lunes, 1 de octubre de 2012

El niño borracho (música de batalla, 28)


Últimamente se rumorea que algunos campesinos que viven al otro lado de las montañas han estado sufriendo ataques esporádicos de algún animal salvaje en sus granjas. Normalmente son los lobos que habitan por los bosques, pero es raro que lo hagan en esta época del año ya que aún no escasean las presas. Tengo entendido que a alguno de los aldeanos les han faltado una o dos ovejas, pero quienes se dedican a la cría de bestias más grandes han llegado a encontrarse con escenas más desagradables. Quien me lo contó decía que vio los restos de una de sus vacas despanzurrada en el suelo, con los huesos machacados del todo. El cuerpo de la bestia estaba en una arboleda y bajo él había un árbol joven, derribado por la bestia. Como si le hubiera caído encima, decía el granjero. Yo no me estaba creyendo demasiado su historia, pero Vinyard, el borracho del pueblo, levantó su roja narizota de la barra. ¡Qué más quería él que contar otra de sus historietas! A cambio de un trago, claro. “¡Yo lo vi, vi al monstruo!” decía, mientras daba tumbos hacia el campesino. Cada vez que pasaba junto a ellos oía descripciones increíbles, como que tenía alas emplumadas, que era más grande que una casa, tenía cola de león, garras como las de una gallina enorme, orejas de zorro y la cabeza era como la de un águila. Cambiando de tema, aquí en el Niño Borracho siempre disponemos de habitaciones molto acogedoras si no le apetece pasar la noche fuera.

Mientras tanto, en otra línea temporal de un universo alternativo...

Bienvenido de nuevo estimado cliente. Fíjese en el reproductor televisivo he adquirido para que la gente pueda ver los deportes en el Muchachuelo Achispado; casi puedo ver a la presentadora de los informativos a tamaño real. Por cierto, ¿vio la pelea que salió en las noticias entre los huelguistas y la policía corporativa? No había visto en mi vida algo tan deleznable y vejatorio. ¡Cómo se atreven a actuar así, golpeando tan gratuitamente a los miembros de seguridad del distrito! Intentan hacer ver a la gente con sus pancartas mohosas que no son ellos los culpables de su propia incompetencia. Se quejan de que sus salarios no les llegan para vivir y en vez de trabajar más horas o intentar conseguir diversos empleos, ¿qué hacen? Malgastar su tiempo insultando y enfadando a aquellos que les dan de comer. Tendría que haber visto el descaro del que hacían gala con tal de provocarles y así tener una excusa para golpearles; les hacían burla con las manos hacia el cielo, se sentaban en el suelo como vagabundos... hasta les increparon y todo. El tumulto ha tenido lugar a pocos distritos de este; imagínese, ni que esto fuera la jungla venusiana o algún sitio parecido. ¿Y sabe qué es lo peor de todos ellos? Lo peor no es lo que dicen, es lo que piensan.



Hay montones de grupos que varían su estilo musical con el paso del tiempo, bien por convicción, porque desarrollan madurez a la hora de componer sus temas componer o por obligación de contrato (lo que coloquialmente se conoce como ser unos vendidos). Otros lo hacen por la conveniencia de la época en la que viven, o porque su estilo original no interesa al público mayoritario. Y por último, siempre cabe la posibilidad de que las personas tengan alguna experiencia que las haga cambiar de rumbo. La banda británica Gryphon pasó de tener un estilo puramente acústico medieval digno de escucharse en cualquier mercadillo de la época al rock psicodélico propio de los años setenta.

Pero todo lleva un proceso. En sus tres primeros discos titulados Gryphon, Midnight Mushrumps y Red Queen to Gryphon Trhee respectivamente, podemos apreciar parte de esa esencia que hace de la música psicodélica un portal a la interpretación propia de lo que escuchamos, salvo que con un estilo medieval muy agradable (para mi gusto). También hacen uso de algunas melodías populares como las que emplea Ritchie Blackmore en Blackmore’s Night, en las cuales podemos distinguir flautines, acordeón, órgano, guitarra acústica, percusiones y muchos otros instrumentos. En Raindance, su cuarto disco de estudio, comienzan a introducir algunos elementos más cercanos al pop-rock psicodélico, además de incluir el uso de la voz en algunos temas y de que es más reconocible el uso de la batería que el de otros instrumentos de percusión. Tras cambiar de compañía discográfica sacaron el que sería su último disco de estudio; Treason (traición, ¿tal vez a quienes fueron?) está plagado de referencias musicales de los setenta; guitarreos psicodélicos, toques de funky por aquí y de jazz por allá, además de tener voz en casi todas las canciones. A mi parecer ese no es muy buen disco, si lo comparamos con sus anteriores trabajos.

Por último y para concluir con su discografía, sacaron tras años de silencio varios recopilatorios entre los cuales merece la pena destacar As Curious as It Can Be, un concierto interpretado con el estilo medieval que los caracterizó y Glastonbury Carol, una compilación de temas grabados para la BBC Radio.

Midnight Mushrumps:

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