Hace tiempo que no escribo nada sobre los Artefactos Legendarios, objetos mágicos míticos del mundo de Warhammer, y me apetecía hablar de un arma un tanto peculiar que ya no se ve por las mesas de juego. No tanto un artefacto legendario por su trasfondo o su significado en la historia del mundo, la Espada de Destrucción es mítica porque durante dos ediciones fue el Gran Igualador.
¿Y qué era la Espada de Destrucción? Pues un arma mágica que apareció por primera vez en el suplemento Magia de Batalla de 4ª edición,, y que volvió a aparecer inalterada en el suplemento Magia de 5ª edición. Las breves líneas que nos hablan de ella no revelan nada:
"La espada de Destrucción está encantada con poderosos hechizos de defensa que absorben la energía de otros objetos mágicos."
Nada, como podéis ver. ¿Y que hacía la Espada en cuestión? Bueno, pues por 100 puntos, la espada de marras anulaba el poder de TODOS los objetos mágicos de todas las miniaturas en contacto peana con peana con el portador (el cual no podía llevar otros objetos mágicos). Además, como bono extra, por cada herida causada con la espada esta destruía permanentemente uno de los objetos mágicos del que había sufrido la herida (a tu elección). Así, en crudo.
La espada de destrucción fue un arma pensada para hacer que ninguna combinación de objetos mágicos fuese invencible, para poder desmontar cualquier "combo", para que el personaje que la llevase se probase a sí mismo como guerrero, sin edulcorar con objetos mágicos. Un duelo en el que estaba involucrada la Espada de Destrucción siempre era más justo, ya que los personajes implicados luchaban con sus propias capacidades, y no "dopados" con objetos mágicos.
Pero, como todo, hubo algunos que abusaron de ella...
Se comenzaron a ver por los campos de batalla Señores de Vampiros en mantícoras con la Espada de destrucción: gracias a su F7 y R6, los vampiros podían vencer a casi cualquier adversario al privarle de sus objetos mágicos. Después vinieron los espectros paladines con la Espada: al ser etéreos, era imposible herirlos, y siempre tomaban los desafíos, seguros de su invulnerabilidad.
Para rematar la faena, con el Libro Negro del Caos vino una aclaración muy importante sobre las Recompensas del Caos: estas no eran objetos mágicos, y por tanto no eran anuladas por la Espada de Destrucción. Inmediatamente se comenzaron a ver Señores del Caos de Khorne con la Espada y un par de Recompensas (Furia de Batalla y Piel de Hierro, por ejemplo) montados en Dragones del Caos.
Con la sexta edición, la Espada de destrucción desapareció, y desde entonces no ha vuelto a aparecer. Quizá mejor para todos: la historia de la Espada ilustra muy bien cómo algo creado para beneficio del propio juego (evitar "combos" invencibles en una época en la que se podían hacer verdaderas salvajadas con los objetos mágicos) acabó convirtiéndose en una potente herramienta en manos de jugadores sin escrúpulos. Y esto ha pasado numerosas veces en los juegos de GW. Aunque, claro, es sólo una opinión personal.
Está la espada Destructora, es la espada de Malekith, solo que ahora solo rompe cosas, no anula, bastante parecidas en nombre y uso...
ResponderEliminarPor desgracia siempre habrá alguien que rebuscará y rebuscará para encontrar el combo brutal de la muerte. Es una pena que se pierdas objetos tan chulos.
ResponderEliminarSiempre nos quedará el Escudo Rúnico del Caos... xD
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