Una de las habilidades que ha de tener un buen general, y que normalmente se adquieren por experiencia, es la capacidad de ver el "Devenir" de la batalla (o "flow", flujo, pero me gusta el término "devenir").
¿Y qué es este devenir? Pues viene a ser una percepción compleja del campo de batalla que se adquiere a base de jugar centenares de partidas, que permite al jugador ver las posibilidades que se abren ante cada unidad: una visión de futuro más que de presente. Es algo más que saber que una unidad puede derrotar a otra, y desde luego no tiene nada que ver con complejas predicciones estadísticas. Es más parecido a la visión del jugador experto de ajedrez que, de un vistazo al tablero, se sumerge en él y busca una solución.
En mi caso, me gusta representarlo mentalmente de forma que cada unidad deja de ser un punto fijo y se convierte en un número de vectores, cada uno apuntando a cada una de las posibles actuaciones de la unidad. Los vectores de cada unidad (amiga o enemiga) se entrecruzan sobre el tablero en una danza de posibilidades.
Desde luego que esto no tiene nada que ver con hacer una lista de ejército para machacar al rival: ya he dicho más veces que creo que hacer una lista "destroyer" no tiene nada que ver con las habilidades de un buen general, sino que se parece más a la (loable) actividad del ama de casa que con un exiguo sueldo alimenta a su familia (gestión de recursos). La comprensión del "Devenir" no tiene nada que ver con meter tropecientos lanzacohetes ni con incluir tres unidades de Maestros de la Espada, ni con discutir sobre el alcance exacto de una regla. Una vez comprendes el Devenir en un sistema de juego, es muy fácil comprenderlo en todos los demás sistemas.
Una secuela muy curiosa de esto es que, al mirar los dioramas de batallas que prepara GW, pienso automáticamente qué bando tiene las de ganar... ¿Cómo lo veis en las imágenes que acompañan a esta entrada?
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