lunes, 26 de noviembre de 2012

Los Kurgan (1)



"Hubo tal masacre y derramamiento de sangre que resultó imposible contar los muertos. Los Kurgan saquearon los templos y santuarios y mataron a los sacerdotes y a las vírgenes. Devastaron esta región hasta tal punto que jamás volverá a ser lo que fue."
Marcia Naissus, sobre la destrucción de una ciudad en los reinos fronterizos, extracto del Liber Chaotica


OPINIONES COMUNES

"Es mejor quitarse la vida que caer en manos de los Kurgan."
Karl Althaus, Piquero del Imperio

"¡Los Kurgan son enormes! Miden tres metros de altura, son musculosos y brutalmente violentos. ¡No son humanos, lo juro!"
Gregor Romberg, Mercader

"Las hordas Kurgan son más numerosas que las estrellas del cielo. Son salvajes, luchan sin honor, y no desean otra cosa que erradicar el Imperio por completo."
Dimitri, Herrero kislevita


OPINIONES DE LOS ERUDITOS

Al norte de las montañas de los Lamentos, al este de Norsca (más allá del mar Helado) se extiende una gran llanura conocida como las Estepas orientales. Carece de cualquier forma de civilización: está formada por kilómetros de praderas vacías salpicadas por los ocasionales árboles achaparrados o monolitos negros erigidos para conmemorar la muerte de un gran paladín del Caos. Las estepas orientales limitan al norte con unos páramos helados y al sur con un vasto e inhóspito desierto. Aunque es el hogar de muchas razas con una gran variedad de especies, las estepas orientales son célebres por encima de todo debido a las tribus Kurgan.

"Los Kurgan son humanos, al menos en tanto que poseen el mismo número de extremidades, que su cabeza descansa en un cuello colocado sobre dos hombros, y que caminan erguidos. Pero son muy distintos en apariencia a cualquier otro viejomundano. Los Kurgan son de complexión morena, con cabellos negros como el azabache, una piel bronceada, casi parda, y ojos negros almendrados. Sus cuerpos son de gran tamaño, más altos que otros hombres, y de naturaleza musculosa y poderosa. Caminan con una elegancia natural, con movimientos fluidos y un porte semejante al de los felinos selváticos de las tierras del sur. Incluso sus mujeres son de constitución fuerte y tienen el mismo aire severo y actitud peligrosa."
Odric de Wolfenburgo, Historiador

Los Kurgan vagan por las estepas orientales, siguiendo a sus rebaños y librando guerras contra las tribus rivales. Al ser nómadas, dependen de monturas bajas y resistentes, que destacan por su velocidad y su capacidad para subsistir casi sin alimentos, para cazar cabezas de ganado salvajes, antílopes y demás fauna natural.

"Se cree que los kislevitas son en realidad descendientes de esta raza. Unos documentos y tallas antiguas sugieren que la tribu de Kislev viajó hacia el suroeste, probablemente huyendo de alguna amenaza, de la misma forma que muchos de nuestros antepasados emigraron al oeste a través del paso del Fuego Negro. Las evidencias de su ascendencia Kurgan aún se manifiestan en los confines septentrionales de Kislev, donde aún se imitan muchas de las costumbres y prácticas de los Dolgans y los Khazags. Los kislevitas del norte poseen fuertes tendencias nómadas, y creen que la decadencia del Imperio ha debilitado (y mancillado) a sus parientes del sur."
Ansel Shopenhauer, Diplomático Imperial



SUS PROPIAS PALABRAS

"Podéis llamarnos paganos, salvajes o incluso brutos, pero somos nosotros los que estamos más cerca de los Dioses. vemos su obra en todas las cosas. Y no creamos Dioses nuevos y convenientes que se correspondan con nuestras esperanzas para el mundo."
Alakreiz, Bárbaro Kurgan

"¿Que por qué saqueamos vuestras tierras? Porque es la voluntad de los Dioses."
Zar Seizask, jefe tribal Kurgan

"Somos los profetas, los servidores, los guerreros de Tchar, y os destruiremos."
Deitzaaz, chamán Kurgan


SOCIEDAD

"No hay nada si no hay guerra"
Zar Uzelek, jefe tribal Yasun

Los Kurgan son nómadas. Vagan por las estepas orientales siguiendo a las manadas que los sustentan. Carecen de la noción de hogar fijo, ya que el mundo siempre está cambiando; por ello se conforman con vagar de un lado a otro y vivir de la tierra. La mayoría de los viejomundanos suele cometer el error de considerar a los Kurgan un único grupo, y resulta fácil cometer el error, ya que los Kurgan están viajando constantemente. En realidad, el pueblo conocido como los Kurgan son varias tribus independientes que no profesan lealtad a ningún jefe ni poseen concepto alguno de nación. Luchan contra Kurgans y no Kurgans por igual, librando brutales batallas hasta el punto de casi extinguirse, con la misma frecuencia con la que atacan Norsca, Kislev o el Imperio. Aunque existen innumerables tribus, las más conocidas son las de los Kvelings, Gharghars, Tahmaks, Hastlings, Tokmars, Yusak, Khazags, Avags, Dolgans, y los temibles Kul.


VALORES

En el Viejo Mundo hay una gran confusión en lo relativo a la identidad de los Kurgan. Algunos creen que son una especie de mutantes, más próximos a los hombres bestia que a los humanos. Otros creen que son una raza de superhombres, ya que son altos, musculosos y todos guerreros. Los hay que piensan que ni siquiera son humanos, sino demonios atrapados en carne humana. Esta última creencia es más común entre los supervivientes de sus incursiones.

La cuestión es bastante sencilla. La reputación de los Kurgan se debe a aquellos que se enfrentan a las huestes de guerra que bajan de las estepas orientales para capturar esclavos y destruir las construcciones civilizadas. Como la mayoría de los habitantes del Viejo Mundo sólo se han encontrado a estos individuos como enemigos, creen que toda su raza está compuesta por brutos belicosos obsesionados con el saqueo y el pillaje.

La verdad es que los Kurgan poseen una cultura tan compleja y rica como cualquier otra. Son un pueblo profundamente espiritual, y ven la obra de sus Dioses en todas las cosas, desde el susurro del viento hasta el mecer de la hierba en las estepas. Sus Dioses son dinámicos, seres que conservan el mundo en su estado natural, que es el cambio constante y el flujo perpetuo. Todo se halla en un proceso de conversión. Así, las mutaciones no son una maldición, sino una evolución de la voluntad divina manifestada en la carne. Cuando algún mortal sufre un cambio en su forma, se dice que ha sido favorecido por el Dios de su tribu, y se le otorga un lugar especial dentro de su sociedad. para fomentar estos cambios, muchos Kurgan atan las cabezas de sus hijos para que crezcan con formas peculiares, alargadas y deformes. Como el cuerpo es la expresión física de lo divino, los Kurgan hacen especial hincapié en la fuerza y maestría de la forma física.

(Ir a la segunda parte)

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