domingo, 18 de diciembre de 2011

Bestiario del Viejo Mundo: Hidras


VISIÓN COMÚN
"Nunca me he enfrentado a un dragón, pero no me imagino cómo uno de ellos podría ser peor que la hidra con la que luché. Era enorme, cada cabeza capaz de morder a un hombre por la mitad o tragárselo entero por uno de sus largos cuellos. Estaba luchando para un príncipe mercader de Verezzo, una de las grandes ciudades de Tilea, y nos habíamos visto forzados a cruzar por un pantano de camino a enfrentarnos con uno de los rivales del príncipe. Sospecho que no fue más que mala suerte que nos encontramos con la hidra. No rugió, lo más que hizo fue un silbido burbujeante, como un gran gato, que surgió de todas sus cabezas a la vez. Algunos de mis compañeros se cegaron por el sonido. El viejo Loci incluso se ahogó en el cieno del pantano cuando cayó gritando ante la mera visión de la cosa. Empezó a cargar contra nosotros, pero se detuvo cuando uno de los chicos le clavó un par de virotes. Parecía una buena idea hasta que le escupió una columna de fuego, que lo asó al instante. Querría poder decir que demostramos ser bravos y matamos a la bestia, pero no fue así. Llegó y nos hizo pedazos. La batalla no duró mucho, y creo que acabó sólo por lo fáciles que resultamos ser. Cogió a tres hombres y se los llevó gritando al pantano. No intentamos salvarlos, sólo corrimos."
BENGT, MERCENARIO

"Son extrañas maravillas las hidras. Su temible aspecto y múltiples cabezas son legendarias. aunque de hecho pocos se han encontrado con una o sobrevivido al encuentro si lo han hecho. He oído rumores de cierta tribu de goblins del pantano que adoran a las hidras y les dejan ofrendas para desviar su furia. Es más probable que sea para aplacar su hambre, me parece, pero aun así sirve para demostrar lo que una hidra puede afectar a los que la encuentran. No es ninguna sorpresa, ya que las hidras son bestias casi inmortales, viviendo largos años sin verse afectadas por los estragos del tiempo. El Azote Carmesí de Zhufbar, una hidra especialmente grande, ha estado aterrorizando de forma periódica la región que rodea la ciudad durante más de mil años. Cada vez que un guerrero con coraje va a matarla, bien acaba con él o sólo consigue herirla. Después de algunas décadas de sueño en las profundas cavernas alrededor de Agua Negra, el Azote vuelve a surgir una vez más, con sus heridas regeneradas y su furia igual de fuerte. He perdido la cuenta del número de historias que he oído sobre las hidras, pero ¿cazadores de hidras? Sólo conozco una historia de esas, y el héroe murió junto con la hidra."
HARTWIG TURNS, MERCADER DE ALTDORF

EL OJO DEL SABIO
"Sí, caballeros, creo que merece la pena considerar a la hidra como un enemigo. Decís que ninguna criatura del Caos es predecible, aunque sostengo que son tan estables como puede ser cualquier bestia sometida a mutación. Siendo los tiempos como son, nuestros bravos soldados podrían enfrentarse dentro de poco contra una o más de ellas en el campo de batalla. Me has pedido que descubra las debilidades de lo que tenéis que afrontar; si os enfrentáis a una hidra, vuestro objetivo estaría en el torso. Cada fragmento de información que he descubierto me convence de que su gran torso central es lo que alberga realmente al cerebro de la hidra. ¿Cómo si no funcionarían sus cabezas al unísono, sin una gran pérdida de funcionalidad, si varias son destruidas? Cada una podría tener, sin duda, un vestigio de inteligencia, pero la mente controladora central está en el cuerpo. Por desgracia, el órgano que inflama su aliento ígneo se encuentra en la base de sus cuellos, cerca del cerebro, y el lugar está, por supuesto, muy bien protegido por escamas. Sugiero fervientemente que nuestros artilleros apunten hacia su torso frontal y central, ya que nada que sea menos que la carga de un caballero armado penetrará esa piel blindada sobre el más crucial de los puntos."
MARIANNE SOSBER, ANATOMISTA

Las hidras son monstruos voraces y desbocados, no importa lo mucho que consuman, siempre parecen estar hambrientas de más. Su presencia allanará los alrededores en poco tiempo, reduciéndolos a un lugar estéril en más o menos un mes desde que tome residencia, lo que las fuerza a trasladarse o morir de hambre. Aunque las hidras son bestias poderosas, su continua destrucción de los alrededores las conduce a una muerte inevitable cuando más y más de sus enemigos se oponen a ellas. Sólo queda un puñado de ellas en el Viejo Mundo fuera de los desiertos del Caos, y de esas, quizá sólo una o dos dentro de las fronteras del Imperio. Sin embargo, ninguna hidra ha sido vista jamás habiendo muerto de vieja, haciendo que muchos crean que si no son eternas, al menos tienen una vida increíblemente larga. Algunos cazadores que van a buscar a las hidras lo hacen con la esperanza de descubrir la clave de su longevidad.

Con el transcurso de los años, ha sido evidente para los estudiosos del Imperio una nueva fuente de información sobre las hidras bastante perturbadora. Los rumores dicen que una de las tribus de elfos de la Tierra del Frío ha empezado a criar hidras como bestias de guerra. Es una revelación bastante sobrecogedora en el Viejo Mundo, ya que muchos hombres ilustrados hubieran jurado que tal cosa es imposible, siendo una hidra una bestia demasiado fiera como para domarla de forma alguna. Los pocos que saben algo de esas cosas suelen sospechar que la hechicería está de por medio.

"Habíamos preparado nuestras líneas para la batalla y esperamos su llegada, la de esos oscuros incursores de allende el mar. Hubo una conmoción entre sus fuerzas y cuando contemplé por primera vez a la bestia, pensé que no era más que una versión de mayor tamaño de los horribles reptiles que prefieren como animales de monta. Sólo cuando avanzó pude discernir el movimiento de sus muchas cabezas. Mi escudero jadeó: 'hidra', y supe que estaba en lo cierto. Dos incursores vestidos con armadura negra la empujaron hacia delante con látigos con cuchillas y lo que supongo que eran maldiciones en su lengua oscura. Recuerdo haberme sorprendido de que la bestia no se los comiera sin más por su temeridad, tan grande parecí cuando se la comparaba con sus formas más delgadas. La crueldad no tiene normas, supongo. Algunos de los campesinos perdieron el espíritu al verla, pero los caballeros viven por el privilegio de enfrentarse a tal enemigo. No murió fácilmente. Al final cayó, aunque se llevó a muchas bravas almas con ella. Si alguna vez debes enfrentarte a tal cosa, asegúrate de que matas rápidamente a sus adiestradores. después de que murieran con una andanada, la hidra estuvo confusa durante un tiempo y atacó a algunos de los incursores que se acercaron demasiado."
GERARD DU LACAREN, CABALLERO DEL REINO

4 comentarios:

  1. La única vez que vi una hidra en acción, se estampó contra un pequeño grupo de grandes espaderos, y después se fue huyendo. Desde entonces, la verdad es que les perdí bastante respeto xD.

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  2. Las hidras en el campo de batalla imponen, con sus 7 ataques y su regeneración, que las hace muy duras. En todas las batallas en las que he jugado, han hecho bien su trabajo.
    Recuerdo una anécdota curiosa. En la mesa quedaban sólo un hidra (sin herir) y Grimgor (de la 7º, y sin ehrir tampoco), el resto de los ejércitos estaban o huyendo o muy dispersados.
    Pues bien, Grimgor se pasó dos turnos persiguiendo a la hidra, sin éxito XD
    Al final quedamos empate :)
    Ghazzkull

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  3. A veces se les pierde el respeto a esos monstruos enormes, sobre todo si mueren de forma divertida. A mí me traía loco la Abominación del Pozo Skaven, que siempre hacía estragos en mis filas. Un día la abatí de un golpe con Arbaal el Invencible (¡Golpe letal Heroico!), y desde entonces la perdí todo el respeto xD

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  4. Los grandes monstruos siempre imponen hasta que tienen un destino funesto por ejemplo mi abominación a manos de un regimiento de lanceros elfos jajajaja.
    Viva los grandes monstruos y esas gestas heroicas!

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