Bienvenidos de nuevo a la guía KV de los Planos Exteriores, matasietes ansiosos de saber lo oscuro del asunto. Hoy vamos a hablar del plano de Mechanus, el plano de la ley pura, sin paliativoss por parte del bien y el mal...
¡Los dioses nos salven del aburrimiento de Mechanus!
Er... sí, la verdad es que sí... Este plano es también conocido como Nirvana y...
¡Nada de "Nirvana"! ¡Ese es el nombre que le dan los sin pistas a Mechanus, ignorantes de la cruda realidad! Mechanus describe a la perfección el lugar, Vúel.
Sí, lo describe perfectamente. Imaginad un mecanismo de relojería de talla planar: miles y miles de ruedas dentadas girando acompasadamente al ritmo de la ley absoluta. Y en cada rueda, un reino. Cada rueda dentada encaja perfectamente con todas las demás, moviéndose a una velocidad determinada por su tamaño: cuanto más pequeña es la rueda, más rápido gira. Todo está inter-relacionado: nada gira en Mechanus a no ser que todo gire.
Deben ser todos esos giros y giros los que acaban volviendo lelos a los suplicantes que van a parar aquí: una vida dedicada a la ley y el orden para terminar en esta especie de tiovivo planar donde todo, absolutamente todo, es legal... ¡Qué horror!
Sí, a mí tampoco me gusta este lugar, Kaiiki, pero tenemos que hablar del plano con cierta neutralidad. No podemos decir simplemente "Es una mierda, no vayáis allí".
¿Y por qué no? Es lo que pienso...
Bueno, podemos decir... ¡Que es el plano natal de los modrones! ¿Quién no conoce a esas criaturas semi-mecánicas de pura ley? ¡Son tan divertidos!
No te confundas, Vúel: Los modrones que pueden verse por Sigil y el Gran Anillo no son como los de Mechanus: son modrones renegados que no encajaron en la férrea estructura estrictamente reglamentada de Régulus.
¿Régulus?
Régulus es el conjunto de sesenta y cuatro ruedas dentadas que conforman el reino de los modrones en Mechanus. Allí, toda la jerarquía de los modrones obedece a su deidad de ley pura: Primus, el Primero y Único, señor de todos los modrones. Y no son simpáticos ni divertidos.
Ya no suena tan bien... ¿Y qué decir de las Formícidas?
Criaturas similares a las hormigas de los planos materiales primarios, pero enormes. Poseen una sociedad altamente estructurada, y son expansionistas. Las formícidas han llevado la guerra a muchos lugares.
¿Es que no hay nada agradable en Mechanus?
¡Ya te he dicho que no! ¡Es un sitio horrible!
Bueno; tenemos ruedas dentadas giratorias gigantes...
¡No olvides comentar que cada rueda tiene su propia gravedad, que sólo están construidas por una de sus caras, y que estando de pie en una de ellas no se nota que esta gire...
¡Detalles, detalles! Bueno, tenemos ley, ley y más ley. Tenemos modrones antipáticos y formícidas belicistas. Todo ese puñado de dioses legales que decidieron crear sus reinos en este lugar...
¿Ves? ¡No hay nada bueno! ¡Ni siquiera funcionan los conjuros de ilusión o engaño debido a la legalidad del plano! Incluso los Jefes tienen aquí su cuartel general, la Fortaleza de la Disciplina y el Conocimiento.
¿Los Jefes?
La facción de la Fraternidad del Orden: ya sabes, los burócratas que medran en los tribunales de Sigil.
Bueno... creo que mejor nos iremos en busca de lugares más agradables, ¿no, Kaiiki?
Sí, mejor; además, antes, cuando pasamos por el Reino de Shang-Ti, me llevé algo de sus jardines...
¿Aquél dios de la justicia y el castigo que tenía en su jardín un melocotonero cuyos frutos conceden la inmortalidad? No sé por qué, pero no me sorprende...
Sí que sabes por qué, cielo. Ya se escuchan ssus mastines... ¡Corre, Vúel!
¡Hasta la próxima, matasietes!
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