miércoles, 4 de julio de 2012

La trilogía de Nagash

Hace un mes, más o menos, me hice por fin con el tercer libro de la trilogía de Nagash de Tiempo de Leyendas, y desde entonces tengo ganas de hablar sobre esta trilogía en el blog. Los que seguís la Biblioteca con una cierta frecuencia ya sabéis que Nagash es uno de mis personajes favoritos de Warhammer, y que incluso da nombre al blog (uno de los títulos de Nagash es "El Gran Nigromante").

Nagash apareció por primera vez mencionado en la caja básica de la 4ª edición, en la tarjeta de objeto mágico "La Garra de Nagash". Poco después, en el suplemento "Warhammer Magia de Batalla" aparecía un segundo objeto mágico relacionado con el Gran Nigromante: La Corona de la Hechicería. No tardaríamos en ver el libro de ejército de los No muertos (el primero y último que tuvieron con ese nombre), en el que por fin apareció Nagash y se ganó su lugar de honor en el mundo de Warhammer de la mano de Bill King. En este libro, del que he hablado en innumerables ocasiones, el genial Bill King narró la historia de este personaje con un relato inusualmente largo para un libro de ejército que a día de hoy sigue siendo recordado por muchos aficionados (podéis veer este relato AQUÍ).

Nagash acabó desapareciendo de los campos de batalla para quedar en la leyenda, en el imaginario colectivo, cuando salieron los libros de Condes Vampiro y Reyes Funerarios. Pero la leyenda había quedado grabada a fuego en la historia del mundo. Nagash había intervenido en demasiados asuntos, había dejado su huella.



Años después la Black Library publicó el primer libro de la trilogía de Nagash, en su serie "Tiempo de Leyendas". Obviamente, me hice con él. El autor (Mike Lee, aue había colaborado en Demon: the Fallen) hizo una buena labor con el primer libro, la parte de la historia de Nagash que menos había desarrollado Bill King en el relato original. Khemri y toda Nehekhara perdieron el carácter tan marcadamente "egipcio" que tenían para pasar a ser una extraña mezcla de las polis griegas con el antiguo reino de Khem (sí, Egipto, en Egipcio, se dice "Khem". ¿A que son originales los de GW?). La novela tiene una calidad sorprendente (en comparación con otras novelas de la Black Library, claro: no me atrevería a compararlo con Canción de Hielo y Fuego), y crea una civilización bastante creíble. Particularmente me encanta el tratamiento que Mike Lee le da al personaje de Arkhan el Negro, y cómo muestra unas relaciones políticas entre las ciudades-estado bastante plausibles.

El segundo libro se me hizo corto (es el más corto de los tres), y narra la llegada de Nagash a Pico Tullido y el comienzo de su imperio de la muerte, mientras que la narración nos lleva también a Lahmia, a Neferata, a Abhorash, a Uhsoran y a Wsoran (y se da alguna pista sobre el misteriosísimo Vashanesh).

Finalmente, en el tercer libro encontramos la mayor parte de la "chicha" de la trilogía. Si bien me gustó bastante el modo en el que Mike Lee trata la guerra de Nagash contra los Skaven, el personaje de Alcadizaar o la caída de Lahmia; y me encató cómo trata la naturaleza muerta viviente de Nagash (claro, ser inmortal está muy bien, pero nadie dijo que ibas a dejar de pudrirte, amigo xD) detecté unas cuantas incorrecciones, o quizá debería decir inconsistencias, con el relato original de Bill King. Una es la propia espada de Nagash, Mortis, la Gran Espada de la Muerte. En el libro de No muertos de 4ª edición nos dicen, claramente, que "el propio Nagash forjó esta espada, y nadie más puede usarla". Sin embargo, en la novela nos dicen que Nagash la encontró en las profundidades de Pico Tullido. La otra es el Báculo del Poder, poderoso artefacto creado por Nagash para almacenar la energía de los vientos de la magia, que ni siquiera aparece en la novela.

Pero, salvando esos detalles, las novelas merecen la pena. Me han gustado, y es más de lo que puedo decir de la mayoría de las cosas que saca últimemente GW.

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