Hace unas semanas que salió a la venta
(y en internet) "Coprofonía", el último disco de Mamá
Ladilla. Dada la devoción que me provoca este grupo, me gustaría
haceros una pequeña exposición para que le deis un tiento.
Mamá ladilla es una banda capitaneada
por Juan Abarca. Este individuo ha mantenido siempre una postura
dirigida a destruir las falsedades e incoherencias de las que solemos
hacer gala los seres humanos. Es muy difícil que, entre todas sus
canciones, no encontremos por lo menos un par de ellas con las que
nos sintamos identificados y nos obliguen a reflexionar. También es
muy dado a plasmar en sus libros y versos diversos tipos de
historias, cuentos o fantasías que bien le habrán costado la salud
estomacal a más de uno, y sobre todo a más de una.
En cuanto a su estilo musical, puedo
afirmar que está pensado para que no le guste a todo el mundo. Suele
utilizar melodías o ritmos más o menos comunes, pero en la mayoría
de sus temas hace uso de cambios constantes que despistan mucho. Lo
que quiero decir con esto es que su música no es para nada
intuitiva, nunca sabes cómo la va a desarrollar. Un ejemplo, el
comienzo de "Los Charlies". Parece una melodía de lo más
intuitiva, pero al final te folla la oreja al tocarla a lo Ramoncín
(perfectamente mal), con perdón de la expresión. Otro ejemplo; en
"Érase una canción" define la que creo que es su propia
historia con una melodía muy agradable, la historia de un músico
que no quiso venderse para que sus creaciones pudieran ser apreciadas
sólo por aquellos que lo merezcan.
Otra de las cosas que me llaman la
atención sobremanera es el uso y el jugo que es capaz de sacarle a
nuestro lenguaje. Los juegos de palabras y los dobles o triples sentidos de las palabras hacen
que te quedes con el culo torcido, pensando en qué es lo que ha
querido decir realmente. La canción que mejor define esta premisa es "Cunnilingus post mortem". Muchas de sus estrofas parecen auténticos trabalenguas, y de hecho, algunas lo son. Por otro lado y en lo que se refiere a mi caso personal, he de decir que solo ha sacado dos o tres canciones de amor a lo sumo, y son las canciones de amor más sinceras y honestas que jamás escucharéis en los Cuarenta Principales. Estas son "Primavera", y "Melodías imposibles".
Desde hace un tiempo, y en lo que se
refiere a la admiración que podemos sentir las personas hacia otras
figuras o personalidades por su relevancia y/o capacidades, he
intentado ser más fan que fanático; por esto intento hablar de las
cosas que me gustan con un poco de crítica, y en cuanto a Juan
Abarca, pues... decir que tiene una malsana obsesión con la mierda. Eso es todo.
vivia el niño borracho en la abadia odiaba al nigromante el nigromante le odiaba xD
ResponderEliminarVivía en Marqués de Vadillo y yo evadía, evadía yo (x4).
EliminarVivía en una abadía, odiaba al abad y el abad me odiaba,
vivía en una abadía, el abad me odiaba y yo odiaba al abad.
Vivía en marqués de Vadillo y yo evadía, evadía yo.
Trescientos sastres de tripi se atrincheraban en el trastero.
Cien mil zulús "enlazaos" alucinan con una luz azulada.
Quince cosacos castizos cosen camisas casa por casa.
Postrados en un camastro mascaban mucosa dos moscovitas.
Avelino convino conmigo, el lacón con vino combina bien.
Un clon de Kevin Kline lacaba la calva de Calvin Kleine.
Vivía en Marqués de Vadillo y yo evadía, evadía yo.
Le voy a pedir un chándal y un par de chanclas a Santa Claus.
Dos gatos con gota gatean entre mi toga y mi tanga, ¡qué gusto!