"Somos los señores de la noche, y vosotros los humanos sois nuestro ganado. Mientras nosotros caminamos orgullosos, vosotros os arrodilláis."
De todos los vampiros que ha conocido el hombre, el clan maldito de los von Carstein es el más infame. Hermosos, arrogantes, carismáticos y orgullosos, los von Carstein son los auténticos aristócratas de la noche. Fue Vlad von Cartein, el primero de su línea, quien trajo el vampirismo a las tierras de Sylvania. Él infectó con la enfermedad maldita a todos los nobles más poderosos de esa tierra, esclavizándolos a su voluntad y convirtiéndose en el gobernante indiscutible y el señor de un reino no muerto en el corazón del Imperio.
Hace trescientos años Vlad y su cohortes de no muertos desafiaron abiertamente el gobierno de los hombres en el Imperio, y durante cien años de guerra ininterrumpida casi consiguieron doblegar al Imperio. Tan sólo los esfuerzos combinados de los Condes Electores del Imperio consiguieron derrotarle. Pero aunque Vlad había muerto, este no fue el fin de los von Carstein, pues sus sucesores prosiguieron las guerras vampíricas durante los años siguientes.
En las leyendas del Imperio los nombres de los condes vampiro aún se recuerdan con terror: Vlad e Isabella, los primeros gobernantes inmortales de Sylvania. Pieter y Emmanuelle von Carstein, que degollaron cien doncellas en una sola noche para saciar su sed. Fritz von Carstein, el que no conoce la piedad. Konrad, el demente conde sanguinario, y Manfred von Carstein, el más sabio y más astuto de todos, un genio retorcido y el más poderoso de los vampiros en el dominio del arte prohibido de la nigromancia.
El final del reinado de los von Carstein llegó en la terrible y sangrienta batalla de Hel Fenn, donde Manfred von Carstein, el último de los condes vampiro de Sylvania, murió a manos del Conde Elector de Stirland. El último de su estirpe murió en la batalla, y así se acabaron las guerras vampíricas en el Imperio.
Sin embargo, este no fue el fin de los von Carstein en el Imperio. Quién puede decir cuántos hombres excéntricos todavía conservan la maldición en sus venas, o cuántos vampiros se ocultan en los siniestros castillos o en los bosques encantados de Sylvania. Es muy probable que un día el Imperio vuelva a temblar ante el nombre de los von Castein.
Strigos! Strigos!
ResponderEliminarRecién subida la historia de los Strigoi ;)
ResponderEliminarAunque nunca he jugado con Condes Vampiro, el libro de la trilogía von Cartein es de los mejores regalos que me han hecho. No sólo lo recomiendo a quien le gusta Warhammer, sino también a quienes le gustan los libros de vampiros.
ResponderEliminarEs que los Von Carstein son el clan de vampiros más clásicos. Todos ellos tienen su encanto. :)
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