jueves, 26 de octubre de 2017

WFB 2nd: Blood on the Streets & The Riding restaurados para descarga directa

En las últimas semanas he estado bastante tiempo pegado a la pantalla del ordenador, haciendo... cosas. Todavía estoy algo ocupado con algo... algo que intentaré entregaros lo antes que me sea posible. Aunque parte de todo ese tiempo lo estoy dedicando también a realizar algunos trabajitos con el Photoshop. No solo continúo realizando trabajitos para Warhammer Reforged. También intento sacar algo de tiempo para otros proyectos como el que os traigo hoy; una pequeña pulida al material de Blood on the Streets de 1985 para la segunda edición de WFB.


Hace bien poco que Agramar nos hablaba precisamente de este este material y de la confusión existente sobre el mismo con aquel que saliera para Mordheim bajo el mismo nombre. Y lo cierto es que no hay muchos sitios por internet en los que lo dejen tan claro. No solo eso, sino que no hay demasiadas páginas en las que puedas conseguir este tipo de documentos con un escaneado decente. Es por ello que me decidí a restaurar este material, para que aquellas personas que deseen darle una oportunidad no tengan que conformarse con una impresión demasiado pobre.


Tampoco es que le haya dedicado miles de horas, pero el resultado es mucho más agradable a la vista que lo que te sueles encontrar por las redes de manera abierta. Y no lo digo solo por la escenografía recortable, sino también por la guía "The Riding" a la cual también le he dado un repaso a las hojas proporcionadas por level2. Tras pulir un poco el "ruido de color" y los niveles, el documento queda mucho más legible que antes.

Espero que os guste.

miércoles, 25 de octubre de 2017

El sendero de la condenación (relato Mordheim, 7/7)


Escuchad mi canción: ¡ah, como suena mi flauta! Escuchad mi llamada, mortales, y no penséis en lo que os espera en las sombras hacia las que os atrae mi canto de sirena. Venid, hombres, venid, ratas, venid, criaturas de la oscuridad. No oigáis los gritos de aquellos que han marchado por delante de vosotros, no miréis al borde del abismo hacia donde os llevan los pasos de este baile.
Danzad al son de mi flauta, incluso si vuestros pies están en carne viva y sangrando. Sonreíd conmigo, incluso si es la sonrisa de las calaveras y vuestra piel se despelleja. Reíd conmigo, aunque os atragantéis de bilis. Por que todos sois mis marionetas, y os guiaré en una alegre danza.
La alegre danza de la muerte.




VII


El nigromante dejó caer la piedra bruja machacada en el brasero ardiente, lo que hizo que las llamas saltaran e iluminaran la estancia con fogonazos verdes y azules. Sus espías le habían dicho que a Mordheim había llegado un Cazador de Brujas para matarle y acabar con su impía tarea.

Pensar en ello hizo que el malvado Nigromante se riera en voz alta. El estúpido no sabía a los peligros que se enfrentaba. Los enemigos podían matarse, se podían ganar riquezas, pero nadie podía derrotar a la ciudad. Mordheim ya no pertenecía al mundo mortal. Las propias piedras de la ciudad estaban repletas de la misma esencia del Caos.

Quizás me mate. Será joven, atrevido e iluso. Estará lleno de orgullo y noble sacrificio ¡Cree que puede derrotar a este lugar!”, -le dijo a sus Zombis con una risa amarga, mientras esperaban estúpidamente con sus ciegos ojos velados y los jirones de carne colgando de sus podridos huesos.

Ya no importa, porque ahora tengo poder; tengo los medios para continuar la gran búsqueda por toda la eternidad ¿No es cierto, Hensel?” le preguntó al más cercano de los Zombis, que se apoyaba en el mango de una vieja y baqueteada alabarda. La criatura giró la cabeza hacia él lentamente, y su rota mandíbula se descolgó para articular un ininteligible gemido.

Cree saber la verdad, ¿no es cierto? Bueno, ya aprenderá. -musitó Marius Dire-. Ya aprenderá...” 

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lunes, 23 de octubre de 2017

El sendero de la condenación (relato Mordheim, 6/7)


Escuchad mi canción: ¡ah, como suena mi flauta! Escuchad mi llamada, mortales, y no penséis en lo que os espera en las sombras hacia las que os atrae mi canto de sirena. Venid, hombres, venid, ratas, venid, criaturas de la oscuridad. No oigáis los gritos de aquellos que han marchado por delante de vosotros, no miréis al borde del abismo hacia donde os llevan los pasos de este baile.
Danzad al son de mi flauta, incluso si vuestros pies están en carne viva y sangrando. Sonreíd conmigo, incluso si es la sonrisa de las calaveras y vuestra piel se despelleja. Reíd conmigo, aunque os atragantéis de bilis. Por que todos sois mis marionetas, y os guiaré en una alegre danza.
La alegre danza de la muerte.



VI

Estamos tan cerca, tan cerca...” -susurró Marius para sí mismo. Casi podía sentir la presencia del nigromante, no demasiado lejana, pero oculta a la vista.

¡Contenedlos! -les gritó el Cazador de Brujas a sus hombres.- Encontraré al hereje y lo mataré, y así acabaré con los impíos hechizos que atan a sus criaturas a este reino.”

Mientras se metía en un callejón lateral, Marius volvió la vista. Vio a Hensel trabado con un Zombi,
rechazando sus garras con barridos de su fiable alabarda. Hacia un lado, uno de los Lobos Espectrales, con los ojos brillando con un vigor antinatural, devoraba el cuerpo de uno de los mercenarios, arrancando grandes trozos de carne con sus colmillos como dagas. Lapzig decapitó a uno de los Zombis con su espada, y durante un momento, su cuerpo quedó en pie como si fuese a seguir combatiendo. De su cuello surgió una vaharada de oscuridad y se derrumbó en el suelo, con la magia que le mantenía en la no-muerte disipándose en la niebla. Marius centró de nuevo su atención en Hensel, que estaba en el suelo. Un Zombi le rodeaba el cuello con sus fauces. Hensel todavía combatía débilmente, intentando rechazar a la criatura. Las cosas tomaban mal cariz para los protectores de la humanidad.

Sin pensar en nada más, Marius avanzó esforzando cada sentido para localizar al nigromante, el diablo en forma humana que él conocía como el Mancillado. Sus ojos registraban los edificios en ruinas; sus oídos intentaban detectar algún cántico mientras olfateaba el aire en busca del revelador hedor de la piedra bruja y la tierra de cementerio. Todavía podía oír los gritos de guerra de sus hombres, el entrechocar de las armas a unas cuantas calles de distancia. Los espectrales ecos de la lucha resonaban en los muros derruidos, deformados por la niebla circundante. Mientras trepaba por una pila de piedras, Marius vio cómo el polvo entraba por un agujero bajo las rocas. Apartando unas cuantas piedras, vio un túnel que se hundía bajo sus pies.

Las legendarias catacumbas...” susurró, mientras cogía la lámpara de su mochila y la encendía con
unos cuantos diestros movimientos.

Marius entró cuidadosamente en el agujero y descubrió un túnel bajo reforzado con ladrillos en algunos lugares. Una corriente de agua discurría por el corredor, una evidencia de que el túnel era parte de las alcantarillas de Mordheim. Tapando la lámpara por un momento, Marius miró en cada dirección, intentando decidir qué camino tomar. Creyó ver un débil resplandor a su derecha, y hacia allí se encaminó.

Marius caminó por las alcantarillas durante lo que le pareció una eternidad; pero mientras avanzaba, el resplandor aumentaba hasta que se convirtió en el brillo de unas llamas que se reflejaban en las curvadas paredes del túnel. Atravesando una arcada, el Cazador de Brujas entró en una estancia de alto techo en bóveda donde se cruzaban numerosas alcantarillas. Por toda la caverna había braseros encendidos, y Marius dejó caer su lámpara cuando vio a la figura envuelta en una túnica que le daba la espalda.

¡Mancillado! -rugió Marius- ¡Ha llegado tu condenación!” -La figura se giró, y sus fríos ojos se encontraron con la mirada del Cazador de Brujas mientras éste desenvainaba su sable y cargaba contra el Nigromante. El hechicero se rió y pronunció una palabra de poder, y unos negros rayos de energía surgieron de sus ojos. Marius se echó de un salto hacia un lado y se puso en pie en seguida.

El Nigromante dejó caer al suelo el enorme libro que tenía en las manos, sin duda su maligno grimorio. El Mancillado desenvainó una larga espada de duelo y tomó una postura de esgrima que denotaba una larga práctica.

¿Mi condenación? -dijo con voz rasposa- ¿Qué sabes tú de condenación?”

¡Tu maligno poder no me asusta, demonio!” respondió Marius, efectuando una tirada a fondo que el Nigromante detuvo con facilidad.

¿Poder? Si, hay mucho poder aquí. Eso es lo que me atrajo. Lo que te atrajo. El Caos ha tomado Mordheim para sí, ahora todos somos sus servidores.” El Nigromante se rió, mientras la punta de su florete cortaba el aire justo delante de la cara del Cazador de Brujas.

¡Nunca!” gritó Marius, intentando cortar las piernas del Nigromante, sólo para encontrar la hoja del hechicero bloqueando la suya.

Ya estás atrapado en la red. Has avanzado mucho en el sendero de la oscuridad, ya no puedes dar marcha atrás. Mira todo lo que has hecho y dime que eres mejor que yo ¿Hasta qué profundidades no te has hundido para llevar a cabo tu propósito? Mi magia te puede dar la inmortalidad. Piensa en todas las buenas obras que puedes llegar a realizar si no mueres de viejo.” -El Nigromante dio lentamente una vuelta alrededor de Marius, mientras su espada de duelo dibujaba la figura de un ocho delante de él.

Con un gruñido inarticulado, Marius blandió su sable en un amplio arco, y su pesada arma partió la delgada hoja del florete de su enemigo, cortando su garganta. Con la sangre burbujeando por entre
sus labios, el Nigromante se derrumbó en el suelo.

Marius se agachó y cogió el grimorio. Bufó con desprecio; pensar que estaba corrupto era ridículo. Miró la página por la que estaba abierto el libro. Se titulaba “Sobre Cómo Escapar de las Garras de la Muerte.” Sin darse cuenta de lo que estaba realmente haciendo, Marius empezó a leer. 

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viernes, 20 de octubre de 2017

El sendero de la condenación (relato Mordheim, 5/7)


Escuchad mi canción: ¡ah, como suena mi flauta! Escuchad mi llamada, mortales, y no penséis en lo que os espera en las sombras hacia las que os atrae mi canto de sirena. Venid, hombres, venid, ratas, venid, criaturas de la oscuridad. No oigáis los gritos de aquellos que han marchado por delante de vosotros, no miréis al borde del abismo hacia donde os llevan los pasos de este baile.
Danzad al son de mi flauta, incluso si vuestros pies están en carne viva y sangrando. Sonreíd conmigo, incluso si es la sonrisa de las calaveras y vuestra piel se despelleja. Reíd conmigo, aunque os atragantéis de bilis. Por que todos sois mis marionetas, y os guiaré en una alegre danza.
La alegre danza de la muerte.



V

Lóbrego y legamoso, el río pasaba lentamente bajo el puente de piedra. Mientras Marius miraba por encima del derruido parapeto de piedra, el pálido e hinchado cuerpo de alguna bestia mutante
apareció brevemente sobre su superficie antes de desaparecer rápidamente en sus profundidades.

Nuestra búsqueda casi se ha completado, Hensel, -dijo el Cazador de Brujas, señalando al almacén en ruinas y a los muelles hundidos en la otra ribera del río-. Se dice que el Mancillado y sus lacayos no muertos moran aquí, cerca de la podredumbre del Caos”. -Indicó al miasma que se producía en el lugar de impacto del meteorito. Vapores verdosos teñían la niebla que recorría las callejuelas y se introducían en los rotos cascarones que eran los edificios derrumbados. Aquí la devastación era aún peor, y cuando llegaron a la mitad del amplio puente pudieron ver que este área de la ciudad había sido aplanada a lo largo de muchos cientos de metros por la colosal detonación de la caída del cometa. Detrás suyo escucharon una serie de gritos torturados.

Alguien está metido en problemas. Deberíamos regresar y ayudarle”, sugirió Hensel mientras miraba hacia atrás.

No quiero distracciones ahora. -contestó Marius, con sus ojos firmemente fijados en su objetivo.
Cuando los torturados gritos alcanzaron un aterrorizado crescendo, Marius miró atrás por un breve
momento antes de continuar atravesando el puente -He hecho tanto de lo que odiaba, todo en nombre de Sigmar. He saqueado las ruinas, he utilizado mi espada contra otros hombres. Por los dientes de Sigmar, incluso he vendido fragmentos de esa odiosa piedra bruja para conseguir más hombres y así cumplir mi misión ¡Nada me detendrá ahora!”

En cuanto entraron en los muelles, un extraño murmullo recorrió el aire. Heinrik, que exploraba en
avanzada, dio regreso la carrera, saliendo de la niebla. Tenía los ojos desencajados por el terror y tropezó, cayendo de rodillas. Detrás de él unas sombras surgieron de la niebla. Arrastrando los pies incesantemente apareció un grupo de tres Zombis, impulsando sus retorcidos cuerpos y con los ojos mirando vaciamente hacia arriba.

La piel de los Zombis colgaba de los propios huesos, desgarrados y rotos en algunos lugares. El estómago de una de las criaturas No Muertas había sido desgarrado, y los órganos internos se salían por el agujero brillando con fluidos enfermizos. La cabeza de otro había sido completamente aplastada, y su piel estaba pelada, revelando el hueso machacado. El hedor de los cadáveres pudriéndose llenaba el aire, y el raspar y chasquear de los huesos y los tendones podía oírse junto a los estertores procedentes de los labios muertos de los Zombis.

Un aullido bestial desgarró el aire, y unas cuantas formas lupinas aparecieron detrás del grupo, con
los ojos reluciendo con un brillo rojo.

Mientras el grupo de humanos retrocedía ante los Zombis, los Lobos Espectrales empezaron a rodearlos con un instinto para la caza que les animaba más allá incluso del velo de la muerte. Resonaron unos bajos gruñidos procedentes de sus fauces, mientras se acercaban con sus sucios pellejos brillando con un fulgor sobrenatural. Durante un momento, el grupo se quedó inmóvil por el miedo, antes de que un virote de ballesta surcara el aire para enterrarse en el pecho del Lobo Espectral más cercano. La bestia se derrumbó en el suelo y después se alzó de nuevo, agarrando el astil del virote con los dientes y arrancándoselo con un giro de su cabeza.


Como si se hubiese roto un hechizo, los mercenarios empezaron a actuar. Heinrik empezó a recargar la ballesta, mientras Lapzig y Hensel se abalanzaban contra los Zombis con sus armas preparadas para el ataque. Marius sacó una pistola de su cinturón y apuntó contra el Zombi más cercano. Su dedo apretó el gatillo con fuerza, y por un momento la niebla se iluminó con el resplandor de la pólvora encendida. La bola de plomo entró por el ojo del objetivo del Cazador de Brujas y explotó al salir por la parte trasera de su cabeza podrida, esparciendo sus sesos por toda la calle. La criatura cayó sobre una rodilla, y después levantó la vista hacia Marius con el ojo que le quedaba. El Cazador de Brujas no vio ninguna emoción o pensamiento en aquella mirada, sólo la sumisión absoluta a la voluntad de su controlador. Apuntó con su otra pistola a la rodilla del Zombie dañado, y éste se colapsó en uno de los fétidos charcos que inundaban la calle.

Cuando miró a su alrededor para comprobar cómo se desarrollaba la batalla, Marius detectó un movimiento en una de las callejuelas laterales. Asiendo firmemente su sable, atravesó la niebla a la carrera, enfrentándose cara a cara con uno de los lacayos del Mancillado. Al principio Marius creyó que era otro Zombi. Su piel estaba cubierta de ampollas reventadas y sus ojos eran amarillos y reumáticos. Entonces el Cazador de Brujas se dio cuenta de la chispa de inteligencia en los ojos de su adversario, y éste lanzó un grito demasiado humano mientras blandía una primitiva maza. Marius esquivó con facilidad el torpe ataque y enterró su sable hasta la empuñadura en el estómago de su oponente. Unas uñas rotas arañaron su cara y cuello durante un momento antes de que el hombre muriera finalmente, con su último aliento saliendo de sus labios como un susurro.

Sacando el sable de aquel cuerpo, Marius dio un paso atrás y echó el cuerpo a un lado de un empujón. Se sentía lleno de un sentimiento de triunfo. Pronto mataría al Mancillado y podría abandonar este miserable lugar de locura y podredumbre a los locos e idiotas que proliferaban aquí. 

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jueves, 19 de octubre de 2017

El sendero de la condenación (relato Mordheim, 4/7)


Escuchad mi canción: ¡ah, como suena mi flauta! Escuchad mi llamada, mortales, y no penséis en lo que os espera en las sombras hacia las que os atrae mi canto de sirena. Venid, hombres, venid, ratas, venid, criaturas de la oscuridad. No oigáis los gritos de aquellos que han marchado por delante de vosotros, no miréis al borde del abismo hacia donde os llevan los pasos de este baile.
Danzad al son de mi flauta, incluso si vuestros pies están en carne viva y sangrando. Sonreíd conmigo, incluso si es la sonrisa de las calaveras y vuestra piel se despelleja. Reíd conmigo, aunque os atragantéis de bilis. Por que todos sois mis marionetas, y os guiaré en una alegre danza.
La alegre danza de la muerte.



IV

Todos los que se aprovechan de los despojos del Caos están condenados. Así lo dice el Gran Teogonista Vilgrim Tercero -dijo Marius con vehemencia- ¡No soy ni un ladrón ni un saqueador!”

¡Ya llevamos tres semanas aquí, Marius! -le respondió Hensel amargamente-. Nos hemos quedado sin dinero. Necesitamos más hombres y armas. Por el amor de Sigmar, Marius, ¡moriremos de hambre! - Hensel se detuvo un momento, y en sus ojos oscuros apareció una mirada taimada-. Esa cripta abierta está por aquí, y alguien la encontrará. Otros, menos piadosos que nosotros, estarán buscándola ¿Dejarás que la riqueza del Imperio sea robada por criaturas malvadas u hombres sin ninguna virtud moral? ¡Al menos nosotros la gastaremos en una noble causa!”

Mientras hablaban, Enderlin, uno de los hombres de Lapzig, apareció en la esquina, visiblemente excitado.

Encontramos la casa del mercader ¡La cripta está allí, desde luego!, -les dijo con una sonrisa-. Será mejor que nos demos prisa y nos llevemos el tesoro antes de que haya ningún problema.” -Después de eso salió corriendo, con el Cazador de Brujas y Hensel pisándole los talones.

Enderlin les llevó hasta una estrecha callejuela, completamente cubierta de escombros. En el otro
extremo, donde la callejuela daba a otra callejuela más amplia, había un esqueleto colgando de una jaula, y su metal oxidado rechinaba cuando el cadáver era movido por el viento rancio. La esquina de un edificio cercano se había derrumbado hasta los cimientos, y en la oscuridad del sótano brillaba el oro ante la débil luz del día.

¡Nosotros nos llevaremos eso!” -dijo una voz, y de las sombras surgieron una docena de hombres, algunos armados con ballestas y el resto armados con espadas y lanzas. Todos iban muy bien vestidos, a la manera de los Marienburgueses.

¡No os atreváis a oponeros a mí! -gritó Marius, desenvainando su propia espada-. Me envía el propio Sigmar. Cruzáos en mi camino y estaréis condenados por toda la eternidad. El mundo a nuestro alrededor se halla en conflicto, el Caos ataca los cimientos de nuestra propia tierra, malvadas criaturas acechan en nuestras antaño orgullosas ciudades. Los hombres no deberíamos enfrentarnos entre nosotros en esta época de dificultades, pues ¿no tenemos un enemigo común contra el que combatir?”

De todas maneras, ¡ese oro es nuestro!” -contestó su jefe, indicando a sus hombres que avanzaran.
Entonces, que así sea, ¡estaréis en brazos de la condenación antes de que se ponga el sol!” -replicó Marius, lanzándose al ataque. 

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miércoles, 18 de octubre de 2017

El sendero de la condenación (relato Mordheim, 3/7)


Escuchad mi canción: ¡ah, como suena mi flauta! Escuchad mi llamada, mortales, y no penséis en lo que os espera en las sombras hacia las que os atrae mi canto de sirena. Venid, hombres, venid, ratas, venid, criaturas de la oscuridad. No oigáis los gritos de aquellos que han marchado por delante de vosotros, no miréis al borde del abismo hacia donde os llevan los pasos de este baile.
Danzad al son de mi flauta, incluso si vuestros pies están en carne viva y sangrando. Sonreíd conmigo, incluso si es la sonrisa de las calaveras y vuestra piel se despelleja. Reíd conmigo, aunque os atragantéis de bilis. Por que todos sois mis marionetas, y os guiaré en una alegre danza.
La alegre danza de la muerte.



III

L a enorme roca de Mordheim, coronada por la antigua fortaleza de la ciudad, eclipsaba el poco sol que se filtraba a través de las sempiternas nubes de polvo y ceniza. Cuanto más se adentraban en la ciudad, más destruidos estaban los edificios. Muchos de ellos se habían derrumbado, y las calles estaban llenas de escombros. Aquí y allá se podía ver entre las ruinas la oscura entrada a un sótano, y otras veces se mantenían en pie una escalera o un porche, mientras el resto del edificio era sólo una pila de piedras a su alrededor.

Mientras el grupo avanzaba, una horda de ratas se escurrieron procedentes de un edificio en ruinas, y sus agudos chillidos resonaban en las paredes mientras se agrupaban alrededor de los humanos. Se quedaron mirando llenas de maldad a los humanos mientras chasqueaban sus colas, y sus ojos relucieron antes de desaparecer en el laberinto de grietas. Mientras Lapzig avanzaba dirigiéndoles, Marius creyó ver formas moviéndose entre las sombras. A lo lejos resonó una risa entrecortada, y un repentino soplo de viento atravesó chirriando el retorcido metal de la puerta de una cochera. Durante un segundo, el Cazador de Brujas estuvo seguro de que había visto numerosos pares de ojos amarillos mirándole desde las sombras, pero desaparecieron en un instante.

Los hombres de Lapzig se estaban poniendo cada vez más nerviosos, y el jefe mercenario les indicó que prepararan sus armas. Avanzaron con más cautela, fijándose en las sombras para intentar descubrir al enemigo. De vez en cuando se quedaban inmóviles ante un ruido repentino: una teja que resbalaba, el rumor de escombros asentándose o un ligero ruido rasposo, como una garra arañando el suelo.

De repente, ¡los Skavens atacaron! Marius se encontró cara a cara con uno de los hombres rata donde momentos antes no había nada más que el aire vacío. Blandió una aserrada espada en su dirección, y el Cazador de Brujas saltó a un lado para esquivar el ataque. La criatura llevaba puesta una harapienta capa negra, y su cara estaba cubierta por tiras de lienzo negro con tachones de metal. Marius sacó una de sus pistolas de su cinturón y apretó el gatillo. Con un silbido, la pólvora se encendió y un momento después la pistola disparó, derribando al suelo al Skaven con su brazo convertido en una masa sanguinolenta.

Cuando Marius miró a su alrededor, vio que sus hombres estaban rodeados. Lapzig y uno de sus hombres combatían espalda contra espalda contra tres hombres rata armados con unas burdas lanzas. Lapzig lanzó una estocada a fondo, atravesando el pecho de un Skaven, mientras que otro caía derribado por un golpe de la maza de su compañero. Hensel estaba usando la punta de su alabarda para rechazar los ataques de otro Skaven, que esquivaba y se agachaba ágilmente para evitar los ataques del hombre. Más figuras con capas se unieron al combate, blandiendo espadas y esquivando las flechas con una habilidad casi imposible de creer. Una sombra cayó sobre Marius, y miró hacia arriba justo a tiempo de ver como algo saltaba encima suya desde una ventana vacía. Con un siseo, el Skaven aterrizó limpiamente delante del Cazador de Brujas. Marius disparó su otra pistola, pero la criatura se echó a un lado con facilidad. Con un movimiento más rápido que la vista, echó una zarpa de atrás hacia delante, lanzando algo contra Marius. Apenas le dio tiempo a agacharse cuando algo atravesó su capa y se incrustó en la pared detrás de él. Miró atrás y vio una estrella arrojadiza de tres puntas clavada en la vieja madera, y sus afilados bordes goteando un veneno verde.

¡Muere, engendro de la oscuridad!”, gruñó Marius, desenvainando su sable y cargando contra el Skaven. Tres espadas salieron disparadas para detener el ataque del Cazador de Brujas, una en cada una de las garras del Skaven, y la tercera sostenida por su cola prensil. Marius sacó una daga de su vaina en la cadera izquierda, bloqueando un golpe descendente a escasos centímetros de su rostro. Las armas del Skaven tejieron un dibujo borroso de hierro oxidado, atravesando el espacio entre ellos a una velocidad asombrosa. El aire se llenó del resonar del metal sobre el metal, roto ocasionalmente por el grito de un hombre o un Skaven herido.

M arius se vio obligado a retroceder poco a poco, utilizando toda su habilidad para detener la lluvia de ataques que el Skaven le lanzaba. Pasó a paso retrocedió por el camino, y casi se cayó cuando tropezó con una baldosa rota. Entonces Marius sintió una pared a su espalda, y supo que no podía retroceder más. Sintiendo la victoria, el Skaven lanzó un gruñido y redobló sus esfuerzos, y una de sus espadas atravesó la tela de los pantalones de Marius. Aguantando el dolor de la herida, Marius paró otro feroz golpe.

Con un grito, el Cazador de Brujas aplastó la guarda de la empuñadura de su sable en la cara del enemigo. Aturdido, el Skaven retrocedió trastabillando. Marius dio un paso adelante para rematar a la criatura, pero ésta le dio una patada con uno de sus pies con garras, impactando al Cazador de Brujas en el pecho, haciéndole retroceder hasta la pared. Con una amenazadora mirada final, el Skaven se alejó de un salto, gritando una orden a sus seguidores en su propia lengua. Los Skaven desaparecieron tan rápidamente como habían aparecido, y sólo el ligero rumor de las piedras cayendo de los montones de escombros indicaban la dirección en la que huían.

Marius se apoyó en la pared, y agarrándose la pierna herida dejó caer el sable. Cuando miró a su alrededor, vio que de los diez hombres que le seguían, dos estaban muertos, y sus cuerpos yacían en el polvoriento suelo sobre crecientes charcos de sangre. Hensel se apoyaba pesadamente sobre su alabarda, jadeando en busca de aire, mirando al cadáver de un Skaven con la cabeza partida de un gran tajo. Lapzig parecía indemne. Estaba atendiendo a uno de sus hombres, vendando su brazo. Los otros tenían cortes y arañazos, pero ninguno parecía seriamente herido.

Tenemos que volver a Ladronburgo, hoy no podemos seguir,” -dijo Lapzig, limpiando la sangre de su espada. Marius estaba a punto de discutir, pero repentinamente se mareó. Cayendo al suelo, Marius rechazó el brazo que Hensel le ofrecía.

Sí, regresemos a Ladronburgo. Pero regresaremos ¡Regresaremos!”, juró el Cazador de Brujas entre dientes, antes de que el suelo corriera a su encuentro y cayese la oscuridad. 

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martes, 17 de octubre de 2017

HeroQuest Reforged



Aquí viene la sorpresa en la que he estado trabajando durante los últimos meses: HeroQuest Reforged.

¿Y qué es eso del HeroQuest Reforged? En primer lugar, hablemos del HeroQuest original. Todos recordamos aquella caja negra, el tablero, las miniaturas y los años de infancia y juventud frente a este clásico juego de GW y MB. Personalmente, el HeroQuest fue, por así decirlo, mi puerta de entrada al "mundillo", y aún recuerdo el viejo anuncio: "¡Monstruos, brujos y demonios te persiguen!"



El HeroQuest (1989) fue un éxito mundial, y en muchos países los niños y jóvenes jugaban a este juego de mazmorreo. Pero lo que mucha gente no sabe es que había dos HeroQuest: el que se vendió en España (y en otros países de Europa) y la versión americana (USA y Canadá). La versión americana era bastante diferente en cuanto a la forma de jugar: tenía un nivel de complejidad y de dificultad bastante mayor que su homólogo europeo.

Este HeroQuest Reforged está basado en la versión americana del HeroQuest: las reglas son algo más complejas, los monstruos son más duros y los retos son más difíciles. Mientras que en el HeroQuest europeo un sólo héroe podía acabar los retos sin mucha dificultad, en la versión americana los cuatro héroes necesitaban colaboración entre ellos para completar las aventuras.

HeroQuest Reforged es un remake de la versión americana del HeroQuest, actualizada con algunas nuevas reglas y monstruos. Incluye reglas de experiencia para los héroes, así como tablas para que los héroes disfruten, compren y descansen en una ciudad entre sus aventuras. Los héroes con poderes mágicos tienen acceso a más hechizos (cada uno de los cuatro tacos de hechizos tiene 9 hechizos en lugar de 3, y hay también otros 3 tacos de hechizos avanzados), y se han incluido las reglas y retos de las cuatro expansiones del HeroQuest original: La Torre de Kellar, El Retorno del Lord Brujo, La Horda de Ogros y los Hechiceros de Morcar.

En resumen, una versión completa y actualizada del HeroQuest, al que podéis jugar con el material del HQ clásico, o imprimirlo si no disponéis de él. Espero que lo disfrutéis.

Descargar reglamento HeroQuest Reforged

Descargar Libro de Retos HeroQuest Reforged

Descargar cartas y fichas HeroQuest Reforged

Descargar tablero HeroQuest Reforged



Postdata: ¡Y lo he terminado antes que Dioni el suyo! ;)


lunes, 16 de octubre de 2017

El sendero de la condenación (relato Mordheim, 2/7)


Escuchad mi canción: ¡ah, como suena mi flauta! Escuchad mi llamada, mortales, y no penséis en lo que os espera en las sombras hacia las que os atrae mi canto de sirena. Venid, hombres, venid, ratas, venid, criaturas de la oscuridad. No oigáis los gritos de aquellos que han marchado por delante de vosotros, no miréis al borde del abismo hacia donde os llevan los pasos de este baile.
Danzad al son de mi flauta, incluso si vuestros pies están en carne viva y sangrando. Sonreíd conmigo, incluso si es la sonrisa de las calaveras y vuestra piel se despelleja. Reíd conmigo, aunque os atragantéis de bilis. Por que todos sois mis marionetas, y os guiaré en una alegre danza.
La alegre danza de la muerte.



II

Dos enormes gárgolas estaban sentadas delante del arco en ruinas de la puerta, y miraban burlonamente a Marius y sus mercenarios mientras se aproximaban. Lapzig hizo la señal del sagrado martillo sobre su pecho mientras pasaba entre ellas. El propio muro ya había sido reclamado por la tierra: zarcillos de hiedra crecían por todos lados, y los parches de musgose extendían sobre los antiguos bloques de piedra. Cuando pasaron bajo la sombra de la Puerta de laGárgola, Marius y Hensel vieron realmente la Ciudad de los Condenados por primera vez.

Justo delante de la puerta había una amplia plaza empedrada, y a sus lados se alzaban tiendas, viejas
pero aún en pie. Sus ventanas estaban rotas, habían robado las puertas para hacer leña, incluso los marcos de algunas de ellas habían sido destrozados para obtener un precioso combustible. Los vacíos huecos de las ventanas les miraban como cráneos.

Esto no es nada. Esperad hasta que nos adentremos más, entonces entenderéis lo que le ha ocurrido a este lugar,” -gruñó Lapzig. A una señal de su dedo, uno de sus hombres se adelantó para explorar. Justo entonces, una tos asfixiada reverberó por toda la plaza, y todos se giraron para mirar una figura encorvada que atravesaba cojeando la plaza hacia ellos, envuelto en harapos.

¿Os predigo el futuro, señores? -preguntó el extraño. Sus ojos estaban cubiertos por vendajes manchados de sangre, y una enflaquecida pierna salía en un extraño ángulo de debajo de la desharrapada y sucia túnica blanca del viejo.

¡Alejad a este endemoniado de mí!, -aulló Marius con unos ojos abiertos como platos. Sacó el sable de la vaina y lo blandió ante la cara del pedigüeño.- ¡Adorador de la Oscuridad, voy a atravesarte!”

¡Esperad! -gritó el pedigüeño, alzando una mano huesuda- Mis visiones no proceden del Caos, ¡si no del propio santo Sigmar! -El hombre rebuscó en el interior de su túnica y sacó un desgastado icono de un martillo.- Yo fui sacerdote antaño. Cuando el cielo cayó me saqué los ojos para no ver la maldad a mi alrededor, sólo la gran sabiduría de Sigmar. Él me dice que debéis volveros ahora para salvar vuestra alma. Uno no salta a la condenación, uno camina hacia allí paso a paso.”

Déjame en paz con tus acertijos, desecho -le interrumpió Lapzig, empujando al anciano a un lado-No debemos demorarnos dentro de las murallas demasiado tiempo, ya debe haber otros que saben que estamos aquí.” 

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viernes, 13 de octubre de 2017

El sendero de la condenación (relato Mordheim, 1/7))



Escuchad mi canción: ¡ah, como suena mi flauta! Escuchad mi llamada, mortales, y no penséis en lo que os espera en las sombras hacia las que os atrae mi canto de sirena. Venid, hombres, venid, ratas, venid, criaturas de la oscuridad. No oigáis los gritos de aquellos que han marchado por delante de vosotros, no miréis al borde del abismo hacia donde os llevan los pasos de este baile.
Danzad al son de mi flauta, incluso si vuestros pies están en carne viva y sangrando. Sonreíd conmigo, incluso si es la sonrisa de las calaveras y vuestra piel se despelleja. Reíd conmigo, aunque os atragantéis de bilis. Por que todos sois mis marionetas, y os guiaré en una alegre danza.
La alegre danza de la muerte.




I

El Cazador de Brujas Marius Dire miró desde lo alto de la colina a su punto de destino. Las tierras que se extendían estaban envueltas por el brillo del atardecer y la sempiterna nube sobre Mordheim bloqueaba el paso del sol del crepúsculo. Aquí y allá se veían grupos de bosques de un extremo al otro del horizonte, hasta que terminaban repentinamente a bastantes kilómetros. En la lejanía se podía medio entrever la Ciudad de los Condenados a través de la sombra que producía la nube de humo y polvo que se alzaba sobre la devastada población. Marius se giró hacia su fiel compañero, Hensel, que miraba dubitativo el desolado panorama.

Puedo oler el hedor del Caos, la maligna apestosidad de la impía magia,”escupió el Cazador de Brujas.

¿Estáis seguro de que el Mancillado vino hasta aquí?”preguntó Hensel, agarrando con más fuerza el mango de una baqueteada y vieja alabarda.

Conozco su tipo, -replicó Marius, fijando su pétrea mirada en Hensel.- A lo largo del camino se han profanado tumbas, los campesinos hablan de criaturas medio muertas que azotan sus granjas. Le he perseguido a través de marismas y zarzales, bosques y páramos, y conozco bien su rastro. Lo he expulsado de su maligna madriguera en las Montañas Centrales. Durante ciento setenta y cinco leguas le he perseguido. Le he acosado y hostigado a través de Osterland y Talabecland. Ha venido a Mordheim, ten la seguridad. La atracción del Caos le ha traido hasta aquí.”

La voz de Marius se convirtió en un susurro amargado. “Mi venganza nunca quedará satisfecha hasta que lo haya matado con mis propias manos, ¡hasta que haya cortado su cabeza! ¡Sólo con su sangre puede pagar por la miseria a la que nos ha llevado a mí y a mi familia! ¡Le haré pagar por sus crímenes!”

Mientras ambos continuaban su camino, una ligera brisa llevó hasta ellos el olor a fogatas. Saliendo de la línea de árboles vieron un pequeño asentamiento delante de ellos, y apresuraron sus pasos hacia allí. Había una señal plantada a un lado del camino sobre la hierba agostada, y de ella colgaban tres cráneos de una soga podrida. Al observarlas mejor, se dieron cuenta de que las calaveras eran claramente deformes: una tenía tres cuencas de ojos, otra estaba bastante contrahecha, mientras que la tercera mostraba vestigios de cuernos y dientes como colmillos.

“‘Nido de Asesinos, los viajeros son bienvenidos -leyó Hensel en voz alta.- Suena acogedor.”

El asentamiento en sí consistía en cuatro edificios de piedra, antiguamente una granja y los edificios colindantes por su disposición, todo ello rodeado por numerosas estructuras de madera que se habían construido al azar en los últimos meses. Los pollos recorrían las calles, un chico pequeño guiaba a un grupo de flacas cabras, y unos cuantos cerdos gruñeron a los recién llegados desde detrás de una valla de cuerdas. Un viejo enflaquecido estaba cuidando de la cerda y levantó la
vista con una mirada sospechosa cuando se percató de la presencia de Marius y Hensel.

¿Quién es el que manda aquí?”preguntó Marius mientras miraba de forma amenazadora al porquero.

No lo sé seguro, señor -contestó el campesino, rascándose un forúnculo supurante en el cuello con las uñas rotas y sucias. Bizqueó mientras se concentraba, después carraspeó y escupió- Está Lapzig el Osado, que ha venido desde Altdorf nada menos. Es el que tiene más hombres, así que supongo que es él quien manda. Pero también podríais hablar con Maese Lupos, el más rico de los mercaderes. A Lapzig podéis encontrarlo habitualmente en la cervecería, y el viejo Lupos está al lado de los establos.”El porquero indicó la dirección aproximada con su brazo izquierdo, y
Hensel se fijó que terminaba en un garfio de madera en vez de en una mano.

Encontraron a Lupos regateando con un joven delgado de aspecto demacrado. El estómago del mercader sobresalía por encima de su cinturón de cuerda, y en la cabeza tenía un sombrero de fieltro sin forma. En cuanto se dio cuenta de la presencia de Marius y Hensel su ceño fruncido se convirtió en una sonrisa.

¡Ah, más habitantes para Nido de Asesinos!”exclamó, echando a un lado al joven y abriendo los brazos.

Necesitamos hombres y suministros,”dijo Marius sin preámbulos, entrando en el establo para ponerse delante del obeso comerciante.

Si tenéis el dinero, yo tengo el tiempo, -se rió Lupos, poniendo una mano sobre el hombro de Marius, que éste se sacudió rápidamente con un gruñido.- Admito coronas, trueques o piedra bruja,”añadió el mercader.

¿Piedra bruja?”preguntó Marius, mientras entrecerraba los ojos peligrosamente.

Si, piedra bruja. Cura a los enfermos, convierte el plomo en oro y el agua en vino, con toda seguridad. El regalo de los dioses, o eso dicen”,contestó Lupos con un guiño exagerado.

¡Los dioses de la anarquía y el pecado! -exclamó Marius.- ¡Es la corrupción encarnada, la maldad en persona, el Caos en forma sólida! Quema el alma y abrasa la mente. Pudre y corrompe a quien la posee ¡Tocarla es invitar a la propia condenación! Pagaré por tus servicios con oro limpio y honesto. Este lugar apesta a corrupción. La decadencia y el Caos te rodean. Purificaré este lugar con fuego y espada, ¡y que Sigmar me ayude!”

¿Lo harás? -preguntó Lupos con una mirada de incredulidad- Ya veremos, ya veremos.”

¡Ya lo verás, gordo idiota! -dijo Marius en un susurro mientras agarraba el cuello de Lupos con una mano y señalaba la cicatriz que tenía en el suyo propio con la otra. El Mancillado me dio este recuerdo de sus Oscuras Artes. Eso y el recuerdo de mi familia muriendo a sus manos, ¡Él y todos los de su ralea morirán antes de que ceje en mi empeño!” 

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miércoles, 11 de octubre de 2017

Cómic "Warhammer - La Forja de la Guerra" por descarga directa

Ayer he vuelto atrás en el tiempo varios años. Lo digo porque gracias a un amigo he echado a rodar el eMule otra vez. ¿Os acordáis? Es sorprendente las cosas que allí se encuentran estancadas en el tiempo. Oh, sí, qué recuerdos, ains... ¿Recordáis pasar un día entero esperando a descargar la película de Garfield para verla por la tarde con vuestros amigos y que cuando por fin termina de bajar resulta ser una película porno de ancianos alemanes? ¿O esos pequeños fragmentos rojos que aparecían en la barra de progreso cuando ya lo tenías casi todo y como diciendo "no chaval, por mis muertos que te vas a descargar este concierto de Judas Priest"? Pues eso amigos y amigas es el pasado, y como sentenciaba Usillos en "El milagro de P.Tinto", el pasado es una mierda.

De todos modos sí hay cosas que merece la pena sacar del pasado para que sigan estando presentes. Un ejemplo de ello es este cómic que os traigo y que narra las batallas que libraron un grupo de soldados enanos y humanos de Averland contra el Caos. Todo ello bajo el guión de Ian Edginton y Dan Abnett (responsable de los guiones de Malus Darkblade entre muchos otros trabajos) y con Rahsan Ekedal como dibujante. Afortunadamente para tod@s el cómic está en español, y desde aquí agradezco a los internautas Capdiajo y Redvirux que se tomaran la molestia de subirlo a la red.



P.D. Este comic ya ha sido añadido a la carpeta junto con el resto de cómics y novelas en castellano que he recopilado. ¿Todavía no la conoces? ¡Echa un vistazo a la entrada y entérate! ;-)

viernes, 6 de octubre de 2017

Reforged y la Revisión 2017: una reflexión del Nigromante


Ya han pasado tres días desde que subimos a la red la Revisión 2017 de Warhammer Reforged. El Equipo Reforged (Ragnor, Niño Borracho, Alfredo Murillo, Manu Braceli, Luffy Strawhat, Kerun, Jaime G. Llistó, Jesús Aguado Arias, Maehkäl Yeurl y yo mismo) ha trabajado duramente durante varios meses, valorando todas las propuestas y sugerencias de la comunidad, y finalmente este es el fruto de nuestro trabajo.

Quería aprovechar para reflexionar acerca de las enmiendas, de los cambios. En primer lugar, decir que no han sido muchos. Si algo funciona, ¿por qué cambiarlo? Se han corregido errores, se han vuelto a redactar algunas reglas de forma más clara, e incluso se han añadido una buena cantidad de opciones nuevas. Como dijimos en su momento: las reglas deben favorecer el desarrollo del juego, y no constreñirlo.

En primer lugar, el reglamento. No hay grandes cambios, y varias de las enmiendas se limitan a aclarar algunas partes que no estaban muy claras o podían inducir a error. También se han añadido un par de enmiendas con errores de la anterior versión del reglamento (en particular, indicar que una unidad que se reagrupa no puede mover en ese mismo turno, o que una unidad Inmune a la psicología no puede reaccionar a una carga): estas enmiendas simplemente añaden dos datos que, sencillamente, habíamos dado por supuesto.

Se ha incrementado el alcance de las pistolas hasta las 10", se ha añadido una nueva maniobra para las unidades con músico y se ha tenido en cuenta a los ogros y similares con la regla ¡Cuidado, señor! Incluso cuatro de los objetos mágicos "genéricos" (la Corona Dorada de Atrazar, el Báculo Prohibido, el Pabellón de Vitalidad y la Corona del Poder) han sufrido algunos cambios.

La parte del reglamento que más cambios ha sufrido es la Magia. En primer lugar, y para evitar que los hechiceros de niveles más bajos tengan acceso a los hechizos más poderosos, se han limitado los hechizos que pueden elegir los magos. Ahora, un hechicero no puede tener un hechizo con un "número" mayor que su nivel +2 hora es necesario tener nivel de magia 4 para acceder al hechizo 6 de un Saber determinado). Se han revisado los Saberes de la Magia en profundidad, y hemos modificado la dificultad o el efecto de muchos hechizos, aunque realmente sólo hay un único hechizo que ha cambiado completamente (la Mano de Polvo, del Saber de Nigromancia). También se han modificado tres resultados de la tabla de disfunciones mágicas, para hacerlas algo más dañinas.

La Mano de Polvo regresa a su encarnación de la 4ª y 5ª edición



Vamos con los libros de ejército:

Antes de empezar, hablemos sobre los grupos de mando. ¡El coste era un auténtico desbarajuste! Algunos grupos de mando eran carísimos ,y pensamos que se debería de favorecer la inclusión de estos en las unidades, por lo que uniformamos y (en muchos casos) reducimos los costes de los grupos de mando. Podéis ver el resultado final en las enmiendas de los ejércitos.

Los Altos elfos han visto aumentar algunos costes, como en los Yelmos plateados (¡que se nos olvidó contar la armadura pesada en el puntaje!) o en los Leones blancos (que gracias a recuperar sus estilos de combate de 5ª edición demostraron su efectividad todoterreno). También se ha reducido ligeramente el coste del Dragón estelar, y hay algunas aclaraciones a las reglas (por ejemplo, la destreza marcial, que no cambia, pero se ha redactado de nuevo para que quede más clara; o algunas sendas, que no permiten llevar montura).

Bretonia tiene pocas enmiendas, pero de bastante calado. Se ha reducido ligeramente el coste de los Caballeros del reino y Caballeros errantes. Pero la novedad más grande son sus dos nuevas unidades, sacadas del trasfondo antiguo: la Ralea (una masa de campesinos reclutada apresuradamente como carne de cañón) y los Guardianes del Santuario del grial, la infantería de élite bretoniana. Tened en cuenta que es una unidad diferente de la aparecida en el ExtraReforged 7.

El Caos, que es el cambio constante, ha sufrido bastantes cambios. O no, depende de cómo se considere. La voluntad de Tzeentch es inescrutable. El primer cambio es que, además del libro de ejército del Caos, con las 4 listas de ejército, tenéis las 4 listas por separado, cada una en su propio libro de ejército. Si juegas sólo con Demonios, sólo te hace falta el libro de ejército de Demonios. Si juegas con Grey Infernal, sólo el libro de ejército de la Grey Infernal. Y si juegas Caos mezclado, el libro completo (que también incluye las reglas para ejércitos monomarca). Este cambio es meramente estético, y por funcionalidad. La organización de los ejércitos del Caos no ha cambiado.

Con un diagrama queda todo mucho mejor explicado.


-Las Bestias del Caos sí que han sufrido cambios. En primer lugar, muchas de las unidades y personajes pueden Consagrarse a uno de los Dioses del Caos (con efectos similares a las Marcas del Caos, pero no iguales). También se ha añadido la regla especial "Astado" a algunas unidades, que es similar a la Arremetida de los ogros. Los minotauros han perdido su Furia asesina, y han vuelto a ganar la regla especial que tenían en 4ª y 5ª edición: Canibalismo frenético (no se llamaba así, pero nos gusta cómo suena). Los Bestigors, Centigors y Garragors también han sufrido algunos cambios. Y se ha incluido directamente la opción de Príncipe Demonio (Bestia Ungida) en la lista de ejército; ya podían llevarlo, pero había que tomar un Príncipe Demonio de la lista de Demonios con el regalo Señor de la progenie Oscura). Gracias a estos cambios, los Hombres Bestia pueden batirse sin necesidad de recurrir a sus listas hermanas del Caos, y recuperan un sabor propio.

-Los Guerreros del Caos no han cambiado gran cosa: salvo una regla especial para la bestia demoníaca que tira del Carro y del Altar y algunos ajustes menores, no hay cambios significativos. El Príncipe Demonio también ha cambiado ligeramente, y se equipa con Recompensas, y no con Regalos.

-Los Demonios del Caos han sufrido fundamentalmente ajustes en los puntos o perfiles, pero no grandes cambios. Es reseñable la reducción en puntos de los Grandes Demonios, que ahora son un poco más baratos. Se han incluido los regalos del Caos Absoluto, y también algunos estandartes mágicos nuevos, ya que los Demonios no tienen acceso a los estandartes genéricos del reglamento.

-La Grey Infernal ha llevado más cambios. Las reglas experimentales para la Grey Infernal del ExtraReforged 24 finalmente se quedan, y batallar contra las criaturas del Caos ahora conlleva condiciones adversas. Se han añadido dos monstruos nuevos a la lista, en aras de la variedad. También se han añadido la regla "la vida es sueño" a los ogros dragón, y se han ajustado algunos costes. Tras numerosas partidas de prueba, creemos que la Grey Infernal ahora puede mirar de tú a tú a otros ejércitos, y al mismo tiempo disponer de un estilo de juego diferente.

 Vamos con los Elfos oscuros: igual que con los altos elfos, la regla de Destreza marcial ha sido redactada de nuevo para que quede más claro. Aunque aquí hay una diferencia: los druchii también pueden hacer parada con alabarda. Se han limitado las unidades de Corsarios: siguen siendo básicas,pero es necesario incluir unidades de guerreros o ballesteros por cada unidad de corsarios. ¡No os preocupéis! la lista de ejército temática de Corsarios está en desarrollo. También hemos otorgado unas danzas sencillas a las hermanas de la matanza, para que tengan algo más de potencia ofensiva. El Caribdis también ha sufrido varios cambios, y ahora se ajusta más a la idea de una masa de tentáculos furiosa.

Con los Elfos silvanos no hay grandes cambios: se han corregido algunas erratas, y se ha vuelto a redactar la regla de Destreza marcial (como con los otros elfos). Los espadones a dos manos de los Cazadores del bosque salvaje ya no son Lentos, con lo que esta élite ahora es bastante más potente.

Los Enanos... ¿Qué decir de loz taponez? Las correcciones son mínimas. Se ha añadido una nueva runa para los estandartes (que otorga a la unidad Ataques mágicos), y se ha incluido la posibilidad de equipar a una unidad de Martilladores con armaduras de gromril si el general del ejército es un Rey enano. ¡En todas las novelas, la guardia real lleva armaduras de Gromril! Es cara, por supuesto,pero seguro que la opción gusta mucho a los generales enanos.

Los Enanos del Caos, al ser del Caos, han llevado más cambios que sus contrapartidas del orden. Se ha reducido ligeramente el coste de los centauros, y se han cambiado los k'daai para que sean más resistentes (con su correspondiente aumento de coste). Los trabucos han incrementado su alcance a 18", y la cantidad de enanos del Caos disparando para obtener bonificadores es menor (6/12 frente a los anteriores 10/20): el anterior límite estaba pensado para la 8ª edición, en la que las unidades eran enormes. También la batería de cañones de presión ha incrementado su F a 5, equiparándose a un cañón órgano.

Con los Hombres Lagarto llega un cambio que en estos días ha demostrado ser bastante polémico: los Slann ya no son inmunes a las disfunciones. En lugar de eso, tienen un bonificador a la tirada en la tabla de disfunciones que va de +1 a +4, dependiendo de su generación, lo cual evita los efectos más duros de las disfunciones para los sapos. Los Slann siguen siendo los magos más poderosos, pero se introduce un elemento de riesgo en su poder. Mejor explicado con una imagen:

Sí, ahora disfunciona, pero sólo con disfunciones suavecitas.


El Imperio lleva más cambios: en primer lugar, las armaduras pesadas de la infantería. Ahora es necesario incluir un personaje con la regla especial Tropas condales para poder equipar a un regimiento con armaduras pesadas. Los Comandantes imperiales y Capitanes imperiales tienen esta regla, así como muchos personajes especiales. Se han eliminado o cambiado algunas opciones de otorgar Inmunidad a la psicología, para que no sea tan frecuente (uno de los clamores de los jugadores). Las órdenes de caballería se han revisado, y se ha cambiado la Reiksguard a pie por la unidad de Templarios a pie (básicamente igual, pero en vez de Reiksgard pueden ser Lobo blanco, Panteras, etc). El Imperio ha llevado bastantes ajustes en costes de unidades, e incluso algunos objetos mágicos.

Kislev  apenas tiene cambios: los Hijos de Ursun han ganado una nueva regla especial ("Seguidos por el invierno"), se han corregido algunas erratas, y se ha reducido ligeramente el coste del Dragón Blanco.

Los Mercenarios tampoco han sufrido muchos cambios: sólo pequeños ajustes de puntos.

Las huestes funerarias de Nehekhara han visto reducido el coste de los esqueletos (tanto a pie como en corcel): en general, los esqueletos estaban sobrecosteados. También hemos ajustado el coste del Avance subterráneo para algunas tropas, para evitar abusos en partidas pequeñas.

En los No muertos, los ajustes son algo mayores. Como sucede con Nehekhara, el coste de los esqueletos y la caballería esquelética se ha reducido. Los carroñeros también han visto reducido su coste sustancialmente, para equipararse a otras tropas similares de otros ejércitos. La hueste espectral ha ganado una nueva regla especial ("Legión espectral"). Pero el cambio más grande es con los personajes: ahora, cada personaje lanzador de conjuros tiene un Arcano nigromántico "de serie" (del mismo modo que cada clan vampírico tiene un poder vampírico "de serie"), orientado al lanzamiento de conjuros: este cambio permite liberar algunos dados de energía para poder mover el ejército y al mismo tiempo suponer una amenaza en la fase de magia.

En los Ogros, aparte de ajustes en algunos costes, el cambio más grande ha sido mover la Caballería ogra de Unidad Singular a Unidad Especial (eso sí, con limitación a una única unidad, o dos en un Gran ejército).

Con los Orcos y Goblins, los pekeñajoz verdez sólo se han llevado pequeños ajustes en los costes del armamento y opciones. Los orcos se han llevado bastantes más cambios: en primer lugar, recuperan el Waaaagh! que han tenido en algunas ediciones de Warhammer (el general del ejército puede gritarlo una vez por batalla, produciendo efectos benéficos en los orcos). También se ha añadido a los orcos grandotes (tanto a pie como en jabalí) la opción de equiparse con armaduras pesadas, que hará las delicias de muchos generales orcos. Eso sí: no es una opción barata.

Los Skaven han sufrido unos cuantos cambios menores: se han mejorado los enjambres de ratas, y se ha añadido una opción para los jezzail muy clásica y muy divertida. La Rueda de la muerte ha visto reducida su Resistencia a 5, aunque ahora tiene 2 tripulantes (como la nueva miniatura). Hay una nueva opción para el Señor de las Alimañas, y gracias a la insistencia de cierta persona, Queek ha recuperado una armadura más parecida a la que tenía en 4ª y 5ª edición.

Y, por último, los Vampiros. Han sufrido los mismos cambios que los No muertos con los esqueletos y la hueste espectral, y las letales Doncellas lahmia han visto incrementado su coste sustancialmente.

¡Y básicamente eso ha sido la revisión! No esperéis otra al menos hasta 2019.

Post-scriptum: ¡Hemos encontrado tres erratas! La Gran Inmundicia os lo cuenta






martes, 3 de octubre de 2017

Warhammer Reforged: revisión 2017


La iniciativa Warhammer Reforged va a cumplir muy pronto dos años, y en ese tiempo ha crecido enormemente. En todo este tiempo hemos estado recopilando las opiniones, ideas y sugerencias de la comunidad de jugadores, y hemos llegado a algunas conclusiones interesantes.

Con todo ese feedback, hemos reunido un grupo de warhammeros para analizarlo: el Equipo Reforged (Niño Borracho, Alfredo Murillo, Manu Braceli, Luffy Strawhat,
Kerun, Jaime G. Llistó, Jesús Aguado Arias y Maehkäl Yeurl). Llevamos varios meses inmersos en un proceso de revisión y corrección, y por fin podemos anunciaros la revisión 2017 de Warhammer Reforged.

Esta revisión no significa que se vayan a producir cambios con regularidad, ni mucho menos, pero no esperéis algo parecido al menos hasta dentro de otros 2 años. Tampoco significa que se hayan hecho grandes cambios: más bien lo contrario.

¿Qué podéis encontrar en esta revisión?

En primer lugar, el Reglamento. Podéis encontrar seis páginas de enmiendas, pero la mayoría de ellas son enmiendas de claridad o de redacción (es decir, no cambian realmente  las reglas, simplemente las explican de una forma más clara). Incluyen también algunos detalles que se nos olvidaron en la primera versión, pero realmente no hay cambios sustanciales. La única sección del reglamento que tiene cambios relevantes es la magia: hemos ajustado las dificultades y los efectos de los hechizos, y casi todos los Saberes de la magia han sufrido algún pequeño cambio (aunque hay un único hechizo que ha cambiado drásticamente).

Por supuesto, hemos revisado todos los libros de ejército, y la situación ha sido similar. Se han ajustado costes en puntos, se han incluido varias enmiendas de claridad y se han revisado y actualizado los costes de TODOS los grupos de mando de Reforged. También se han incluido los tamaños de peana en los libros de ejército, por comodidad, y unas tablas de referencia rápida muy útiles, obra de Manu Braceli y el Niño Borracho.

No hay grandes cambios: un ejército (Bretonia) ha ganado una unidad singular nueva, y dos ejércitos (Bestias del Caos y Grey Infernal) han sufrido cambios algo más profundos que el resto. Hemos abierto un poco más la mano con las opciones de algunos ejércitos, y en algunos casos hemos limitado algunas opciones de las que abusar.

Pero no os voy a aburrir más con mis disquisiciones: imagino que tendréis ganas de ver las cosas que han cambiado. Sin más, os dejo el enlace:

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