lunes, 19 de diciembre de 2011
Mis viejos manuales de La llamada de Cthulhu
Este fin de semana he empezado a dirigir una partida de rol de La llamada de Cthulhu, uno de mis juegos favoritos. La partida está ambientada en los Estados Unidos (y México) de los años 50, y tengo un grupito de jugadores compuesto por un profesor de antropología de Oxford (británico, por supuesto) y dos investigadores privados ex-FBI que han llegado a México para investigar una misteriosa pirámide de los Olmecas y la desaparición del profesor Morrington, un investigador que estudiaba la pirámide y apareció descuartizado en extrañas circunstancias.
Pero el propósito de esta entrada era hacer una reflexión: durante la partida, como Guardián, me quejé repetidas veces de mis manuales. Me explico: Se trata de dos manuales fotocopiados en blanco y negro (son fotocopias de fotocopias) de la primera edición española de La llamada de Cthulhu, de tiempos antediluvianos. Están en mal estado, les faltan páginas e incluso las páginas que tienen no están encuadernadas en orden. Uno de ellos tiene unos enormes pegotes de superglue en la portada, y el otro tiene restos de lo que puede ser café reseco de hace eones. Hay páginas repetidas. Y la encuadernación es de las malas, y ya muy gastada. Y todo eso sin contar lo arcaico del sistema de juego.
Pero tras las quejas, una reflexión de mi amigo Ragnor hizo que me sintiese orgulloso de mis denostados manuales: son arcaicos, incompletos, redundantes en muchas partes y están manchados con sustancias innombrables. ¡Es Lovecraft total! ¡Es casi como si fuese mi propio Necronomicón!
Las cosas nuevas tendrán su encanto, su orden y su limpieza. Pero me quedo con mis manuales de Cthulhu. ¡A Cthulhu le hubiese gustado!
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Jajaja, a falta de hacer la encuadernación con carne humana, buena es la mezcla del café y el superglue...
ResponderEliminarDe todas formas tengo este manual, original, no fotocopiado, y no lo recuerdo tan redundante, ni tan malo el sistema de juego. (También es cierto que jugabamos al Runequest, que era parecido.)
Es como los libros de Lovecraft, que si te encuentras un bicho, palmas o acabas como una regadera.
Lo de redundante lo digo porque tiene páginas repetidas xD
ResponderEliminarY lo del sistema... al final es lo de menos. El sábado pasado, en las seis horas que duró la sesión, sólo se hicieron 3 tiradas en total...
Lo más probable, dada la fecha de este blog, es que este comentario quede perdido en la web...pero voy a probar igual:
ResponderEliminarDurante buen tiempo, y tal vez las cosas sigan así, tuve el mismo dilema. Nunca tuve la posibilidad de conseguir los manuales originales. Ojalá un día pueda, pero, mientras tanto, pienso que así consiguiera los originales no podría traspasarles la historia que a la fecha tienen mis viejos manuales fotocopiados.
Todo lo que los guardianes le imprimimos a una historia no depende de la calidad de nuestros manuales, es eso irreemplazable que surge de los misterios del inconsciente humano.
Larga vida a los guardianes y jugadores que, noche tras noche, dan vida a esas historias que helan la sangre. Larga vida a las mesas de rol!
La historia surge de la imaginación, no importa el estado de los manuales. Y es la historia lo que queda para el recuerdo, lo que perdura.
EliminarGracias por comentar ^^