Esta idea surgió de forma "natural" en las partidas con mis colegas. Habíamos hecho un pequeño pozo para usarlo de escenografía en nuestras batallas, hasta que alguien (no recuerdo quién, pude ser yo mismo :P) apagó un "palito de cáncer" (tabaco, para los profanos xDD) en el pozo. Y resultó que la capa de cola blanca del fondo aguantó la combustión de materia vegetal de Nicotiniana Tobacum a unos 300 grados centígrados (si se le añade a la Nicotiniana aceites esenciales y resina vegetal, alcanzando una temperatura aún mayor, también aguanta ^__^ )
Desde entonces, el pozo-cenicero nos acompaña en los campos de batalla, como escenografía errante (es decir, que aunque esté sobre el campo de batalla, no está realmente, y se desplaza por el tablero acorde a las necesidades fumígenas de los contendientes xDD). ¡Queda mucho mejor que un cenicero normal sobre la mesa de juego!
Pese a haber sufrido numerosos accidentes (y haber perdido buena parte de la estructura superior, donde llegó a haber incluso un caldero atado a una cuerda), el pozo errante sigue cumpliendo su función a las mil maravillas.
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