martes, 5 de julio de 2011

Dados, suerte y mecánica cuántica


Llevo pensando en hacer esta entrada ya algún tiempo, pero dudaba de la forma exacta en la que iba a enfocarlo. De hecho, todavía dudo un poco, así que es posible que no me explique demasiado bien xD

Dados. Pequeños hexaedros de cerca de un centímetro de arista que deciden la vida y la muerte de legiones y legiones de guerreros en los campos de batalla. Los dados son una parte inseparable del hobby, para algunos incluso un fetiche mayor que las propias miniaturas.

Cualquiera que lleve un tiempo jugando a esto (o a lo que sea en lo que se tiren carretillos enteros de D6) comienza a hacer sus propias observaciones acerca de la teoría de la probabilidad, y a sacar sus propias conclusiones. Inevitablemente esto deriva en que la gente se establece sus propios axiomas probabiliísticos, ideas inamovibles que ni siquiera están sometidas a discusión. Pues bien, parafraseando al gran John Allen Paulos, las conclusiones de la mayoría de la gente están sesgadas por sus experiencias personales y las de sus conocidos, sesgadas por su limitada forma de ver el mundo (o algo parecido, no tengo la fuente a mano).

¿No existe eso que llamamos suerte? ¿Y qué es la "suerte"?

Pues bien, la suerte, realmente, es una distribución relativamente anómala de los números al azar en un momento dado que beneficia a un jugador en un momento concreto CUANDO ESTA SE REPITE EN EL TIEMPO. Vamos, que si hago un chequeo de Liderazgo y  saco un doble uno no es suerte, pero hacerlo durante toda la partida sí lo es. Hay que tener en cuenta que lo contrario (la mala suerte) es exactamente lo mismo, una distribución anómala de las tiradas pero que perjudica al jugador que lanza los dados. ¿La suerte de un jugador es la mala suerte de su rival? Pues tal parece.

Y ahora vamos a la mecánica cuántica, más que nada para hacer una analogía. Un fotón (o un electrón, por ejemplo) no está "aquí" o "allí", sino que tiene una probabilidad de estar "aquí", otra probabilidad de estar "allí" y otra probabilidad de estar "en el Vaticano" (por ejemplo). Es decir, que no tiene una posición, sino una onda de probabilidad. El simple hecho humano de observar el fotón (o el electrón, o lo que sea) hace que la onda de probabilidad colapse, es decir, que el fotón pasa a estar "aquí", "allí" o "en el Vaticano". Me gusta imaginármelo como una ecuación con 3 incógnitas que corresponden a los tres ejes espaciales, que "colapsa" (se resuelve la ecuación) cuando el ser humano la observa.

Todo esto viene porque me gustaría hacer una analogía entre los fotones y los dados. No soy una persona supersticiosa en absoluto, pero la experiencia de muchos años tirando toneladas de dados y viendo a otras personas tirarlos, me ha llevado a pensar que, de algún modo, lo que piense el jugador al tirar los dados determina en mayor o menor grado la desviación de la media/mediana/moda de los resultados, del mismo modo que el hecho de observar al fotón hace que su onda de probabilidad colapse.

Suena a locura, lo sé. Seguro que, al final de la partida, si computamos todas las tiradas, sale un resultado ajustado a la media/mediana/moda, pero no es lo mismo sacar doble 6 al tirar a impactar que al chequear liderazgo. ¿Todo esto es una estupidez? Tal vez, pero tirar miles y miles de dados a lo largo de los años ha hecho que dude. ¿Creéis que lo que creáis que va a salir en los dados afecta a lo que va a salir en los dados?

3 comentarios:

  1. Me gusta la analogía de los fotones. Es una explicación/aproximación/interpretación bastante "científica" del Principio de Mentalismo de la Metafísica (también llamado "Pensamiento Creador").

    Yo, que sé algo de estadística, tomo deciones en base a esta, pero estoy firmemente convencido de que el "poder de la mente" influye. Y no sólo en esto, claro :)

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  2. Dijo una vez alguien (creo que fue Stalin, o de Mark Twain) que existen tres tipos de mentiras: Mentiras, Grandes mentiras y Estadística.

    Cuando estudié algo de estadística me dí cuenta de la cantidad de veces que nos engañan en los medios de comunicación usándola. Pero lo que más inquieta es ver cómo las leyes de la probabilidad se quiebran una y otra vez al jugar partidas xD

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  3. Hay que diferenciar entre estadística y probabilidad, que no es lo mismo.

    La probabilidad es a priori y no miente (pero engaña).

    La estadística es a posteriori y es muy fácilmente trampeable, sobre todo con gráficos y leches (y si no que se lo digan a los políticos).

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