(ir a la primera parte)
EL OJO DEL SABIO
Por fortuna, también pueden conservar otros rasgos...
"No he llegado tan lejos para fallar tan cerca de mi objetivo, pero fue complicado disuadir a cualquiera de los nativos, ya que dijeron que mi búsqueda era una locura. El guía que conseguí respondía al nombre de Razim, y descubrí que era un tipo bastante poco de fiar; pero tuve poco para elegir, ya que sólo él demostró tener alguna disposición a escoltarme a las ruinas de Bel Aliad. Nuestro viaje fue largo y monótono, las únicas constantes que puedo recordar son la arena, el viento y el calor incesante durante el día, y el frío intenso por la noche. Razim sugirió muchas veces que diéramos la vuelta, diciendo que era una estupidez. Pensó que quería saquear la antigua ciudad; una ironía considerando lo que había de llegar. Después de dos duras semanas llegamos a las afueras de lo que quedaba de la Ciudad de los Sanadores. Razim dijo que no iría más lejos, sino que me esperaría durante dos días antes de volver al puerto de Zandri. Pobre idiota, si hubiera mantenido su palabra podría haber llegado a viejo, pero no le culpo, ya que su falta de honradez me benefició a la larga. El primer día no encontré rastro de la sabiduría que buscaba, ni pude descifrar la localización de la Biblioteca de Horeptis. El segundo sía me desperté a punta de una lanza de bronce en manos de un guerrero esquelético con armadura. He visto tales cosas en ciertas ocasiones, por lo que estoy casi curado de espanto, pero ser despertado por un muerto viviente sin duda me quitó uno o dos años de vida. Un grupo de esqueletos armados de igual forma me permitió vestirme; luego me condujo hasta un patio dorado. En el centro del lugar se alzaba un enorme trono de mármol, sobre el que se sentaba un ser vestido de forma magnífica, resplandeciente de joyas y de vendas inscritas con runas. Su mirada carente de ojos me traspasó mientras estaba ante él, y me incliné como si fuera un rey. A su lado estaba un hombre marchito con ropas de sacerdote; Razim se sentaba en el suelo ante él, con oro y joyas esparcidas a sus pies. La momia hizo una señal al sacerdote, que me miró y luego habló, ante mi asombro, en reikspiel. 'Su alteza radiante Sutekh, Guardián del Agua de la Vida, Príncipe de las Arenas Movedizas, desea saber por qué has venido de tan lejos para robar sus posesiones'. Miré a Razim y pude ver mi perdición en sus acciones si no era muy listo. Pero los reyes son reyes, aunque sean muertos vivientes, y sabía qué decir. 'No vine por el oro del poderosos Sutekh, sino por su sabiduría conocida en todo el mundo, ya que Bel Aliad es una ciudad de curación y tengo la necesidad desesperada de un sanador'. Y de esa forma le conté al faraón muerto mis desgracias, del envenenamiento de mi querida Karelia a manos de Heinrich von Bruno, y mi búsqueda desesperada. El sacerdote tradujo con calma todo lo dicho a la inmóvil momia. Cuando acabó, el patio quedó en silencio durante dos o tres latidos de corazón. Sutekh hizo un gesto y la cabeza de Razim fue arrancada de sus hombros. Habló, y, sorprendentemente, sonrió, haciendo un gesto con la cabeza hacia mí antes de alzarse y alejarse, con su guardia armada retirándose con él para rodearlo. El sacerdote caminó hacia mí y dijo: 'Mi señor me ordena que te diga que él también amó una vez. Él también habría ido hasta el final del mundo para salvar a su amor. Debo mostrarte la sabiduría que buscas'. Si no hubiera sido por la codicia de Razim, nunca habría encontrado el lugar oculto al que el sacerdote me llevó, y mi Karelia se habría perdido para siempre. Extraña la forma en la que funciona el mundo."
METRIOUS NULL, DE LA BÚSQUEDA DEL CORAZÓN
Hay pocas momias que puedan ser encontradas en el Imperio, pero la temprana migración de las tribus del hombre ha provocado que algunos de esos seres puedan encontrarse en antiguos túmulos funerarios. Además, ciertos nigromantes crean a veces una momia para sus oscuros propósitos. Tales intentos suelen salir mal, pero de todos modos resulta adecuado para los magos en cuestión. Para terminar, algunos de los condes vampiro de Sylvania han intentado esporádicamente que las momias hagan su voluntad, pero tales empresas siempre han fracasado; la voluntad que ata a una momia a la no-vida es tan fuerte como la de los vampiros.
NUESTRAS PROPIAS PALABRAS
"Una vez cabalgué por estos campos como señor y maestro de mi pueblo. La tierra era nuestra hasta donde el caballo más rápido pudiera cabalgar tras tres días, y eso era bueno. Cuando los bárbaros vinieron del norte contra nosotros, estaba listo para su salvajismo y les derroté del todo. Cuando los pielesverdes intentaron arruinar nuestras tierras los rechacé. No había árbol que no conociera, roca por la que no hubiera pasado. Mi gente prosperó, y lo mismo hice yo. Todas las cosas se acaban con el tiempo. Mi barba se hizo larga y gris. Yací para no volver a levantarme, contento de que mi pueblo estaría bien sin mí, aunque les dije con mis últimas palabras que si la tierra me necesitaba, volvería. Mi gente ha desaparecido ahora. La tierra ha cambiado tanto que no la reconozco. No conozco este lugar, estos campos, estos árboles; sólo las rocas de mi tumba siguen igual. Pero los bárbaros aún vienen del norte, sigue habiendo pielesverdes que deben ser rechazados, y descubro que no me queda piedad para los que han perturbado mi descanso."
SHARU, REY FUNERARIO
El párrafo de Sharu me parece épico. Recuerdo que cuando leí el Bestiario en su día, fue lo que más me gustó (junto a lo de los Ogros Dragón). Nobleza de la chunga más allá de la muerte.
ResponderEliminarEn los manuales del juego de rol se daba un trato al trasfondo muy bueno: tenían escritores decentes, profundizaban y trataban temáticas más adultas que en el juego de batallas.
ResponderEliminarAunque no he jugado al juego de rol, sí he visto codex antiguos, sobretodo 5ª y 6ª edición, y por Dios, eso era trasfondo (relatos y reflexiones en 1ª persona), y no la mierda de ahora
ResponderEliminarHan cambiado muchas cosas en GW... y la mayoría a peor.
Eliminar