jueves, 23 de junio de 2011

Egrimm van Horstmann, Gran Hechicero de Tzeentch

Por fin parece que puedo incluir las imágenes, así que aquí va mi reseña sobre Egrimm van Horstmann. Este personaje es todo un peso pesado del Caos, una leyenda de los paladines de los Poderes Ruinosos. Egrimm apareció por primera vez de la mano de Rick Priestley en el libro del Caos de 4ª edición, y repitió en 5ª en el Paladines del Caos. Incluso en 6ª edición tuvo una adaptación en la página web de GW, y salía mencionado en el libro "Hordas del Caos". Este maligno hechicero también aparece en los manuales de Warhammer juego de rol, y en el suplemento Reinos de la Magia (podéis verlo en la entrada anterior).


Y es que este personaje (aunque haya caído en el olvido en detrimento de personajillos infectos y sin carisma como Vilitch) hizo algo que ningún otro seguidor del Caos ha logrado: Van Horstmann no procede de los pueblos bárbaros del norte, sino que fue un ciudadano del Imperio en su día. Entró a estudiar en el Colegio Luminoso, uno de los ocho Colegios de la Magia de Altdorf, y llegó a ser Gran Maestre de la Orden Luminosa, hasta que finalmente fue descubierto y huyó al norte, donde formó un gran ejército, la Cábala.


Van Horstmann tuvo miniatura, montado en su bicéfalo dragón del Caos Baudross, entero de metal excepto las alas. Yo todavía lo tengo, pero le falta una garra a Baudross (¿la erosión? ¿quién sabe?).


Traigo de vuelta el trasfondo de este carismático hechicero, así como una adaptación para usarlo en 8ª edición:


Cuando Egrimm van Horstmann fue ordenado Gran Maestre de la Orden Luminosa, fue aclamado como el hechicero más joven y más capacitado que nunca hubiera gobernado la orden mágica. Mientras se arrodillaba para jurar su obediencia al Emperador, nadie podía pensar que su lealtad ya había sido entregada a otro señor mucho más lejano y siniestro.
Como Cantor Aprendiz de los rituales de los Hechiceros de la Orden Luminosa, sirvió bajo las órdenes del Maestro Cantor Alric, el Salvador de Apesto, el cual le enseñó muchos de los secretos arcanos de la Orden. Pero a lo largo de todo el tiempo que sirvió en la Orden Luminosa, Van Horstmann seguía rezando a los Dioses del Caos, implorando el poder necesario para derrotar a sus compañeros. Su promoción dentro de la orden fue rápida; de día estudiaba la Magia Luminosa y por la noche estudiaba antiguos manuscritos que contenían conocimientos sobre los Dioses del Caos. Los demonios de Tzeentch susurraban secretos eternos en su mente dormida, y los malignos poderes de Egrimm fueron fortaleciéndose.

El Gran Magistrado incrementó su maldad en la oscuridad durante tres años. Las semillas de la corrupción penetraron en el corazón de los Acólitos de la Orden Luminosa. Los rituales fueron modificados sutilmente, y sus poderes fueron redirigidos. Bajo el Colegio, Egrimm trabajaba en las bóvedas selladas, destruyendo una a una sus cerraduras mágicas para descubrir los secretos prohibidos que contenían. Es imposible valorar los daños provocados, o los horrores liberados en el mundo por el Gran Magistrado antes de que su maldad fuera descubierta por los Inquisidores de Sigmar y el Gran Teogonista Volkmar.

La búsqueda y el descubrimiento de esta fuente de corrupción constituiría un relato largo y horripilante por sí solo. Al final, el Gran Magistrado liberó al dragón Baudross de su prisión eterna bajo la Pirámide de la Luz, y levantó el vuelo montado sobre el alado y bicéfalo Dragón del Caos, dirigiéndose hacia los Desiertos del Caos.

Con sus corruptos acólitos, Egrimm formó la Cábala, quizá la más poderosa de todas las Hordas de Tzeentch. Estos siniestros hechiceros guerreros de Tzeentch veneran a Egrimm van Horstmann como su señor. Egrimm no ansía otra cosa que el dominio del mundo. Es un gran conspirador, sólo inferior a su Amo Tzeentch. Sus acólitos están por todas partes, y muchos de los secretos, sectas y cultos del Viejo Mundo están controlados por Van Horstmann. Este tipo de tramas y conspiraciones satisfacen en gran medida a Tzeentch, que ha recompensado generosamente a Van Horstmann, convirtiéndolo en su servidor favorito.

En el límite de las Colinas Aullantes se alzan las argénteas Torres de la Cábala. Allí los hechiceros de Tzeentch estudian la sabiduría arcana y los augurios, intentando predecir el momento en que la Tormenta del Caos volverá a levantarse, y cómo someterla a su voluntad. Los Hechiceros de la Cábala no hablan, en vez de ello se comunican por medio de la telepatía, incluso a través de las grandes distancias. De este modo nadie
tendrá conocimiento de sus planes.

Los Guerreros del Caos de la Cábala reciben el nombre de los Siervos, pues son esclavos voluntarios de Van Horstmann. Tras unirse a la Cábala, un guerrero o un hechicero ha de jurar una lealtad sin límites al amo de la Cábala y a su señor Tzeentch. Tras ello es marcado en la frente con el símbolo de Tzeentch, de forma que nunca pueda rebelarse contra la voluntad de sus amos. A cambio, será iniciado en los secretos de la Cábala.

La armadura de la Cábala es arcaica y ceremonial hasta el punto de estar impracticablemente cubierta de una masa de talismanes y sellos de advertencia. Sus armas muchas veces son mágicas, fabricadas por los hechiceros de la Cábala. En combate, sus espadas emiten un fulgor fantasmal que es amenazador y a la vez fascinante. La Cábala es un terrible enemigo: sus guerreros combaten en perfecta sincronía, guiados por el demente genio de sus hechiceros. Sus planes de batalla son infinitamente complejos y muchas veces parecen contradictorios, pero siempre resultan victoriosos. Sus adversarios sienten que forman parte de una obra en que sus papeles están predestinados, e intentar resistirse es como debatirse contra cadenas invisibles. El símbolo de la Cábala es el Ojo Fulminante de Tzeentch en una mano abierta. Su estandarte porta su símbolo, y es fuente de orgullo para ellos el que nunca haya sido capturado. Se dice que el que mire al interior del Ojo Fulminante envejecerá y se convertirá inmediatamente en polvo.
                               (Este es el dibujo de van Horstmann de John Blanche)
Puedes incluir a Egrimm van Horstmann en un ejército de guerreros del Caos, cuyo coste deberá deducirse del porcentaje destinado a comandantes. Si lo deseas, Egrimm van Horstmann puede ser el general del ejército.


M
HA
HP
F
R
H
I
A
L
Egrimm van Horstmann
4
5+1
3
4+1
5
3
5
3+1
9
Baudross
6
6
0
6
6
6
3
6
8

Puntos: 750 (390 por Egrimm y 360 por Baudross)

Tipo de unidad: Infantería/monstruo (único)

Armas: Espada rúnica del Caos

Armadura: Armadura del Caos

Marca del Caos: Egrimm porta orgulloso la Marca de Tzeentch, que le proporciona una tirada de salvación especial de 6+ y un bonificador de +1 para lanzar hechizos.

Montura: Van Horstmann monta en batalla al gigantesco y antiguo dragón del Caos Baudross, al que liberó de su encierro en las bóvedas del colegio Luminoso en Altdorf. Baudross tiene las siguientes reglas especiales: Volar, Causa terror, Objetivo grande, Piel escamosa (3+), Armas de aliento (una de fuego, F4 y ataques flamígeros; y la otra de gas, F2 y -3 a la tirada de salvación)

Magia: Van Horstmann es un hechicero de nivel 4 con un gran conocimiento sobre la magia de su señor Tzeentch y la magia del colegio Luminoso. Posee la regla especial Señor del conocimiento (Saber de Tzeentch y Saber de la Luz)

Reglas especiales: La voluntad del Caos, el Ojo de los Dioses

Voluntad férrea: La voluntad de Van Horstmann es fuerte como el acero. Cada vez que realice un chequeo basado en el liderazgo, puede tirar 1D6 adicional y descartar el resultado más alto.

Astucia de Tzeentch: Astucia de Tzeentch: Egrimm ha sido bendecido con la profunda sabiduría e ingenio del propio Tzeentch. En batalla, puede confundir los planes del enemigo y hacer frente a sus ataques. Los generales enemigos son como marionetas en una comedia representada por Egrimm. Si Van Horstmann es el General de tu ejército, puedes sumar +1 a la tirada para determinar quién comienza a desplegar, y también puedes sumar +1 a la tirada para determinar quién juega en primer lugar.

Objetos mágicos: (Nota: Egrimm van Horstmann porta dos objetos arcanos, en una excepción a las reglas habituales)

Espada rúnica del Caos : Esta espada fue forjada por el herrero rúnico renegado Grugni Corazón de hierro, y posee runas mortíferas que convierten a su portador en un torbellino de muerte y destrucción. Arma mágica. La espada otorga a Egrimm un +1 a su habilidad de armas, un +1 a su fuerza y +1 ataque.

Cráneo de Katam: Van Horstmann posee esta reliquia de tiempos anteriores a Sigmar, el legendario Cráneo de Katam, Gran hechicero del Caos. El cráneo contiene el alma prisionera del hechicero, y susurra terribles palabras de poder a su portador, capaces de hacer enloquecer. Objeto arcano. Una vez en cada fase de magia propia, Egrimm puede usar el poder del Cráneo de Katam para lanzar un hechizo sin usar dados de energía. Realiza un chequeo de liderazgo con Egrimm: si lo superas, el hechizo será lanzado con un nivel de energía igual a su dificultad básica (puede ser dispersado con normalidad), pero si fallas, el hechizo no se lanza y Egrimm sufre el efecto de una Disfunción mágica. Egrimm puede elegir lanzar un hechizo potenciado con el cráneo, siguiendo el mismo procedimiento: si supera el chequeo, el hechizo será lanzado a su dificultad potenciada; si falla el chequeo, deberás retirar a Van Horstmann como baja inmediatamente, pues será atrapado en el Reino del Caos.

Familiar del Caos: Un pequeño remolino de humo sulfuroso acompaña a Van Horstmann allá donde va: se trata de una criatura demoníaca del Reino del Caos capaz de alterar sutilmente el flujo del destino. Objeto arcano. Una vez por turno de juego, Van Horstmann puede repetir una tirada de un único dado para impactar, herir, salvación por armadura, salvación especial, un dado de energía o un dado de dispersión, o un chequeo de un atributo (puede repetir un solo dado, incluso en un chequeo de liderazgo).

4 comentarios:

  1. Mmm... y este es el k ha creado el famoso espejo k lelva su mismo nombre?

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  2. Sí, efectivamente. En el libro de Imperio de 8ª incluso dicen que, tras la traición de Van Horstmann, se lanzaron potentes conjuros de protección sobre el Espejo, por si estaba corrupto por el Caos.

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  3. Gran personaje, gran pérdida en Fin de los Tiempos con la muerte mas gilipollescamente absurda que los cabrones de GW han tenido los santos cojones de escribir.

    Van Horstmann intenta vincularse al saber del fuego tras la muerte de Ungrim, pero no lo consigue y se acaba prendiendo fuego y muere consumido.

    van Horstmann.... ESE Van HoRStmann

    ¡¡¡VAN HORSTMANN, POR EL AMOR DE DIOS!!!!

    ¿Realmente se han atrevido a asesinar al mago de Tzeencht más poderoso de todos los tiempos con semejante subnormalidad de excusa? ¿y un puto enano (nota: me encanta Ungrim Puñohierro) sin puta idea de hechicería, magia y pollas rúnicas en vinagre lo consigue con solo enfadarse un poco?

    ¡GW, ahógate en el pozo de mierda que tú mismo has generado!

    P.D: el corrector de Google no me acepta ni "gilipollescamente" ni "subnormalidad", pero esta campaña invita a inventarse palabros como estos, y que quedaran registradas en el diccionario de la RAE como expresiones del más profundo sentimientos del mayor desagrado y absoluto desprecio.

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    Respuestas
    1. Y eso que la especialidad de Van Horstmann era el Saber de la Luz... xD

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