Mientras el Waaagh!
campaba libre por las Montañas del Fin del Mundo se unieron multitud
de goblins, incluyendo los goblins nocturnos delas Montañas del Ojo
Rojo y muchas tribus de Goblins Silvanos venidos desde el Gran
Bosque. Mientras su ejército crecía en número y fuerza Grom se
aventuraba cada vez más hacia el oeste, devastando la mayor parte de
Stirland, Talabecland e incluyo llegando a alcanzar Hochland en la
sombra de las Montañas Medias. El Imperio envió sus ejércitos a su
encuentro y los derrotaron. La población humana regresó a los
pueblos y la mayoría de los campos fueron abandonados. El Gran
Bosque se convirtió virtualmente en un reino goblin donde ningún
ejercito Imperial estaba a salvo. Nuln, cuyas defensas habían sido
descuidadas en favor de la magnificencia del mármol fue atacada y
quemada. El maravilloso palacio de Dieter y todas sus magníficas
construcciones y fuentes fueron destruidas.
La horda se dirigió
hacia el oeste hasta que todo el Imperio corría el peligro de ser
asediado. Las comunidades se organizaban en los campos agrupados tras
muros fuertemente defendidos mientras la horda campaba a sus anchas y
saqueaba a su antojo. Viendo cómo los humanos abandonaban sus
tierras, más tribus de los bosques profundos y las altas montañas
acudieron al rebaño del Waaagh! El fin del Imperio parecía
inevitable, con las tierras sin ser labradas y las cosechas sin
sembrarse, las bestias eran sacrificadas y el grano de la siembra
molido para hacer harina con la que alimentar a los hambrientos. El
Emperador parecía incapaz o poco dispuesto a reunir un ejército,
pero se escondía tras los muros de Altdorf y soñaba con mejores
días.
Mientras el
Emperador no hacía nada, su primo, Wilhelm, príncipe de Altdorf,
probaría ser el salvador del Imperio. Organizó la defensa de
Altdorf y levantó un nuevo ejército de entre aguerridos ciudadanos.
Aunque el ejército de Wilhelm no podía igualarse al poder del
Waaagh!, el ejército de Grom había dividido sus fuerzas y las había
esparcido por todo el Imperio en ejércitos mucho más pequeños.
Logrando evitar las grandes concentraciones de orcos y goblins,
Wilhelm fue capaz de recuperar varios territorios y evitó que
Reikland fuese completamente devastada a manos de Grom.
Mientras
tanto la atención de Grom se centraba en el oeste y en las regiones
costeras del Imperio. Tras haber asolado Middenland y habiendo
derrotado un ejército liderado por el Conde de Middenheim, Grom
llegó a las orillas del océano. De acuerdo con los registros
Imperiales la horda se adentró en las costas y comenzó a construir
una enorme flota. Varios acres de bosque fueron talados para
suministrar la madera, y todas las tribus de goblins fueron enviadas
en busca de provisiones y materiales entre las ruinas del Imperio.
Las forjas rugieron durante semanas y los goblins trabajaron
fatigosamente mientras la flota de Grom tomaba forma. Se trataba de
una flota cuyo semblante no tenía parecido alguno con cualquier otra
que hubiese existido antes, enormes mazacotes de madera toscamente
tallada propulsados mediante gigantescas velas y rudimentarios
timones. El mundo observaba mientras la flota tomaba forma. Jinetes
Imperiales enviaron mensajes a Bretonia, Kislev y los reinos del sur
alertándoles de la inevitable llegada de la armada. Los gobernantes
del Viejo mundo temblaron y y aguardaron, con la esperanza de que el
sendero del Waaagh! no los condujese hacia ellos.
Cuando la flota
zarpó batidores del Imperio siguieron el proceso por toda la costa.
En Marienburgo los orcos libraron una brutal y sangrienta batalla
contra la flota del Imperio, enviando la mitad de las naves
Imperiales al fondo del océano y dispersando al resto por los cuatro
vientos. Marienburgo yacía abierta al saqueo de la horda de orcos y
goblins y los robustos habitantes de la ciudad se prepararon para
defenderla. Afortunadamente para ellos el clima empeoró enormemente
y la flota de Grom fue empujada por los vientos hacia el oeste antes
de que estallara una devastadora tormenta. Los goblins, poco
acostumbrados al mar y completamente ignorantes en cuestiones de
navegación, no pudieron hacer nada salvo dejarse llevar por la
tormenta. Por lo menos el casco de una de las naves se resquebrajó y
sus restos aparecieron flotando en las costas de Bretonia, pero no se
volvió a saber nada de Grom y del resto del Waaagh! En los reinos de
los hombres. Solo años mas tarde la historia de Grom viajaría y
emergería en las tierras élficas de Ulthuan, y los hombres
conocerían la derrota y destrucción finales del Waaagh! Ante Tor
Yvresse.
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