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martes, 27 de diciembre de 2011

Belannaer, el Señor de los Saberes


Hoy traigo este personaje especial de los Altos Elfos, largamente identificado con Gavin Thorpe (por su propension a autodenominarse "Señor de los Saberes"), pero el personaje fue creado por Tuomas Pirinen allá por la quinta edición. En esta edición, la mayoría de los libros de ejército no se renovaron (¡Y la gente no se quejaba!): sólo los Altos elfos, los Vampiros y el Caos tuvieron renovación. El libro de altos elfos de 5ª edición venía plagado de personajes especiales, y en él pudimos ver por primera vez a personajes ya legendarios, como Korhil o Caradryan.

Belannaer nunca tuvo miniatura, y sólo apareció en el libro de la 5ª edición como personaje, pero ha influido en otros importantes personajes elfos, como Teclis o Eltharion. El maestro de la Torre Blanca fue el tutor de Teclis, y el que entrenó a Eltharion tras su ceguera. Es tanto un gran mago como un hábil espadachín.


En el interior del Reino de Saphery se alza la Torre Blanca, donde se halla el templo de Hoeth, el dios Élfico del Conocimiento. En este lugar se guarda la mayor recopilación de conocimientos mágicos e históricos del mundo, una colección de grimorios y códices reunidos a través de los siglos por generaciones de Señores del Saber. El más anciano de todos ellos es Belannaer el Sabio, sólo superado en poder por el Guardián de la Torre Blanca, el Gran Señor del Conocimiento, Teclis.

Belannaer buscó por primera vez la Torre de Hoeth cuando era un joven príncipe bajo el reinado de Bel-Hathor. La primera vez que se dirigió hacia la torre encontró un sendero que giraba y giraba hasta llevarle de vuelta al punto de partida de su fatigoso viaje. Negándose a rendirse, se esforzó aún más en alcanzar la torre, y volvió al punto de partida aún más rápido y más cansado. Resignándose a no alcanzar nunca la torre, decidió encontrar la sabiduría en el interior de su corazón y dio la espalda a la Torre Blanca. Pero para su sorpresa, ahora, hiciera lo que hiciera, veía la alta torre espiral alzándose frente a él. Este fue el primer paso de Belannaer en el sendero de la sabiduría.

En la época en la que los Nórdicos empezaron a saquear Ulthuan, Belannaer fue uno de los magos cuya magia cubrió las costas de Ulthuan con un laberinto de hechizos, prácticamente impidiendo que los atacantes alcanzaran los Reinos Élficos. Más tarde acompañó a Finubar en sus viajes hacia el Este, hacia el Viejo Mundo, y compartió el redescubrimiento de la estirpe perdida de los Elfos Silvanos y los primeros contactos con los reinos humanos. Belannaer se convirtió en un gran mago y un maestro de hechicería para los auténticos buscadores del saber. El propio Teclis,cuando era un joven enfermizo, estudió bajo su tutela, aprendiendo, y finalmente superando los conocimientos de su maestro. Cuando Teclis decidió abandonar la Torre Blanca para partir en busca de su hermano Tyrion, fue Belannaer quien persuadió al entonces Gran Señor del Conocimiento Cyeos para que le diera a Teclis la Corona de Guerra de Saphery y le eximiera de sus votos de obediencia.
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Actualmente Belannaer se sienta en la Torre Blanca, reflexionando sobre toda una vida de estudios. Belannaer es dolorosamente consciente de que sus obligaciones no han terminado. Siente que aún le queda un gran desafío por delante, y que sus poderes serán duramente puestos a prueba, antes de poder retirarse en paz. Entre sus numerosas obligaciones se encuentra recoger información por medio de los Maestros de la Espada que recorren las tierras de Ulthuan en busca de espías Elfos Oscuros y descubrir sus destructivos planes. Cuando los enemigos de la Torre Blanca ataquen, él estará preparado, y los Maestros de la Espada le acompañarán a la batalla.

Puedes incluir a Belannaer en un ejército Alto elfo, cuyo coste deberá deducirse del porcentaje destinado a Comandantes. Si incluyes a Belannaer, también deberás incluir, al menos, una unidad de Maestros de la Espada de Hoeth.



M
HA
HP
F
R
H
I
A
L
Belannaer
5
6
4
3
3
3
7
3
10

Puntos: 455 puntos

Tipo de unidad: Infantería (único)

Armas: Espada de Bel-Korhadris

Magia: Belannaer es un hechicero de nivel 4 que puede elegir Alta Magia o uno de los ocho saberes de la magia presentados en el reglamento de Warhammer. Como mago alto elfo, conoce el hechizo Disipación de magia además de sus hechizos habituales, y tiene un modificador de +1 a sus tiradas para dispersar hechizos.

Reglas especiales: Valor familiar, Rapidez de Asuryan

Aura de Hoeth: El poder de Belannaer es tan grande, que él y la unidad en la que se encuentre están rodeados por una tenue aura mágica que confunde y desorienta al enemigo, de manera inexplicable, le es muy difícil calcular la distancia hasta la unidad, viendo cómo su objetivo retrocede ante sus ojos. Para representar esto, cuando una unidad cargue contra Belannaer, deberá efectuarse una tirada del dado de Artillería. Si obtiene un resultado de Signo de Admiración (i) la unidad podrá cargar normalmente. Con cualquier otro resultado, deberá restarse el resultado a la distancia de carga del enemigo, y se considerará Carga fallida si este no llega a contacto peana con peana. El jugador Alto Elfo debe declarar su reacción a la carga antes de determinar el efecto del Aura, y los efectos de los disparos de las unidades que hayan declarado aguantar y disparar deberán resolverse normalmente.

Objetos mágicos

Espada de Bel-Korhadris Esta espada era el arma de Bel-Korhadris, el Rey Fénix que ordenó la construcción de la Torre Blanca de Hoeth. La Espada de Bel-Korhadris normalmente está guardada en el Pináculo más alto de la Torre de Hoeth, donde el sol poniente se refleja en su punta a la Hora del Dragón. La magia de la espada captura y atrapa los rayos del sol y hace que brille a lo largo de la noche. Cuando los Maestros de la Espada van a la guerra, Belannaer toma la espada ,y jura empuñarla sólo para defender el Bien, fiel a los principios del gran Rey Sabio. Arma mágica. Niega la tirada de salvación por armadura. Además, una vez por batalla, al inicio de cualquier fase de combate cuerpo a cuerpo, Belannaer puede liberar el fuego de la estrella capturada. Entonces atacará con 1D6 Ataques adicionales.

Capa de Estrellas: Belannaer posee una capa hechizada. Las runas tejidas en ella hablan de las virtudes de la sabiduría, la paciencia y el autocontrol. Advierten que la violencia no es el camino hacia la sabiduría. Aquellos que ataquen al portador de la capa sentirán el peso del mundo sobre sus hombros, y sus golpes perderán fuerza y motivación. Talismán. Todos los ataques con armas de proyectiles y en combate cuerpo a cuerpo dirigidos contra Belannaer deberán aplicar un modificador de -2 a la Fuerza (hasta un mínimo de F1).


El Libro del Fénix: El Libro del Fénix relata la antigua leyenda de Asuryan, un relato alegórico del destino de todas las civilizaciones; de su nacimiento, crecimiento, gloria, declive y destrucción final. Objeto encantado. Al inicio de la batalla Belannaer puede leer uno de los versos del libro. Selecciona uno de los tres versos y aplica sus efectos. El efecto durará hasta el final de la batalla, o hasta que el Libro sea destruido o anulado de algún modo .
El Verso de la Vida: Otorga a Belannaer una tirada de salvación especial de 5+, que aume ta a 4+ cuando le queden sólo dos heridas, y a 3+ cuando le quede sólo una.
El Verso de la Llama Eterna: Este verso le permite a Belannaer canalizar automáticamente: no es necesario tirar el dado.
El Verso de la Destrucción: Este verso aumenta en +2 la fuerza de Belannaer, y le proporciona la regla especial Ataques flamígeros.

El Báculo de Cyeos: El viejo Gran Señor del Conocimiento dejó únicamente un poderoso artefacto como herencia a su pupilo más amado, Belannaer; un báculo mágico creado por el propio Cyeos. El Báculo de Cyeos aumenta la energía de los hechizos de Belannaer. Artefacto arcano. Suma +1 a todas sus tiradas de lanzamiento de hechizos. 

1 comentario:

  1. Al pobre Belannaer fue al primero que conversioné... El pobre no tenía culpa de nada... en fin, qué se le va hacer, la miniatura se perdió o cayó o se suicidó o no sé bien... la verdad es que ignoro dónde quedaron los restos. En fin, quizá algún día me anime a redimirle y vuelva a intentarlo.

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