Cuando las miniaturas se caen al suelo

Las miniaturas se caen al suelo, a veces. Cuanto más trajín, más posibilidades hay de que acabe hecha trozos contra alguna parte. ¿A quién no se le ha caído nunca una miniatura?

Sí, ya sé que son perogrulladas. A todo el mundo se le ha caído alguna vez una miniatura al suelo. Por eso es altamente recomendable llevar siempre superglue. La gravedad es una mala p***, eso lo sabemos todos. ¿Y a qué viene todo esto? ¿Se me habrá caído alguna miniatura al suelo?

¡Es imposible encontrar fotos de miniaturas rotas!

Pues sí: ayer, mientras recogía y limpiaba mi habitación. el edredón de la cama hizo un triple giro mortal con tirabuzón, lazada y nudo windsor, golpeando una estantería llena de miniaturas. ¿El resultado? ¡Desastre! Tres miniaturas se enredaron con el edredón y cayeron estrepitosamente al suelo, esparciendo piezas por todo mi cuarto. Y no se trataba de miniaturas "sencillas", sino de miniaturas multicomponente y conversiones: Mi Carro de cadáveres, mi Zúper Karraka y mi Zeñor de la guerra en palankín (que podéis ver en esta entrada). Me pasé veinte minutos buscando piezas por el suelo, hasta que aparecieron todas (¡o eso creo!). No he sacado fotos del desastre porque no dispongo de cámara, pero os lo podéis imaginar...

Ya he vuelto a pegar al Zeñor de la guerra en Palankín, y he conseguido el curioso efecto de que sus cuernos queden más rectos. Todavía tengo la Zúper Karraka y el Carro de Cadáveres en la mesa, pendientes de su encuentro con Mr. Superglue. Y no es la primera vez que me pasa algo así.

Recuerdo una conversión de dreadnought de los Mil Hijos que hice hace mucho tiempo: era una especie de criatura mecánica con patas de araña que dio mucho que hablar en la vieja tienda de Paradise Games: a algunos nos gustaba el arañón; otros creían que no pegaba con la estética del resto del ejército. Al final las disputas se solventaron cuando se me cayó al suelo y se hizo mil pedazos. Nunca fui capaz de volver a montarlo (poco después conseguí un dreadnought de ForgeWorld y lo conversioné para los Mil Hijos, con lo que el arañón quedó en stand by). Aún tengo las piezas del arañón en mi caja de restos.

El Niño Borracho tuvo también hace tiempo un par de accidentes con su pebetero de plaga y su rueda de la muerte (¡que a día de hoy sigue sin estandarte!). Y eso por no decir nada del pobre Devorador de Almas de mi amigo Ragnor, que se ha caído infinidad de veces. O un viejo vampiro de plomo que tuve, que se cayó tantas veces que su nariz se aplanó completamente, y lo llamábamos "el chato". Al menos conseguí venderlo...

¿Os han ocurrido sucesos similares? ¿Algún accidente con miniaturas especialmente truculento?