Bienvenidos al quinto de una serie de artículos de trasfondo sobre Planescape: se trata de la traducción del capítulo 3 del entorno de campaña de Planescape para D&D 3.5 realizado por la gente de Planewalker.es (página ya desaparecida). Comenzamos a analizar cada facción en detalle. Hoy, los Donadores de Anillos.
“¡Pero esa es la belleza de todo esto!”
Jeremo bailó por toda la habitación con paso vertiginoso, forzando a Ingwe a cerrar sus ojos. El Bufón de la Dama después de un poco, fijándose en la mirada de dolor en el rostro del hombre. Un gesto malicioso brotó de los rasgos de Jeremo, y se inclinó cerca de su prisionero.
“¿Cansado de esta vida, Ingwe? ¿Te preocupa abandonarla?” Un tono burlón acompañó al sarcasmo de Jeremo.
Ingwe se esforzó por abrir los ojos, luchando por mantenerse consciente tanto tiempo como fuese posible, su sangre brotando de la herida en su cabeza. Con un gran esfuerzo, habló: “Me has ofrecido tu simpatía, aunque sea en broma, lo que me deja en deuda contigo. A cambio, te ofrezco lo que más deseas: el control de los Donadores de Anillos”.
Jeremo se quedó en silencio, aturdido durante un momento, antes de dar un gran grito y bailar por la habitación aún más frenéticamente que antes. “¡Ja, ja, ja! ¡He ganado! ¡He ganado!” Se inclinó sobre los muros y golpeó varias veces contra la silla de Ingwe durante su baile de celebración. Ingwe sintió la cuerda deslizarse.
Manteniendo su mirada fija en el Bufón de la Dama, uno de los hombres más poderosos que quedaban en Sigil, Ingwe lentamente desató sus manos. Sonrió y susurró: “Date cuenta de que este gran regalo te pone en deuda conmigo, Jeremo. Llegará el día en que el poder que has anhelado se convertirá en un ancla alrededor de tu cuello. Tan sólo espero que, dirigiendo a los Donadores de Anillos, verdaderamente entiendas la naturaleza de los regalos, antes de que sea demasiado tarde”.
Ingwe aplastó el delicado talismán escondido en el dobladillo de su túnica, pidiendo algún favor que le debía alguno de los poderosos de Sigil. Con un “pop” apenas audible, el anterior líder de los Donadores de Anillos desapareció. Pocos segundos después, Jeremo comprobó que estaba solo.
“¿A dónde has ido, Ingwe? No importa, no importa, ya tengo lo que quería. Ahora, ¿Por dónde empezar?” Jeremo hizo una pausa dramática, con un dedo posado sobre sus labios en un simulacro de reflexión antes de romper a bailar de nuevo. “¡Ahá! ¡Lo tengo! Siempre es mejor comenzar por el principio...”
Los Donadores de Anillos son una pequeña pero creciente facción que proviene de Ysgard. Sus ideales son completamente opuestos a los de los Predestinados, ya que los Donadores de Anillos creen que todo aquello que den regresará a ellos. Así, quien pueda dar todo lo que tiene y convencer al Multiverso de que haga lo mismo cosechará la mayor recompensa de todas, acorde a la Unión de los Anillos. Para los Donadores de Anillos, la posesión es una forma de limitación, y ser libre de los deseos equivale a un poder absoluto sobre uno mismo y sobre el Multiverso. Los Donadores de Anillos viven de la caridad de los demás, y prosperan haciéndolo. En un lugar tan frío e indiferente como el Multiverso, esto es un logro en sí mismo.
Filosofía: Sólo recibes lo que das.
Apodos: Mendigos, Negociadores
Cuartel general: Palacio del Bufón, en Sigil
Principales razas: Bariaurs, semi-elfos, humanos, tiefling
Principales clases: Cualquiera
Fáctol: Jeremo el Parlanchín (CN macho humano Guerrero6/Pícaro12)
Miembros prominentes: Borghild Walsing (CB hembra humana Hechicera9), Grim Arneger (CN macho humano Guerrero7/Pícaro5), Ingwe Alting (CB macho humano Ilusionista14), Ragin Ravensson (NB macho humano Pícaro12), Voltraagh (CM glabrezu Bardo4)
Alineamiento: Cualquiera, con tendencias caóticas y buenas
Símbolo: Una mano extendida con un anillo en su palma.
FILOSOFÍA
La libertad es la verdadera senda hacia el poder. La adquisición de posesiones materiales embota el verdadero potencial de la peña. Las responsabilidades de las propiedades y los negocios distraen a las personas de sus verdaderos propósitos. Cuando no tienes nada, entonces verdaderamente lo tienes todo.
Los Donadores de Anillos no codician ni el dinero ni las posesiones, y rara vez blanden abiertamente el poder. Se mantienen libres de deudas mientras viven día a día de la caridad de los demás. Cuando reciben algún objeto, los Mendigos lo usan mientras lo necesitan, y entonces se lo pasan a alguien que tenga mayor necesidad de dicho objeto; un Donador de Anillos no posee más que lo estrictamente esencial.
Ese
estilo de vida puede parecer contraproducente, especialmente en un
plano que valora tanto la independencia como Ysgard, donde la caridad
es considerada un insulto. Lo que distingue a un Donador de Anillos
de un mendigo común en cualquier ciudad de cualquier plano es el
sentido de la integridad y la autoestima que se mantienen en
equilibrio. Los Donadores de Anillos no quieren nada gratis:
trabajarán con alegría por lo que necesiten, y prestarán ayuda sin
ninguna queja. “Los dioses ayudan a quienes se ayudan a sí mismos”
es un dicho común, y las más extrañas criaturas les han prestado
ayuda en las situaciones más extrañas. Las historias sobren esa
suerte han ayudado a que su filosofía se extienda lentamente a
través de los planos.
De
entre todas las facciones, la filosofía de los Donadores de Anillos
es la que más está sometida a diferentes interpretaciones. La peña
tiende a abrazar el núcleo de la filosofía de los Donadores de
Anillos -da a los demás y los demás te darán a ti- y a alterarla
para ajustarse a sus perspectivas individuales. La interpretación de
los Donadores de Anillos de Ysgard es la más comúnmente conocida:
la gente en una comunidad contribuye tanto como puede, mientras
mantiene un registro de todos aquellos que le deben algo. Un
carpintero arregla la rueda del carro de un granjero, sabiendo que el
granjero le dará varias libras de manzanas cuando llegue la cosecha.
Un vecino ayuda a limpiar la casa de otro cuando llega un nuevo
viajero, ya que el otro vecino hizo lo mismo el año anterior. Cuando
un extranjero llega a una villa, una familia lo alimenta y le da
cobijo por una noche; si el extranjero no lo pilla y ayuda en la casa
al día siguiente, la familia sabe que les será reembolsado mucho
más. Esa gente atesora los favores que les deben como si fuesen el
más puro platino, creyendo que tarde o temprano su caridad les será
devuelta con creces. Y normalmente tienen razón.
En
Limbo y Pandemónium también hay un buen número de Donadores de
Anillos, y es más fácil dar todo lo que tienes cuando no tienes
nada. Aunque esto hace estos planos un poco más hospitalarios, los
Donadores de Anillos de aquí tienden a cambiar rápidamente de
perspectiva si ven que no parece que vayan a obtener nada a cambio de
su ayuda.
En
los campos del Elíseo y a través de los Planos Superiores,la
filosofía de los Donadores de Anillos es de naturaleza menos egoísta
y más altruista. Creyendo que dar todo lo que tienes a los demás es
una obligación moral, estos Donadores de Anillos actúan para
mejorar la comunidad como un todo.. A sus ojos, este es el único
camino hacia el mayor beneficio para todos, y viviendo sus vidas para
dar ejemplo lentamente convertirán al Multiverso para seguir su
camino. No todo el mundo lo hará por las mismas razones, pero el
acto mismo de dar es suficiente.
Los
Donadores de Anillos del Abismo tienen la interpretación más
retorcida: todo el mundo les debe algo, por una razón o por otra. Un
Negociador en la llanura de los portales infinitos puede admirar la
espada de un guerrero, sugiriendo que dársela puede ayudar a que
mantenga silencio si es preguntado por el paradero del guerrero. Un
quásit puede pedir regalos a los miembros de un grupo de
aventureros, dejando caer que se olvidará de que estaban allí si el
precio es correcto. Incluso una marilith puede aceptar todas las
posesiones de alguien a cambio de no matarlo. Esto es difícilmente
distinguible de la extorsión, y los Donadores de Anillos abisales
consideran estos pagos como una deuda que se les debe inherentemente,
y que sus “regalos de inacción” pueden ser tan valiosos como la
ayuda activa.
BREVE
HISTORIA
Como
sucede con la mayoría de facciones, el origen de los Donadores de
Anillos es desconocido, aunque lo más seguro es que comenzasen en
Ysgard. Parece que los principios de la facción han existido de una
forma u otra durante mucho tiempo, pero fue Ingwe Alting quien le dio
una base filosófica firme. En una tierra en la que los músculos
triunfaban diariamente sobre el cerebro, Ingwe vio que no era
efectivo en la persecución de la gloria mediante el combate. Tenía
poca habilidad con la espada, y carecía de la estatura y fuerza de
sus pares. Esto le causaba una gran inquietud, pues quería vivir
según los ideales de sus antepasados, y según ellos no estaba
contribuyendo al honor de su clan.
Fallando
al tratar de buscar el prestigio mediante el combate, el ilusionista
trató de ganarse el respeto de su clan mediante otra tradición de
Ysgard: la hospitalidad. Usando sus talentos mágicos para proveer
abundante comida y entretenimiento, Ingwe se ganó una gran
reputación como un magnífico anfitrión, y ofreciendo más de lo
que los recursos de su familia le permitían, con el tiempo todos sus
huéspedes estuvieron en deuda con él. Al tiempo que su influencia
sobre la comunidad crecía, así lo hacía su generosidad, hasta que
un ciclo de favores y pagos lo convirtieron en uno de los hombres con
más éxito de su región.
Su
fama creció mientras otros trataban de emular su camino a la
celebridad. Acorde a sus principios, Ingwe compartió los secretos de
su éxito, ganándose el respeto y l admiración de muchos
ysgardianos con ideas afines. Así, se le dio el liderazgo del recién
formado grupo de los Donadores de Anillos, y fue nombrado fáctol.
Durante años, Ingwe lo dio todo por la facción, formalizando sus
ideales y ayudando a los suyos a entender su verdadero significado.
Desafortunadamente, los Donadores de Anillos se convirtieron en un
pequeño grupo elitista debido a su perfeccionismo, y el crecimiento
de la facción se estancó. Se cree que esa fue una de las
principales razones por las que Ingwe “dio” la fortaleza de
Skeinheim en Ysgard de vuelta a los Predestinados y trasladó la
mayor parte de la organización de la facción a Sigil poco antes de
la Guerra de las Facciones.
Esto
jugó a favor de Jeremo el Parlanchín, que aprovechó la Guerra para
dar un golpe y tomar el control de la facción. A raíz del Edicto de
la Dama, el carisma natural y la ambición de Jeremo están
extendiendo la filosofía de los Donadores de Anillos a través de
los Planos Exteriores, donde su mensaje se está volviendo más
común, aunque diluido. Nadie está seguro de cómo es posible que
Jeremo esté dirigiendo abiertamente a los Donadores de Anillos desde
Sigil; ¿está verdaderamente loco, o el “Bufón de la Dama”
tiene algún tipo de trato especial? Cualquiera que sea la razón,
eso ha atraído mucha más la atención sobre los Donadores de
Anillos, mientras las otras facciones consideran su posición en el
Multiverso.
OBJETIVOS
Aparte
de los objetivos personales de Jeremo, los Donadores de Anillos como
organización no tienen más dirección o propósito que la
iluminación generalizada de las gentes del Multiverso. A base de
extender su filosofía a otros, más y más gente a través de los
planos se está acostumbrando a dar, lo cual refuerza los ideales de
la facción y beneficia a sus miembros individuales. A medida que la
facción se extienda y su poder crezca, Jeremo tratará de usar ese
poder,pero de momento se contenta con extender la filosofía de la
facción como cualquier otro miembro.
ALIADOS
Los
Crípticos siempre han sido los aliados más fieles de los Donadores
de Anillos. Ambas organizaciones creen que la acción es la clave de
la existencia, pero los Donadores de Anillos creen que dar es la
única acción que cuenta. Los Donadores de Anillos también tienen
buenas relaciones con los Hijos de la Misericordia y con la Cábala
de la Desolación, que encuentran ideas comunes con los Negociadores,
que ayudan a su comunidad, por las razones que sea. La mayor parte de
las facciones miran a los Donadores de Anillos con buenos ojos, ya
que la generosidad crea sentimientos de buena voluntad.
ENEMIGOS
Los
Predestinados siempre se han considerado a sí mismos como enemigos
de los Donadores de Anillos, pero en realidad las dos organizaciones
son diferentes caras de la misma moneda: una toma, la otra da. Pero
siempre que se lanza la moneda, al final los Predestinados siempre se
encuentran pagando por la generosidad de los Donadores de Anillos.
Naturalmente, los Negociadores disfrutan de esta relación. Pese a
ser competidores naturales, es muy raro encontrar a un Negociador que
hable mal de un Predestinado, o un Predestinado que piense mucho
acerca de los Donadores de Anillos.
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