Análisis del nuevo libro de Condes Vampiro

Que los muertos vuelvan a caminar sobre la tierra...

El primer ejército en ser renovado en 2012 ya está aquí: nuestros queridos chupasagres. Ya tengo en mi poder una "copia de seguridad", y he procedido a devorarla en cuanto llegó a mi poder. Más o menos un centenar de páginas a todo color.

En primer lugar, el Trasfondo: el libro no nos ofrece prácticamente nada nuevo. Tenemos la típica historia del origen de los vampiros (Nagash, Neferata, el elixir, Lahmia, etc), que no podía faltar. Tenemos el ya clásico refrito de la historia de los Von Carstein que escribió Bill King allá por el 94 para el libro de no muertos de 4ª edición (y que ha aparecido en todos los libros de vampiros desde entonces). Como única novedad, una historia acerca de lo que hizo Manfred von Carstein tras su resurrección, bastante cutre, en la que se alía con Kemmler para luchar contra elfos y enanos.

Los clanes vampíricos desaparecen casi al completo: sólo se habla de los Von Carstein, y de los otros clanes apenas de pasada (un poco de los Strigoi, un poco de los Dragones Sangrientos, y apenas una mención a Lahmias y Necrarcas). Es una lástima: los clanes vampíricos eran un elemento muy carismático del ejército.

Parece que con este libro (tras el de Reyes Funerarios) quieren dejar claro que Nagash no se encuentra en el mundo; o bien no resucitó en el año 1681 (como nos venían diciendo desde la 4ª edición), o bien alguien se lo volvió a cargar. Resulta que ahora Manfred planea resucitar al Gran Nigromante para iniciar un Nuevo Orden Mundial (¡¡sacado del manual con esas mismas palabras!!). Sin embargo, en otra parte del manual se nos cuenta que Nagash  (o su "carcasa") se encuentra en Nagashizarr, sentado en su trono, planeando y guiando a sus agentes con el poder de su mente. Cosas de "copiar y pegar" de manuales viejos...

Las reglas generales del ejército no sorprenden a nadie: los no muertos son indesmoralizables, inestables y causan miedo. No pueden marchar a menos que se encuentren a 30cm o menos del general (como era en la 6ª edición). Los vampiros pueden marchar, pero ya no permiten a las tropas amigas cercanas a ellos marchar. Seguimos teniendo las reglas de muerte del general, pero este ya no tiene por qué ser un vampiro.

Pasamos ahora a las tropas y personajes nuevos: Vuelven los Maestros Nigromantes (nigromantes de nivel 3-4 que son comandantes), y con ellos la posibilidad de jugar con un ejército sin vampiros (estilo "muertos clásicos"). Tenemos los Espectros y las Doncellas espectraes como personajes tipo héroe, con exactamente las mismas reglas que ya publicaron en la White Dwarf (unas reglas que parece que se quedaron a medio hacer). Tenemos un "nuevo" tipo de vampiro Comandante: el Rey Necrófago Strigoi, una mala bestia de combate.

Rey Necrófago Strigoi

Tenemos también los Horrores de la Cripta: necrófagos que han bebido sangre de vampiro y se han hinchado hasta convertirse en infantería monstruosa (básicamente son necrófagos de F4 F5 H3 A3 y regeneración a 5+). Con el mismo kit se pueden montar los Vargheists, que son vampiros degenerados y mutantes (cuyo origen está en los Von Carstein, por lo que nos dicen), criaturas bastante feroces (HA4, F5 R4, I4, Vuelo y Furia asesina). El oficial de los Vargheists se llama Várgola...

Los Espectros Condenadores (Hexwraiths) son caballería rápida etérea (espectros en corceles esqueleto). Pueden atravesar unidades (amigas y enemigas), y pueden hacer impactos a una de las unidades que atraviesen. ¿Lo malo? Sólo tienen 1 ataque cada uno.

El Engendro del Terror (Terrorgheist) vuelve a aparecer tal y como lo vimos en la White Dwarf, aunque puede incluirse como opción de singular además de como montura para un rey necrófago.

Vargheist

También tenemos el Trono del Aquelarre y el Sagrario Mortis, de los cuales ya pudimos ver las reglas hace unos días.

En cuanto a las tropas clásicas, hay algunos cambios, pero no demasiados. Los zombis vuelven a ser F3 R3, pero ahora tienen HA1 (algo muy lógico, por otra parte). Los vampiros tienen +1 ataque (4 los héroes y 5 los comandantes). Los lobos espectrales ahora son Unidades básicas de pleno derecho (es decir, cuentan para el mínimo de unidades básicas que ha de incluirse). El Carro de cadáveres mejora algo, y pasa a Unidades especiales. Los Cabaleros Sangrientos bajan 5 puntos de coste y ganan +1HA y +1 I (¡hay que venderlos!).

Como personajes especiales, ninguna sorpresa: Tenemos a Vlad von Carstein, Isabella von Carstein, Konrad von Carstein (¡¡¿pero esos tres no estaban muertos?!!¿Por qué salen una y otra vez en los libros de ejército?), Manfred von Carstein (en sus dos encarnaciones, como novato y como señor de los muertos), Heinrich Kemmler y Krell. Estos dos han sufrido algunos cambios con el tiempo, pero les dedicaré otra entrada más adelante (Kemmler y Krell son unos de mis personajes favoritos de Warhammer). ¿Dónde está Neferata? ¿Dónde está Walach Harkon? ¿Dónde está Zakarías?

Heinrich Kemmler

La Magia, el Saber de los Vampiros (¿tanto les costaba llamarlo "Nigromancia"?) ha sufrido importantes cambios. Se pueden seguir levantando a los muertos, pero ya no tanto como antes. Podéis ver un análisis completo del saber de los vampiros AQUÍ.

Los Poderes Vampíricos también han cambiado: hay 14 de ellos, y pueden repetirse combinaciones (aunque un mismo vampiro no podrá comprar el mismo poder dos veces). Los puntos para gastar en poderes vampíricos son independientes de los de Objetos mágicos. Hay algunos clásicos (Furia de sangre, Horror volador, Fascinación...) y otros nuevos (por ejemplo, Maestro de la magia negra te permite repetir uno de los dos dados para determinar los vientos de la magia, y Golpe maestro te permite sustituir todos tus ataques por uno solo con Golpe letal heroico).

En los Objetos mágicos, seguimos en la tónica de la 8ª edición de reducir enormemente el número de cachivaches mágicos de los ejércitos: sólo 9 objetos. Entre ellos encontramos algunos clásicos, como Skabscrath (¡terriblemente dopada!), el Talismán Negro (que ahora guarda 2 dados) o el Estandarte de los túmulos (como siempre).

Krell

En definitiva: me parece que el libro de ejército de los Condes Vampiro tiene algunos aciertos (los Maestros nigromantes, por ejemplo), pero que falla en muchos otros aspectos. Se echan mucho en falta los clanes vampíricos, y sigo pensando que las reglas de Indesmoralizable/inestable para los no muertos no son las adecuadas: no sirve para nada ser Impasible, o Tozudo, y el Estandarte de batalla apenas sirve para nada. Los dos cacharros enormes (el Sagrario Mortis y el Trono del Aquelarre) muestran la tendencia de todos los ejércitos a tener cosas enormes, aunque la verdad es que, a nivel de reglas, no son nada del otro mundo. Sólo queda probar unas partidas parea ver funcionar al ejército en la mesa de juego por supuesto, sin vampiros).