme, las bombas infernales
(dispositivos explosivos de metal con ruedas dentadas y engranajes
que disparan una energía infernal con efecto retardado), y es
probable que un miembro de alto rango del Clan Eshin lleve consigo
bombas de humo para usos diversos. Cuando se rompen, se suelta un
oscuro y sibilino humo que busca llegar a los pulmones de cualquiera
que se encuentre cerca.
El Arte de la Muerte Silenciosa no fue
la única cosa que el Clan Eshin trajo a su regreso de Catai. Unos
pocos Skaven profundizaron en las oscuras artes de la magia negra.
Mezclando sus conocimientos sobre la disformidad con las técnicas
utilizadas por los hechiceros catayanos desarrollaron un nuevo saber,
uno que sirve para ensalzar la potencia y misticismo de su clan; el
Saber del Sigilo. Estos hechizos están diseñados para aumentar el
disimulo, la velocidad y la fuerza del ataque del Clan, y nadie está
completamente seguro de si las legendarias habilidades del Clan Eshin
han sido siempre totalmente mundanas.
Buen artículo! Habría estado genial que hubieran ampliado más trasfondo oficial de otros países más abandonados por Workshop como Nippon, Estalia o Arabia. Me hubiera encantado un ejército a lo japón feudal de Workshop. Supongo que siempre tendremos Kensei...
ResponderEliminarLos chicos de la Biblioteca del Viejo Mundo son muy grandes.
EliminarNo eres el único al que le hubiese gustado algo así, pero no hay trasfondo en exceso sobre el tema y nunca les interesó hacer algo con lo que pudieran perder dinero...
¡Gracias por comentar! :)