martes, 14 de octubre de 2014

Internet destruye infancias: Family Matters


Tras unos estiramientos y un par de flexiones, vuelvo a tener los dedos listos para realizar un análisis de otra de esas series que nos hicieron engordar nuestra tontería a la hora de comer durante una década o más de nuestras vidas: Cosas de Casa. Let's get ready to rumble!


La serie mostraba una serie de tragedias "gaga" de la vida cotidiana de una familia de clase media... ¿Norteafroamericana? ¿Afronorteamericana? ¿Afroamericonorteña? Ignoro el término políticamente correcto, y si hay algo que marque lo políticamente correcto es esta dichosa serie.

Para hablar de este tema debo marcar antes una línea divisoria. Ésta no es otra que el antes y el después de Urkel. Durante la época pre-Urkel, la serie se centraba en la inconsciencia del hijo mayor de la familia Winslow, Eddie, que solía meterse a si mismo y a sus hermanas -Laura y Judy- en una serie de embolados de lo más cutre-salchicheros, aunque siempre pareciese que la estaban liando parda. La moraleja del transcurso de los episodios nos dicta que tener un padre policía nos va a salvar de muchos problemas. Carl, el padre policía, solía llegar a casa muy crecido del trabajo y se enfrentaba continuamente ante el muro de cemento que representaba su esposa Harriette en esa ancestral lucha por ese arma definitiva conocida como la razón. La moraleja pasa a ser que una mujer es mucho más poderosa y lista que cualquier padre policía, y que una madre puede tener un fallo frente a los cincuenta mil tuyos.


Para rellenar los veinte minutos de metraje, salteaban los episodios con las dificultades de la hermana soltera de Harriette, Rachel, y de su hijo pequeño Richie, quien heredaría temporadas más tarde el comportamiento inconsciente de su primo mayor. Además teníamos a Estelle, la abuela, quien cumplía las funciones de decir "te lo dije" a todos los anteriormente mencionados.

Llegó un punto en la serie en que la ¿trama? se estaba quedando estancada, y para renovar la audiencia sacaron a escena a ese repulsivo personaje: Steve Urkel. Urkel es como esas verrugas asquerosas de otras personas; no quieres ni mirarlas pero a la vez te dan ganas de tocarlas con un palo. En ese universo alternativo en el cual no existían las órdenes de alejamiento, nos enseñó que un vecino tiene que aguantar toda la mierda que eches sobre los suyos y su morada, y que si tenemos suficiente perseverancia podemos ahuyentar a todos aquellos que ronden a nuestra amada hasta que no le quede otra alternativa que rendirse a nuestros brazos o morir devorada por una manada de gatos.

Hasta aquí llega el análisis general, pero me gustaría hablar de dos datos muy relevantes y que aparentemente pasaron desapercibidos a la mayoría de gente con la que he hablado del tema.

1º - El hombre blanco es el mal. Cuando aparecía un caucásico en la serie, siempre era para torcerle la cara al público. O bien era un criminal, o bien se la liaba a los hijos de los Winslow, o bien era un imbécil. Pero no imbécil como Waldo Geraldo Faldo, que era imbécil y entrañable, sino como el jefe de Carl, que era repugnante.

2º - Carl Winslow es un policía pésimo. El desprecio y la falta de profesionalidad que demostró ante la desaparición de su hija pequeña hace que dude enormemente de su profesionalidad. Al parecer, Carl ya tenía bastante con las repentinas incursiones de Urkel en su casa y pasó olímpicamente de la fuga o secuestro de la menor de sus vástagos. ¿Y dónde fue a parar la pobre Judy? Pues tras realizar un disco de R&B de lo más simplón acabó realizando películas para adultos, y no, no me refiero a las del tipo "El séptimo sello" de Bergman. Sin mayores pistas, podréis averiguar que lo que digo es cierto. Además, sospecho que hacia el final de la serie, mató a Harriette y se hizo de un modelo de esposa más moderno tras coartar al resto de la familia en un episodio que, por razones evidentes, jamás se llegó a emitir. Ésta es una práctica que Philip Banks repetiría años más tarde con la tía Vivian de Will Smith. ¡Buuuuhhh Carl, eres un mal padre y peor poli, buuuhh!


2 comentarios:

  1. Steve urkel es repulsivo, pero sin él no hay serie. Es el único personaje original, si dejamos aparte a la rechoncha presumida, la hija pequeña que desaparece, el mini michael jackson, el inútil del mayor y el resto...

    El otro día me contaron que la serie es un (agárrense a los cojines) es un spin off de la serie primos lejanos. La madre es la ascensorista del edificio de los primos en cuestión.

    Lo dicho, sin urkel (no en vano es "la serie del urkel") se hubieran ido todos al guano mucho antes.

    Y si, el hombre blanco es el mal. ¿De que raza es hitler? ¿Y rajoy? Pues ahí tienes tu respuesta.

    Y en cuanto a Carl... no hay que ser muy duro con él. Es cierto que es mla poli y mal padre, pero sufre mucho stress desde que fue tiroteado en Nakatomi Plaza.

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  2. No puedo estar más de acuerdo. Incluso cuando se emitía sin ser reposición la gente ya decía "ahora ponen a Urkel" y cosas del estilo.

    Pues efectivamente, en la Wikipedia es de lo primero que pone al respecto. Sigo teniendo en mi memoria a Larry Appleton y a Balki Bartokomous (el cual, por cierto, tenía la voz de Apu Nahasapeemapetilon), pero no tengo recuerdos del personaje de Harriette... mejor así, supongo.

    Apoyo la moción que refute que el hombre blanco es el mal, pero sin olvidarnos del mal que representa la mujer blanca. Que se note que hay igualdad para todos y todas.

    Ya... eso es cierto. Pero allá cada cual; si un individuo sufre de estrés post-traumático y decide ir a un homeópata a que le recete la canción del "uno-dos-y-tres, cuatro-cinco-y-seis, yo me calmaré, todos lo veréis" pues qué quieres que te diga... se merece lo que le pase..

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