viernes, 14 de octubre de 2016

Internet destruye infancias: El teléfono de Zack Morris

Hoy vuelvo a atiborrarme de piedra bruja para hablaros de otra de esas series que tienen su miga... una miga rancia y absurda, pero al fin y al cabo, una miga de la que nos hemos alimentado muchos y muchas de nosotros: “Saved by the Smell” (ay no, que eso va después) digooo "Saved by the Bell".


Empecemos ligerito, con el clásico análisis de sus protagonistas. En primer lugar tenemos a Zack Morris, claro protagonista que para reafirmar su liderazgo de chulito prepotente rompía la cuarta pared de vez en cuando (una práctica lamentable, ¿eh, amigos?). Una de las cosas que más me chocaba de este personaje era que tuviese un teléfono móvil. ¿Quién demonios tenía un teléfono móvil en aquel entonces? Es más, ¿quién sabía que existían esas cosas en aquellos años? Porque los teléfonos fijos, las cabinas telefónicas, los walkie-talkies y hasta los dos vasos atados con una cuerda los conocía todo el mundo, pero os juro que yo pensaba que aquel ladrillo era el inalámbrico de su casa. Zack actúa no como líder del grupo, sino como alguien que prefiere manejar en las sombras a sus allegados hasta el momento en que todo le estalla en la cara.


Para respetar la cremallera, ahora le toca el turno a una chica. Vayamos pues con Kelly Kapowski, que es la chica por la cual Zack siente un profunda y sincera hinchazón en la entrepierna. A pesar de su papel de líder de animadoras inocente e impresionable, tenía la habilidad de pasar de todo lo que no fuera políticamente correcto y en su interior vivía el espíritu de una viejecita de noventa y ocho años. Zack tuvo que casarse con ella tras la universidad para obtener algo más que un triste beso; la verdad, no se cuál de los dos tuvo más aguante.


En el puesto de macho alfa número dos tenemos a A.C. Slater. Slater es el capitán de lucha del instituto, capitán del equipo de rugby, capitán de halterofilia del instituto... seguro que es capitán hasta del equipo de debate con ese currículum. Porque si no los cruje a todos, básicamente. Un personaje demoledor que sabe meter miedo a todo el mundo salvo a su papá el militar, y... y ya. Tener un cuerpo perfecto y dominar todos los deportes requiere mucho tiempo, no hay sitio para más personalidad.


Como los polos opuestos se atraen, su media naranja era Jessie Spano. La delgadísima jirafa empollona del grupo resultaba en ocasiones más masculina que el bajito y “siempre-en-mallas-enfundado” vigoréxico Slater. Además su firmeza y su carácter responsable hacen de ella el personaje más aburrido del grupo.


No le pasaba esto a Samuel “Screech” Powers. Screech era el super-nerd, la versión blanca de Steve Urkel. Zack lo utilizaba como cobaya y marioneta en sus egocéntricos planes, lo disfrazaba de cosas ridículas y lo enviaba a la perdición mientras él se escapaba por otro lado. Estudia en su habitación-laboratorio que estaba llena de lámparas estroboscópicas, medidores de dios-sabe-qué y hasta el aparato que hace ¡ping! Además, es el vergonzoso poseedor de un poster de Lisa Turtle a tamaño natural.


Hablando de la susodicha, Lisa Turtel era un personaje que rompía algunos moldes. Era pija, boba y egoísta como ella sola. Pero también ostentaba el honor de ser “el negro de la serie” siendo además mujer y eso es algo que da niveles en estos temas.


Por último tenemos al vergonzoso director del colegio Richard Belding. Si el director Seymour Skinner (Armin Tamzarian) de los Simpsons tuviera un equivalente patético y pusilánime en versión de carne y hueso (por si no lo es bastante el dibujo animado), sin duda sería este sujeto así que nos ahorraremos más explicaciones.


Mucha gente ha seguido en uno u otro momento de su vida alguna serie sobre varios treintañeros que hacían de adolescentes de instituto. La generación que precedía a la cual pertenezco ya estaba embobada con el calentón de horcates que tenían los niños pijos de “Melrose Place” o de “Beberly Hills 90210”. La chavalada posterior estaba más dividida; quien tenía clase mañana y tarde solía ser más seguidor de “Compañeros”, mientras que quien solo tenía horario escolar por las mañanas solía tragarse “Al salir de clase”. Si te gustaban las americanadas con risas en lata tenías a los “California Dreams”, y preferías ver pivones y como un grupo de amigos se despellejaban unos a otros a base de malentendidos podías tragarte “Las gemelas de Sweet Valley” o bien “The O. C.”. Tiempo después aparecieron otros productos Marca España como “Física o química”, “Nada es para siempre” y otra sucesión de series a cada cual más ridícula como el remake de “Fama” (UPA Dance). En ellas, todos los escenarios posibles de la existencia de un adolescente resultaban exagerados a la enésima potencia y eran interpretados por unos actores a los que ya se les empezaba a ver el cartón y por unas actrices a las que resultaba bastante vergonzoso escucharlas decir que les acababa de llegar su primera regla.

Pero he ahí la doble moralidad de esta sociedad, que empujó a Ana Chávarri a re-engancharse al Club Megatrix cuando una joven Sandra Blázquez se vio obligada a abandonar la televisión infantil al verse afectada por esa enfermedad que le pone las tetas gordísimas a las chicas. Una doble moral que ha estado muy presente en la serie que hoy me atañe tanto fuera como dentro de la pantalla, y para ello he escogido un episodio que la refleja muy bien: La droga no es la solución.

En el resumen de este episodio obviaré los diálogos sin sentido de relleno para no provocaros escalofríos y así centrarme en los diálogos sin sentido que forman la trama del episodio.

Zack, Slater y Jessie están en el pasillo del instituto dado que casi nunca tienen clase, cuando Lisa aparece emocionada cual adolescente anunciando la llegada de Jhonny Dakota, un famoso actor. El tal Dakota se encontraba buscando un instituto en el que realizar un anuncio en contra del consumo de drogas para la Eeééénebecé y acabó en Bay Side porque fue el primer instituto que vio al salir de la autopista (real). Zack organiza una coreografía de lo más remilgada con unos estudiantes para tratar de convencerlo y que ruede su spot allí, pero no es hasta que Kelly le pone las tetas delante de la cara que no acepta la invitación con firmeza.

La estrella de cine no se corta un pelo a la hora de flirtear con una adolescente de dieciséis años, mientras Zack y Screech se dedican a sacar beneficio de cada pedacito de basura que se le cae a la estrella por el instituto. Zack, Slater y Screech se van a hablar al servicio como hacen todos los jóvenes heterosexuales en el momento en que se marcha un miembro del equipo de Dakota. Se dan cuenta de que huele a azufre cuando se encuentran una chusta de porro (de unos siete centímetros, así que imaginad cómo sería el resto). Dakota los descubre pero cree en sus palabras al decir que no era suyo, por lo que organiza una reunión de toxicómanos conocidos (anónimos no eran, que se conocían entre todos). Se ponen a hablar de las desgracias de los famosos que se han pasado con el mondongo y Jessie comparte su experiencia con las pastillas de cafeína (recuerdo ese episodio, estaba tan loca que salía de los parkings por la chimenea).

Mientras los chicos se dedican a cribar sospechosos sobre el propietario del porro al estilo de los Hardy Boys, Dakota sigue arrimando cebolletas con Kelly, pero la única manera que tiene de separarla de sus colegas y tener un poco de intimidad es montando una fiesta de famosos en su casa para que se distraigan un poco. Screech arrasa entre las chicas con su atuendo de investigador privado/pervertido en un parque a las cinco de la tarde. En sus intentos de impresionar a un pivón -con ropas de la época- sufre un percance y sus amigos deciden acompañarlo al hospital, pero Jhonny convence a Kelly para que se quede. Finalmente Jhonny consigue filetazo con su “crush” (no sé ponerlo en español sin que suene muy mal), momento en el que un amigo le pasa un porro encendido y todos lo miran como si de Miley Cyrus se tratara. En realidad creo que lo miran así por ser la única droga presente en la fiesta.

No conforme con la lista de delitos ya presentes hasta la fecha, decide añadir incitación al consumo de estupefacientes a una menor de edad. Pero Kelly no es de esas mujeres que fuman, y cuando ésta lo rechaza el amigo de Jhonny comienza a hacer presión social, pues es la razón por la que TODAS LOS Y LAS ADOLESCENTES SIN EXCEPCIÓN comienzan a consumir drogas. Jhonny empieza a ponerse nervioso y le ofrece el porro a Zack (otro menor), pero Zack y Kelly se marchan de la fiesta ultrajados por la hipocresía de este mundo. Es entonces cuando la moral, la ética y la abstinencia carnal se hacen presentes en el grupo de actores que solo piensan en el buen nombre del instituto (pfffjjajaja esto no se lo traga nadie) y montan una huelga, por lo cual cancelan la grabación y el actor se ve obligado a renunciar mientras refunfuñaba al estilo victoriano.

Finalmente, el director Belding recuerda que por pura casualidad del destino conoce desde joven a Brandon Tartikoff -presidente de la Eeééénebecé de la época- y le convence para que ruede con ellos un spot en el que se dedican a insultar a la gente que consume drogas, tras lo que él mismo se ríe de lo absurdo que resultaría una serie de televisión sobre varios chicos de instituto y su director.

Por último, hagamos un breve repaso a la vida actual de los actores. Que eso siempre os mola, ¿eh, morbosillos/as? Mark-Paul Gosselaar (Zack), Mario López (Slater), Tiffani Thiessen (Kelly), Elizabeth Berkley (Jessie), Lark Voorhies (Lisa) y Dennis Haskins (Belding) siguen actuando en cine y televisión con mayor o menor regularidad y si veis mucha, mucha televisión bazofia seguro que los reconocéis por algún lado. Si cabe destacar algo es que Lark Voorhies publicó un libro newager repleto de comas que separaban cada palabra (True Light, no os miento) y que parece que Dennis Haskins se haya comido dos o tres bandadas de aves rebozadas con pico y sin desplumar, pero la guinda a este pastel la pone sin duda Dustin Diamond (Screech).


La vida de Dustin quedó profundamente encasillada por su papel en esta serie; un papel que repetiría en las secuelas en Hawai, la universidad, la película de la boda en Las Vegas y la nueva generación (acabando por trabajar en el colegio que lo vio crecer y estamparse contra mil sitios). El destino tras las pantallas le hizo tomar una serie de malas decisiones:

-En 2002 participó junto a Jaleel White en la película “Big Fat Liar” del también encasillado Frankie Muniz (Malcom) en la que se quejaban de dicho destino.

-Entre 2002 y 2006 comenzaría a meterse de todo como si no hubiera un mañana, porque fue entonces cuando produjo, dirigió y protagonizó su famosísima película porno “Saved by the Smell” bajo la creencia de que iba a relanzar así su carrera de actor.

-En 2007 partició en un reality show de famosos de segunda en el que no dejaba de tener broncas hasta con los presentadores.

-En 2009 sacó un libro en el que ponía a parir a sus antiguos compañeros de reparto, con fotografías de las que parecen te han sacado un domingo cuando te levantas a las cuatro de la tarde; posteriormente dijo que había sido escrito por un negro (como el de Ana Rosa Quintana, no negro de Afroamericano) con el que habló apenas hora y media.

-En 2014 entró en prisión por propinar un navajazo a un hombre durante una pelea en un bar (y en nochebuena, haciendo llorar al niño Jesús), y otra vez en 2016 por violar la condicional (y condicional quedó embarazada [¡ba-dúm tsss!]) motivo por el cual no pudo asistir al bochornoso re-encuentro de los actores en el programa de Jimmy Fallon. 



Si algo podemos aprender de la vida de Dustin es que hay ocasiones en la vida en las que es mejor plantarse y decir un sonoro “¡No!”, a pesar de lo que otros puedan pensar o decir de nosotros. Ciertas decisiones pueden sumirnos en una espiral de la que no se puede salir fácilmente, y pueden hundir nuestra vida en un tormento. Os hablo muy en serio esta vez; si lo estáis pasando bien con vuestros amigos y alguien os ofrece participar en una serie de la Eeééénebecé con risas enlatadas, solo decid “¡No!”.

Postdata 1: Quiero dar las gracias al Youtuber “mugabox 80s” por dedicar tiempo de su vida en subir esta y otras series a Youtube para que las nuevas generaciones sepan a lo que atenerse. Vale que este caso en concreto es como para obligarle a hacer un cameo en el programa “¡Ay, mis huevos!” de la película Idiocracia, pero también ha subido la de “Dragones y Mazmorras”, la de “Bola de Dan” y “Masters del Universo”. Ya si sube la de “Dinosaurios” abriré una petición en Change.org para que le perdonemos la vida de manera colectiva.

Postdata 2: Sigo normalizando el poder decir Eeééénebecé como lo hace Howard Stern en “Partes privadas”. Peliculón.

Postdata 3: Si me he tomado la molestia de recordaros todas esas series y enseñaros lo escabroso en la vida de Dustin Diamond ha sido por pura maldad, algo totalmente innecesario para causaros un “facepalm” en toda regla. ¡Muáhahahaha!

Postdata 4: Siento que esta basura me haya quedado tan larga, pero resultó que el tema era como la Gürtel; te pones a tirar y a tirar y al final sale la intemerata...

Postdata 5: Nada. He terminado. ¡Muáhahahaha!

8 comentarios:

  1. Pedazo de post! Lo que me he reído XDDDDDDDDD
    Poco recuerdo de la serie porque era pequeño pero he tenido flash backs mientras leía el post, que risa XD. Me lo pensaré mil veces si algún día intento ver algún capítulo.
    Saludetes!

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    1. Me alegro de que mi experiencia te haya servido para recapacitar sobre si ceder a la tentación de volver a ver algún capítulo. En "la nueva clase" abordaron el tema de los cigarrillos, pero pasaba de perder más tiempo en esta infamia. xD

      ¡Saludetes!

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  2. Cojoños, cómo me he reído con algunas partes y en conjunto. Y es de agradecer que no hayas hecho referencias escabrosas a Showgirls... como en no se que serie (puede ser los simpson) cuando la madre dice "qué haceís" y los chavales dicen "ver una peli de Jessie de salvados por la campana"... "ah, bien, vale". ^_^¡

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    1. Si le soy sincero lo pensé, pero aquello fue su ruptura con los papeles de niña buena y no me pareció propio reirme de eso. Tampoco me apetecía dedicarle un párrafo en un post que ya estaba a rebosar de tonterías.

      Me alegra hacerle reir. ^_^

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  3. Q riseras recordando el mojón de serie, y no me perdía un capítulo...
    Y q guapo cuando zack decía "time out" y todo se congelaba. Esta serie lo tenía todo.
    Enhorabuena!

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    1. Recordaba que se dirigía a cámara todo el rato, pero no recordaba lo de congelar el tiempo para pensar cómo evitar que le partieran la cara. ¡Qué cosas más... bleg! :P

      ¡Gracias! :)

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  4. Yo tengo la teoría (mentira, me lo acabo de inventar) de que ese guión era para una serie de dibujos, alguien le debía un favor a alguien, y en vez de animación, metieron dibujos animados de carne y hueso, mucho más baratos de animar.

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    1. Pues lo veo mucho más factible que utilizar la magia negra para animar los dibujos (yo no creo que el stop-motion se realice fotograma a fotograma, eso es de sadomasoquistas).

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