EL OJO DEL SABIO
Los halcones de guerra llevan a sus jinetes elfos silvanos a la batalla, un propósito para el que no fueron criados, sino uno para el que se han adaptado. No son una raza ancestral como las grandes águilas, aunque sí que son especialmente inteligentes, y mucho más que cualquier otro "pájaro" normal. Son originarios de los bosques de Athel Loren, donde todavía reside la mayor parte de ellos, aunque algunas historias sostienen que varios habrían ido en busca de aguileras bien lejos, y algunos de ellos han sido vistos en las montañas del fin del mundo. Su larga asociación con los elfos silvanos es bien conocida fuera de Athel Loren, aunque pocos hacen cábalas respecto a la naturaleza de la relación.
"Cuando paseamos por primera vez entre fresnos y olmos ya estaban aquí, contemplándonos con sus profundas miradas. Durante un largo tiempo hubo diferencias entre nuestras dos familias y nuestros niños no pudieron caminar durante el día sin tener miedo de ser derribados más rápido de lo que tarda una flecha élfica en salir volando. Para nuestra eterna vergüenza, trepamos por sus grandes árboles, aplastando sus huevos y matando a sus polluelos. Así fue hasta la llegada de Kirada la Convocadora de Bestias. Fue ella quien hizo la paz por vez primera con los Shy-qwythiar, los Penetrantes, los Jinetes del Viento. Los que eran más culpables de destruir a sus retoños se ofrecieron, pero los Shy-qwythiar sabían que la venganza era inútil, diciendo en cambio que criarían a nuestros hijos como los suyos. Esos fueron los primeros de los jinetes de los halcones de guerra, un torpe término humano que no alcanza a describir de forma apropiada la unión entre Jinete del Viento y elfo. No sólo son monturas leales: son hermanos y hermanas."
ELTHIAS, VIGILANTE DE CAMINOS
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