miércoles, 27 de marzo de 2013

Manos el Loco, Híbrido genestealer

Me siento con muchas ganas de 40K (normal, después de pasar dos semanas mirando manuales y manuales de 40K), y espero echar una partida esta semana (a la 2ª edición, claro). Incluso he estado pintando mis cucarachas espaciales (ya subiré alguna foto). Y de cucarachas espaciales va el asunto: hace ya algunos meses publiqué una entrada hablando del Archimagus Janos Armistadt, el Viajero, un personaje especial Magus genestealer que aparecía en un antiguo Citadel Journal (no sé el número). Y me quedaba por hablar de otro personaje especial del Culto, aparecido también en esa misma Citadel Journal: Manos el Loco.



El personaje de Manos está inspirado en el dibujo de híbrido de Mark Gibbons que podéis ver arriba: un híbrido con un aparato monstruoso (El ojo del Juicio) a la espalda, un aparato extraño que proyecta energía psíquica para ayudarle en su búsqueda de "su verdadera herencia". Os dejo con el trasfondo del demente Manos.


Manos (seguramente no es su verdadero nombre) comenzó su andadura en un apartado planeta de la Franja Este, perteneciendo a la primera generación de un culto recién formado. Extrañamente para la primera generación, parecía completamente humano. Sus padres murieron meses después de su nacimiento, intentando recatar a su maestro Genestealer de un accidente con un vehículo de transporte. Huérfano, Manos fue criado por un seminario local, y concienzudamente adoctrinado en las creencias imperiales y el Culto al Emperador Inmortal.El joven Manos descubrió que era un brillante y perseverante estudiante. Su devoción al Adeptus Ministorum fue recompensada con el liderazgo de varias cruzadas contra herejes, salvando cientos de almas de vivir como no creyentes. Pronto estuvo listo para abandonar su planeta natal para convertirse en predicador. Entonces, su auténtica herencia salió a la luz.

Una pequeña protuberancia púrpura comenzó a crecer bajo su brazo izquierdo, convirtiéndose en poco tiempo en un brazo. Conmocionado por el descubrimiento de su herencia mutante, inmediatamente cortó su nuevo brazo y quemó la carne impía. Rezando al Emperador para que le liberase, comenzó a tener pesadillas con unas monstruosas visiones de demonios siseantes con hipnóticos ojos. Su salvación no estaba cerca, ya que al despertarse descubrió horrorizado que le había crecido de nuevo el brazo, pero esta vez cubierto por quitina azul sobre su piel púrpura. No hay necesidad de decir que su visión del universo cambió ostensiblemente, y destrozó su mente para siempre. Sin esfuerzo alguno despedazó su nuevo brazo, tomó su nave y dejó el planeta.

Abandonado por su anterior dios-Emperador, una visión llenó su mente: encontrar a su verdadero Padre, un poderoso ser con dientes como dagas y afiladas garras, que debía estar entre las estrellas. Solamente Él podía curar a Manos de herejía y perdonarle sus pecados. Manos viajó de sistema en sistema buscando a su Padre y nuevo dios, escondiendo su herejía bajo su túnica y con maquillaje. Paulatinamente, sus instintos alienígenas tomaron el control, y comenzó a extender su infección Genestealer por la población local antes de “recuperar” el sentido y continuar con su búsqueda de
la salvación.

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